Bahía Blanca | Lunes, 30 de junio

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Filas de vehículos en medio de la incertidumbre por un aumento de combustible

Desde mañana podría haber una suba de entre el 10 % y el 11 % en el valor de las naftas.

Fotos: Pablo Presti - La Nueva.

Más vehículos de lo normal se veían este miércoles en las distintas estaciones de servicio de Bahía Blanca, en medio de la incertidumbre por un posible aumento en los combustibles a partir del 1° de febrero

Es que el precio de la nafta y el gasoil podría verse afectado ya que esta medianoche vence el congelamiento de dos impuestos que se encuentran fijos desde julio de 2021 a raíz de una medida implementada por la administración de Alberto Fernández.

En caso de que el gobierno de Javier Milei decida desestimar esta prórroga a los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), el impacto en los precios sería de entre el 10 % y 11 %. 

Así, en Bahía Blanca el litro de nafta Super de YPF pasaría de $ 818 a alrededor de $ 904, mientras que el valor de la premium subiría de $ 978 a $ 1080 aproximadamente. 

El rumor del aumento de precios movilizó a los automovilistas hasta las estaciones de servicio en todo el país, incluida Bahía Blanca, donde cerca del mediodía se veían vehículos en todos los surtidores, muchos con filas de tres o cuatro autos.

El tributo en cuestión se actualizó por última vez durante el segundo trimestre de 2021. Con el objetivo de que no se dispararan los precios el Gobierno acordó con las petroleras el congelamiento del impuesto, a cambio de que los combustibles aumentaran por debajo del Índice de Precios al Consumidor.

Más adelante, en noviembre del año pasado, el entonces ministro de Economía Sergio Massa postergó nuevamente el traslado del impuesto a los surtidores. “Tratándose de impuestos al consumo, y dado que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles", dijo en aquel momento.

La carga tributaria se mantuvo fija durante 10 trimestres consecutivos. Y pese a los rumores de aumento a partir del vencimiento de la prórroga, todavía no existió una confirmación oficial sobre el traslado del impuesto a los precios.

El desafío para Ministerio de Economía, con Luis Caputo a la cabeza, y la Secretaría de Energía es encontrar el punto de equilibrio entre el impacto en la inflación y el efecto en la recaudación, ambos directamente proporcionales. Es que, mientras mayor sea la actualización, el impacto en la inflación se sentirá con más fuerza, pero también habrá mayor recaudación. De la primera, el Gobierno busca un número mucho menor; de la segunda, elevarla al máximo posible.

El impacto final en el surtidor dependerá entonces de ese equilibrio. Los cálculos privados difieren sobre hasta dónde podría llegar el incremento en caso de que se apunte a corregir el atraso impositivo que se viene arrastrando desde hace más de dos años.

“De aplicarse el aumento del ICL y el IDC, diferido por ocho trimestres por el anterior Gobierno, el incremento promedio del precio de los combustibles sería del 11 %”, estimaron fuentes cercanas a la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la Argentina (CECHA). (La Nueva. con información de Clarín y NA)