Bahía Blanca | Martes, 01 de julio

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Polla: "Nuestro mejor refuerzo es el crecimiento de los juveniles"

Con jugadores que vienen empujando, en Alem continúan apostando al desarrollo sin sacar el foco de los objetivos iniciales en el torneo de Primera.

 

 

Polla contó la metodología de trabajo. Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Twitter: @rodriguezefe

Instagram: ferodriguez_

 

En Alem siguen las mismas caras. ¿Pudo haber cambios? Sí. Aunque fueron los propios jugadores con chances de emigrar quienes decidieron terminar el torneo de Primera, que se reanudará el 2 de marzo.

“La mayoría de los chicos que pasaron a U23 tuvieron propuestas del Federal y alguno de Liga Argentina. Pero están muy comprometidos, y en una decisión de cada uno, entendieron que por ahora no era el momento. Por lo tanto, se quedaron todos”, explicó el entrenador Mauro Polla.

En consecuencia y tal cual había acordado con la dirigencia, el DT mantuvo la postura de no sumar ningún refuerzo si continuaban todos y el objetivo institucional de mínima seguía siendo conservar la categoría con la mayoría de jugadores del club.

—¿Lo que se jugó hasta ahora te dio la tranquilidad necesaria para no querer sumar jugadores?

—No es por tranquilidad, porque si bien considero que tenemos algún puntito más que otros (están quintos), los siete partidos que quedan son ganables o perdibles. La decisión fue por un tema de objetivos. Así como estamos tenemos para mantener la categoría, que es el objetivo, inclusive, creo que se puede estar un poco más arriba. Y como de movida era apostar al desarrollo de los chicos, la idea fue no sumar a nadie para evitar que los tape.

—¿Cómo se logra el equilibrio en esto de apostar al desarrollo y hoy saber que, tal vez, con un poquito más pueden dar un salto en las posiciones?

—Primero estando muy convencido de los objetivos planteados. Si bien al principio el torneo nos ubicó un poquito más arriba, no nos desenfocamos del objetivo inicial, porque también podía pasar de perder varios partidos y caer en las posiciones. Pasa por saber el plan a desarrollar, que en este caso es multianual, porque los chicos ya vienen sumando minutos en los últimos años. Y, por otro lado, el mercado hoy no te ofrece un jugador que sumándolo te asegure la punta. Tenemos muy en claro que nuestro mejor refuerzo es el crecimiento de los juveniles. Año a año vienen sumando más protagonismo, más tiros y más minutos, siempre bien acompañados por los mayores. Todo esto ayuda a no sacar el foco más allá de si nos va bien o mal.

—Es natural que estos juveniles, en la medida que crezcan, en Alem vayan encontrando su techo. Este año decidieron quedarse, tal vez a futuro el club tenga que tomar una decisión de participar en otro nivel para mantenerlos, ¿no?

—Sucedió hace tres temporadas, cuando Valentín Forestier, Lautaro Cavero y Patricio Zapata optaron por ir a jugar la Liga de Desarrollo. Después, dos volvieron y Valentín siguió en la Liga. Es natural que si como club no podés ofrecer nada superior, el chico que está inquieto por probar pretenda emigrar. Sí, ante cada consulta que hacen se habla, se evalúa cada caso en particular y se aconseja en beneficio del jugador. Porque no siempre es bueno irse. Hay que ver el contexto. La primera recomendación es andá, entrená, conocé y después volvemos a charlar. Aunque nunca decidimos nosotros.

—¿Esta realidad genera charlas y evaluaciones con los dirigentes respecto de jugar en otro nivel o mantienen como objetivo seguir desarrollando jugadores dentro del ámbito local?

—Hasta ahora no hubo ese intento de reformular objetivos. Pero viendo los chicos que fueron creciendo y asumiendo roles, hay que volver a mirar, hacer un diagnóstico y evaluar. Hoy el equipo está representado con chicos del club y, sobre todo, del barrio. Por eso, hay jugadores que mientras quieran quedarse en Alem van a tener su lugar. Eso sí puede tapar, en algún momento, a chicos que pretendan asomar la cabeza.

—Con el desarrollo del jugador como objetivo, aunque participando de una competencia exigente, ¿cómo es el trabajo diario para no caer en el exitismo del resultado inmediato?

—Creo que una de las principales diferencias cuando trabajás con un equipo mayor, donde el único objetivo es ganar, está en el margen de error que podés darle al jugador. A un jugador que está en crecimiento y le prohíbo en absoluto algo que hoy no le sale tan bien, es muy probable que dentro de cinco años tampoco le salga bien. En cambio, si hoy tenemos paciencia ante el error y paciencia cuando ejecute algo que no domina del todo, tanto en el entrenamiento como en el partido, eso sí probablemente lo lleve a que pueda hacerlo bien dentro de cinco años. Después va en la decisión de cada entrenador y en la apertura de cada uno, en cuanto a qué margen le doy. Con los más chicos yo fomento el error; que el problema siempre sea tener que frenarlo y no empujarlo para que avance.

—¿Cuánto te condiciona el resultado del partido para otorgar libertades dentro del sistema de juego?

—Si bien todos los rivales son distintos, en la semana miramos videos y retocamos distintas cosas para cada juego, nuestra manera de jugar es la misma, contra el bicampeón o frente al último. A su vez, el juego rápido es lo que más sienten los chicos y les calza muy bien. Ven que en las mejores ligas, más allá de la distancia, se va por ese lado. Inclusive, es con lo que más pueden llegar a disminuir la diferencia de experiencia con un mayor. Eso, al mismo tiempo, te lleva a equivocarte más, porque es más difícil ejecutar a mucha velocidad que en cámara lenta.

—¿Este sistema es el que les permite hoy estar por encima de siete equipos, a pesar de contar con un plantel joven?

—Creo que tuvimos un muy buen inicio. Fue importante que el equipo fuera casi el mismo de años anteriores y que veníamos trabajando con los juveniles hace tiempo. Pudimos plasmarlo en la primera ronda, tuvimos varios finales cerrados y la taba cayó para nuestro lado, esperemos seguir por el mismo camino, sabiendo la importancia que tiene cada juego de los siete que quedan.

—Si bien se plantearon con los dirigentes mantener la categoría, ¿como equipo qué objetivo se fijaron?

—El objetivo con los jugadores lo hablamos a principio de temporada. Cada uno me fue diciendo su objetivo personal y grupal. Eso lo anoté. Y varios de esos objetivos te diría que ya los estamos cumpliendo, porque hablaban de estar comprometidos, no solamente desde la palabra. Si uno trabaja con compromiso y va para adelante, te genera mucha confianza y seguridad, frente a las buenas o las malas. Hoy estamos viendo si podemos meternos en los puestos de arriba y pelear una localía en los cruces.

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