Aleksoski asumió que Napostá se armó para ser finalista y contó en que cambió como DT
Los de la Avenida Alem son los actuales punteros de Primera y se ilusionan con el campeonato. Su técnico y una mirada por dentro.
Ingresó en La Nueva Provincia en 1995. Trabaja en la sección Deportes y fue colaborador en Regionales y Locales de este mismo medio. Se especializa en básquetbol. Formó parte del staff de la revista Encestando y Zona de Básquet durante 10 años. Tuvo experiencia en el programa Radial Contrabásquet, en Radio La Red.
Twitter: @rodriguezefe
Instagram: ferodriguez_
Napostá es el equipo que puede estar más tranquilo esperando la reanudación por ocupar el primer lugar en el torneo de Primera o, contrariamente, el más inquieto, sabiendo que es el año de la revancha, por la final perdida en 2019 y la eliminación en semis en la última temporada. Y no le esquivan a la responsabilidad: “El equipo se armó para jugar la final”, asume el técnico Sebastián Aleksoski.
Un plantel experimentado (“un Sub 30”, resume el DT), que volvió a entrenar y con buenas respuestas desde lo físico, ilusiona para lo que resta del torneo, que se reanudará el 2 de marzo.
—Me imagino que, considerando el promedio de edad, les conviene jugar una vez por semana.
—En ese sentido sí, pero la verdad que a los jugadores y a nosotros nos gustaría jugar dos veces. Se hace muy larga la espera del próximo partido. Obviamente que si ganás es más llevadero. Pero jugás el jueves, el viernes hacés un regenerativo para liberarlos el fin de semana y recién volvés el lunes. Hay que trabajar mucho con la cabeza y la motivación, principalmente con los jugadores más grandes, porque si bien quieren recuperar, pretende jugar más que entrenar.
—Contar con jugadores experimentados, sumado a que están primeros y algo holgados, ¿te complica o te facilita el día a día?
—Con el tiempo y, básicamente con este equipo, fui aprendiendo en la toma de decisiones, y una fue darle mayor libertad al jugador. Obviamente, me lo permite la calidad, edad y experiencia de estos jugadores. Y me dio resultados desde lo deportivo y personal. Me siento muy contento por la decisión y por la seriedad con la que tomaron esto los jugadores. Dentro de esa libertad, lógicamente, se les da un orden.
—¿Te referís a libertad en el juego, con una línea a seguir?
—Exacto, más que nada en la toma de decisiones, no en que resuelvan ellos. Charlamos mucho dentro del plan de juego y trabajo que tenemos. Tanto en entrenamientos como en partidos se me acercaran jugadores a sugerirme por dónde ir. Y lo tomé de la mejor manera. Antes yo no era así. Lo hablé mucho con los jugadores. Yo me cerraba mucho, era muy esquematizado, y con el tiempo, y al haber dirigido casi siempre jugadores grandes, lo fui captando.
—Si bien siempre el técnico decide y el jugador ejecuta, en este caso encontraron el equilibrio entre ambos.
—La palabra es esa: equilibrio. Es consultar y, a partir de eso, ver las opciones.
—Es que el imponer y mantenerse inflexible, a veces le sirve como excusa al jugador.
—En mis comienzos no era que moría con la mía, pero no tenía la capacidad para entrarle al jugador y decirle las cosas de otra manera. Con el tiempo, el cambio me ayudó a crecer como entrenador y me dio réditos, acompañado, claro, de buenos resultados.
—En esto de dirigir jugadores grandes en su mayoría y de buen nivel para el torneo local, ¿cuánto les aportás y cuánto recibís en el día a día?
—En estos años fue progresivo y lo fui madurando con el tiempo. Esto me lo planteaban antes y no encontraba la forma para que se entienda y tengamos un equilibrio. Iba un poco al choque. Ahora, se busca la solución en función del equipo. Por eso, en este sentido hoy me dan más los jugadores de lo que yo les aporto. En el día a día se me está haciendo fácil.
—¿Cómo manejás la exigencia en el día a día, con un equipo grande que puede tender a regular?
—Tuve que aprender a la fuerza. En algunos casos, hay jugadores que tienen horarios rotativos de trabajo y mi función es no permitir que el equipo se resienta. Algunos no aparecen durante cinco días porque están trabajando de noche. Hay semanas que determinados jugadores tienen menos participación y otras más, según la cantidad de entrenamientos. Todo está hablado y el equipo lo entendió, por eso, el día a día es muy llevadero. Obviamente ayuda la posición que estamos...
—¿A esta altura se te cruza el “no se nos puede escapar”? Viste que no mencioné la palabra campeón, je.
—Te voy a ser sincero: en nuestra cabeza está la final; el equipo se armó para jugar la final. La ilusión siempre está, no puedo decir que queremos estar entre los cuatro. Queremos y estamos preparándonos para estar en la final, después hay que jugarla. Hace dos años que nos quedamos con el gustito amargo. La final con Liniers en 2019... La semi del año pasado con Bahía Basket me pegó mucho, porque agarramos una mejor versión de Bahía Basket y no supimos resolverla.
—¿Heinrich les está dando lo que imaginaban?
—Sí. Particularmente nos dio un salto de calidad por lo que es él y lo que genera. Tuve que hablar mucho con gente conocida y allegada al club, porque cuando se sumó pensaban que nos daría 35 puntos por partido y demás, y Ramiro es otra clase de jugador. Se acopló enseguida y estoy totalmente satisfecho.
—De los potenciales rivales que van a tener arriba, ¿con cuáles considerás que no pueden fallar porque los pueden voltear?
—La verdad que es difícil de analizar. Liniers es el bicampeón y siempre se está con que es un plantel corto, pero sabe jugar con eso; Estudiantes es un rival a tener cuidado... Pueyrredón... San Lorenzo hoy es la sorpresa y no podés descuidarte... Creo que Villa Mitre, si entra entre los ocho, va a jugar con un plantel diferente. Y hay que ver en estas siete fechas cómo se define todo.
—Le llevan dos puntos al segundo y tres a los terceros. ¿Hoy juegan con la obligación de quedarse con el número 1?
—Desde que llegué al club siempre quise ver a Napostá en el 1. Ahora lo estamos y queremos terminar ahí. Con este formato de torneo lo único que varía entre el 1 y el 2 es la localía. Es importante. El primer rival es San Lorenzo (segundo) y ganando creo que tenemos muchas chances de quedarnos con el 1. Estamos apuntando a ese partido.
Un jugador, cinco técnicos y el presidente de la ABB
* El regreso de Mariano Castets: "Me sorprendió el llamado"
* Piccinini: "El equipo no estuvo sano en la competencia"
* El DT Ariel Ugolini tiene una idea fija con Estudiantes
* El desafío de Santini y Olimpo: "Podemos estar entre los cuatro de arriba"
* La frase de Morgan Freeman que empleó Navallo y una sorpresa: analiza dejar de dirigir Primera
* Luciano Deminicis y la presión en Estrella por sentir la camiseta
* Marcelo Pallotti: "Mientras la pasión supere a la razón, no vamos a crecer"