Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Calle Panamá: modelos de fulget, variedad de chalés y parrillas en lo alto

Una variedad de chalés se impone en el paseo, jardines, tejas y ladrillos. Pero siempre hay más para ver. Cada cuadra, cada esquina, cada pasillo.

Un recorrido de pocas cuadras por calle Panamá permite disfrutar de una interesante variedad de chalés, en una calle que es parte del barrio universitario y que ha logrado mantener una fisonomía que se adivina propia de la década del 60.

Con esta tipología pintoresca conviven otros estilos, desde una casa que se acerca al neoplasticismo, una muestra maravillosa del uso de un revestimiento estrella de los 60 y un particular habitante de los techos que da testimonio de la época fundacional de la televisión.

Fulget: piedritas y colores

De moda en los 60, el fulget es un revestimiento muy particular que, junto con la venecita, alcanzó gran auge en la terminación de viviendas barriales. Además de su resistencia al desgaste, el material permite la combinación de colores y la realización de guardas y dibujos. En nuestra ciudad hay muchos ejemplos de esta propuesta y la esquina de Panamá y Primera Junta resume de gran manera los alcances del material.

San Juan y Primer Junta, terminación con fulget

Se trata de un mortero decorativo, al que se le agrega piedra de pequeña granulometría –también podía llevar vidrio—, marmolina de colores y a veces mica. Se aplica sobre el revoque grueso, con llana, y antes de hacerlo se marcaban en el revoque los dibujos a realizar. Su resistencia al desgaste se puede apreciar en cada obra en la que se lo ha utilizado.

Una variada terminación, con variedad de colores, juego de guardas y el tratamiento de la chimenea combinando verde, amarillo y rojo.

Otras muestras en el uso del material, con tratamientos más tranquilos y combinación de colores. Una casa en planta baja y otra de dos pisos que se impone con su balcón curso sobre la vereda con un color más fuerte.

Lo pintoresco a cada paso

“Chalet: vivienda de madera con un tejado en pendiente y con alero sobresaliente, común en Suiza y otras regiones Alpinas”. Diccionario Merriam-Webster

Se advierte luego en las cuadras una interesante sucesión de chalés. Esa pintoresca vivienda de techos inclinados con tejas, pared de ladrillo o revoque. Algunas versiones mencionan que el nombre deriva del francés “chaletet”, que significa “pequeño castillo”. Un modelo de vivienda que comenzó siendo de veraneo y se terminó imponiendo en los barrios. Los hay de distintos tipos: Normando, vasco, californiano, Mar del Plata, suizo. Los iguala el lenguaje, las tejas coloniales de terracota, los techos a dos aguas, los cercos vivos o de mampostería, la madera madera, el ardín en el frente.

Todos se mantienen en buen estado, suman algunas columnas revestidas en piedra, simulan con un revoque escalonado la presencia de maderas en el frente y si no hay cubierta inclinadas una fila de tejas las dibuja sobre el muro de frente.

Formas de diseñar

“La arquitectura debe pertenecer al entorno donde va a situarse y adornar el paisaje en vez de desgraciarlo”. Frank Lloyd Wright

Como toques diferentes de la cuadra, se enfrentan, calle por medio, dos propuestas de viviendas multifamiliares, las mismas que se multiplicaron por todo el barrio pero que en esta calle apenas dejaron dos modelos, ambos en esquina, completamente diferentes.

Uno que apostó al color y al ladrillo, una resolución que presta poca atención a la esquina, donde los vacíos son pocos y aparecen distintos tamaños de aberturas. Hay varias puertas de ingreso y un remate muy poco elaborado

A los pocos metros una propuesta más racional, cercana al minimalismo, de contundente negro y vigas marcando la separación de pisos y el remate. Los retiros sobre la línea municipal permiten generar veredas anchas y que la obra no resulte agresiva con el peatón.

Cerrando el paseo, aparece una casa que suma plasticidad. De líneas modernas, con un juego de paredes salientes con cierta inclinación y un leve toque de color amarillo en algunos bordes y aristas. La puerta es casi un cuadro abstracto, que de algún modo sugiere un Mondrian.

 Alta en el cielo, una parrilla de TV

Un detalle final de este recorrido. Al levantar la mirada se advierte que sobre varias viviendas han sobrevivido las viejas antenas de televisión, esa suerte de parrilla de aluminio colocadas en lo alto y orientadas hacia el lugar de emisión de los canales. Un cable llegaba desde allí hasta el aparato, blanco y negro, dos canales, sin control remoto.

El viento solía desacomodarla y había que subir al techo para moverla hasta lograr que la pantalla no mostrara “lluvia”. Una presencia para contarle a las nuevas generaciones como empezó la historia técnica de la caja boba.

Final

A pesar de estar ubicada entre dos calles tan transitadas como Zapiola y la avenida Alem, el tramo recorrido de Panamá es por demás tranquilo, barrial y bucólico, arbolado y de un paisaje por demás atractivo.

El nombre de la calle, se sabe, refiere a ese país de Centroamérica, famoso por poseer una de las obras de ingeniería más destacadas del siglo XX, un canal de 82 kilómetros que permite a unos 14 mil buques cada año pasar del océano Atlántico al Pacífico o viceversa, con el pago de un canon de 100 mil euros..