Bahía Blanca | Viernes, 03 de mayo

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Cómo fue la megaestafa en la que hubo víctimas de Bahía Blanca

Los fraudes electrónicos se cometieron mediante la compra de productos en cuentas de redes sociales falsas. Perjudicaron a casi 900 personas por aproximadamente 8 millones de pesos.

Recomiendan verificar en las redes cuándo se creó un perfil o cambió de nombre.

Unos 10 bahienses figuran en la lista de casi 900 víctimas de una megaestafa virtual cometida por una organización criminal con asiento en Capital Federal.

La banda fue desarticulada por la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), con la detención y procesamiento de 14 personas, quienes habrían provocado un perjuicio económico que rondaría los 8 millones de pesos.

Los damnificados, con domicilio en distintos puntos del país -entre ellos nuestro medio-, accedieron a cuentas de Instagram falsas a través de publicidades pagas en esa plataforma, que los redirigieron a tiendas digitales en Shopify, donde concretaron la compra de productos.

Los estafados pagaron la mercadería, pero no recibieron nada.

El incremento de fraudes mediante redes sociales es alarmante desde la pandemia y los casos no mermaron luego de la finalización de la emergencia sanitaria; por el contrario, el índice continuó en ascenso.

Estadísticas nacionales marcan que en 2019 se consumaron 461 estafas electrónicas; en 2020, 3.825; en 2021, 7.667; y el año pasado se perpetraron 12.762 hechos.

Así lo confirmó el fiscal federal Horacio Azzolín, uno de los titulares de la UFECI dependiente del Ministerio Público Fiscal de la Nación.

El problema de comprar en Instagram, marketplaces o en Internet en general, es que el comprador casi nunca sabe quién es el vendedor, según explicó Azzolín.

"Es diferente si usás sitios web que hayas probado o pasás por la vidriera de un comercio físico y ves la dirección de su página en Internet. Confirmás que es la del negocio porque rápidamente podés asociarla con el local físico", dijo.

"Pero usualmente Internet no funciona así. Vivís en Bahía y te comprás un motor en Tres Arroyos, entonces el denominador común de todo esto es que no sabés a quién le estás comprando", agregó.

"Los consejos a tener en cuenta son utilizar páginas oficiales si vas a operar con comercios grandes, porque además es más fácil. Si vas a comprar en Instagram, es necesario tomar recaudos  respecto de la transparencia de la cuenta", continuó.

En esta red social y Facebook se puede verificar cuándo se creó un perfil y cuántas veces cambió de nombre.

 

 

"Si es una cuenta creada hace mucho tiempo y nunca cambió de nombre, podés quedarte tranquilo porque no es sospechosa".

Por el contrario, los perfiles que se modifican reiteradamente "tienen algo que ocultar".

A su vez, las cuentas de Instagram con comentarios restringidos suelen emplearse para maniobras defraudatorias porque -afirmó- así evitan que los compradores se quejen.

A criterio de Azzolín, la comisión de ciberestafas se relaciona también con qué tipo de artículo se adquiere.

"Hay determinada mercadería que en la Argentina no es fácil de obtener por canales oficiales, como un Iphone. Por eso, si a alguien le venden este tipo de celular a través de Instagram, lo más probable es que sea contrabandeado o que directamente no exista", advirtió.

"Si querés comprar este equipo, que no podés traer del exterior, lo hacés en los minoristas autorizados o se lo comprás a un conocido, pero comprarlo por redes sociales es un salto al vacío", completó.

Precios "baratos"

Otra señal de posible fraude virtual es que a menudo los precios de los productos a la venta son "extremadamente baratos".

"Un Iphone nuevo cuesta unos 1.000 dólares. Si te lo venden a 600 es signo de que puede ser una estafa, que el dispositivo sería robado o ambas", precisó.

"Comprar en Internet es cómodo pero riesgoso, por eso cuando uno sale de las plataformas tradicionales de retail como Mercado Libre, con su sistema de compra protegida, tiene que saber que asume riesgos y debe cuidarse", acotó.

Los marketplaces son el ámbito más propenso a la consumación de estos delitos, porque la transacción no se realiza en la cuenta de un comercio sino que un particular ofrece a la venta un artículo vía virtual.

"Chateás con una cuenta que puede ser falsa y la persona puede no existir, entonces hay que tener cuidado y tratar de chequear toda la información posible antes de pagar".

El fraude electrónico creció considerablemente durante la pandemia porque, debido al aislamiento obligatorio, muchos comenzaron a comprar por Internet, comportamiento que no mostraban antes de la emergencia sanitaria.

"Una vez que la gente pudo salir otra vez, no dejó de comprar en Internet. Además, cada vez hay más comercios que cierran y siguen vendiendo por Internet, por eso el fraude digital va a continuar en aumento. Hay un montón de objetos de deseo que, cuando la importación está limitada, como en nuestro país, se compra en la red".

Bandas "organizadas"

En Argentina hay bandas "organizadas" autoras de este delito. Y esta investigación es prueba de ello.

"Hay personas individuales y organizaciones delictivas. Para montar más de 50 cuentas de Instagram falsas (ya dadas de baja), conseguir las cuentas destino y subir contenido, necesitás gente organizada. Es un perfil de gente más joven, que ve la posibilidad de hacer plata con facilidad", dijo el fiscal. 

"También hay bandas internacionales, pero las que se detectan en Instagram, en general, son locales".

A través de esta megaestafa creaban cuentas en Instagram que simulaban ser comercios oficiales de venta de muebles, artículos gamer, tiendas de zapatillas, ropa para bebés y tickets para espectáculos.

En este caso, entre los 14 procesados confirmados figura el bailarín de la cantante Tini Stoessel, Axel Brian Egestti, imputado como uno de los jefes de la presunta asociación ilícita integrada en su totalidad por argentinos.

Para dar apariencia lícita a la operatoria, los estafadores (9 de ellos procesados con prisión preventiva) se habrían valido de una sociedad comercial legalmente constituida y de un domicilio ubicado en el barrio de Puerto Madero.

Desarticulación

El desmembramiento de la organización criminal se concretó gracias al cruce de las direcciones IP, las transferencias hechas desde las cuentas de destino a otras billeteras virtuales administradas por los imputados -con saldos millonarios- y las relaciones en sus redes sociales que la UFECI pudo documentar.

Luego de estas tareas investigativas, la justicia Nacional en lo Criminal y Correccional ordenó 19 allanamientos simultáneos en los que se detuvo a 9 personas.

 

 

Después le dictó la preventiva a Egestti y a 8 acusados más como coautores de los delitos de asociación ilícita y estafas reiteradas en 894 oportunidades. Por los mismos ilícitos procesó sin preventiva a otras cinco personas, según se informó en el sitio fiscales.gob.ar

A cuatro de los imputados se los procesó además por lavado de activos agravado y la justicia trabó embargos por 250 millones de pesos.

Más de 2 años de investigación

Interacción. En abril de 2021, la UFECI comenzó a compilar reportes de estafados al comprar muebles por medio de la cuenta de Instagram @OtokiDeco. La unidad contactó a las víctimas y creó el perfil @otokideco_estafa, con el que interactuó con más afectados. Judicializaron 71 casos.

Reportes. Después la UFECI recibió nuevos reportes sobre otros perfiles en esa red social, donde ofrecían los mismos productos.

Recitales. También se estableció que la presunta asociación ilícita habría estafado a 24 personas en la compra de entradas para recitales musicales, entre los que se incluye un show de Stoessel.

Tiempos. La investigación duró más de dos años y participaron tres fiscales.