Bahía Blanca | Martes, 14 de mayo

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Estafas: cómo actuar antes, durante y después de un delito que sigue en alza

Desde la pandemia hasta la actualidad estos hechos se han incrementado. Las estadísticas demuestran que los adultos mayores no son las principales víctimas.

Fotos: Archivo LN.

El paso de la pandemia perpetuó hábitos de higiene y prevención de enfermedades, modalidades de gestión de trámites y hasta algunos tipos de delitos.

Pese a que la crisis sanitaria provocada por el COVID dejó atrás la etapa más crítica, no sucede lo mismo, por ejemplo, con la presencia de delincuentes que aprovechan el mundo digital para llevar adelante sus maniobras.

Por el contrario, según estadísticas propias elaboradas por la Policía bahiense, las estafas crecen anualmente.

Frente a este escenario el único y más efectivo método de prevención es informar acerca de cómo evitar caer en la trampa de los ladrones o bien la forma de actuar cuando el hecho está en marcha o se consumó.

De acuerdo a un relevamiento realizado por el Centro de Procesamiento y Análisis de la Información Delictiva (Ce.P.A.I.D), correspondiente a la Región Interior Sur de la Policía bonaerense, durante 2022 se denunciaron en la departamental 238 casos de estafas telefónicas y virtuales, además de otro tipo de modalidades, como por ejemplo, el cuento del tío.

Del total, 193 correspondieron al primer grupo y 45 a las restantes.

En los primeros seis meses de este año ya se contabilizaron 155 (149 y 6). Es decir que la proyección anual superaría los 300.

El incremento, según la fuente, queda evidenciado por la estadística, ya que en 2020 se contabilizaron 119 casos y solo en el primer semestre de 2021 sumaron 120.

“El cuento del tío existió siempre, aunque antes se daba de una manera presencial, donde el delincuente buscaba el desconcierto, la premura y montaba el escenario para poder llevar adelante la maniobra”, explicó Federico Montero, coordinador regional del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires.

“Con la llegada de la pandemia, y las restricciones en cuanto a la presencialidad, este tipo de hechos fueron perfeccionados y digitalizados. Para nosotros fue uno de los delitos que más creció durante la pandemia. Los delincuentes fueron perfeccionando las maniobras y esa es la razón de los índices que se registran”, agregó.

No solo los jubilados

Un dato importante que arrojó el trabajo estadístico elaborado por la Policía, y a contramano de lo que se piensa, es que la mayor parte de los damnificados por este tipo de estafas no resultan ser adultos mayores.

Los datos de los dos últimos años establecieron que alrededor del 60% de las víctimas se encuentran comprendidos en la franja etaria de 26 a 59 años de edad.

“La explicación es que se trata del grupo de personas que más utiliza o está más en contacto con la tecnología”.

En este sentido, crecieron exponencialmente las estafas sufridas por usuarios que compran o venden distintos elementos a través de las redes, por ejemplo en el sitio Marketplace de Facebook.

Montero señaló que “en el caso de los adultos mayores se da en cuestiones referidas a su vida diaria, como bancos, Pami, Anses o engaños sobre el cambio de billetes”.

Datos reveladores

La acción de los estafadores está respaldada en la mayor parte de las ocasiones por una ingeniería social que desarrollan a través de la búsqueda en las redes y los sitios de Internet.

“Sin saber colocamos información que para estas personas es muy útil. Debemos entender que hay que tener mucho cuidado respecto de los datos que se brindan. Muchas veces no tomamos en cuenta todo lo que hacemos público en las redes”, añadió.

Además de inspeccionar los distintos perfiles, estos sujetos también monitorean comentarios en distintas páginas y hasta quejas en sitios de compras, que luego utilizan para hacerse pasar por empleados y estafar a las víctimas.

A tener en cuenta

Otro tipo de maniobra que llevan adelante los delincuentes es el denominado cuento del tío, donde logran engañar a las víctimas para que voluntariamente entreguen sus ahorros.

El supuesto secuestro o asalto de un familiar, o el cambio de dólares que dejarían de circular son algunos de los discursos utilizados para confundir a las víctimas.

“Tenemos muchas denuncias de entrega voluntaria de dinero, que va desde una cifra menor a montos muy importantes. Estos sujetos apelan a generar una situación de resolución urgente y manejan información que utilizan para crear zozobra en el damnificado”, destacó Montero, quien junto al comisario inspector Luis Marillán, de la Policía Local, llevan adelante charlas informativas en sociedades de fomento e instituciones.

En estas situaciones el consejo es interrumpir la comunicación y tratar de contactarse con la supuesta víctima, además de dar aviso a las autoridades.

Comentó que estos hechos generalmente ocurren en horas de la madrugada, aprovechando ese momento para crear confusión y nerviosismo.

También resaltó la importancia de no brindar información personal o financiera telefónicamente.

“Nunca una entidad bancaria va a pedir estos datos de esa manera y mucho menos un empleado se va a presentar en nuestro domicilio. Ante un caso así, lo recomendable es cortar y llamar a las líneas oficiales para corroborar la situación. Si la estafa se consumó hay que hacer la denuncia y también comunicar lo ocurrido al banco o la entidad que corresponda”.

También aconsejó a los adultos mayores evitar brindar información cuando se encuentran en un banco.

Sostuvo, en este sentido, que en caso de necesitar ayuda para realizar una operación se debe pedir colaboración solo a los empleados del lugar.

Por último, recomendó impedir el acceso de desconocidos o supuestos empleados de reparticiones a los domicilios.