Luciano Deminicis y la presión en Estrella por sentir la camiseta

Fernando Rodríguez

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Ingresó en La Nueva Provincia en 1995. Trabaja en la sección Deportes y fue colaborador en Regionales y Locales de este mismo medio. Se especializa en básquetbol. Formó parte del staff de la revista Encestando y Zona de Básquet durante 10 años. Tuvo experiencia en el programa Radial Contrabásquet, en Radio La Red.

 

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“Volvimos bien, con ganas, vamos a ver si podemos trasladar eso a los partidos. El equipo está completo, menos Franco Cardone que decidió bajarse y con la vuelta de Federico Macías, que quiere quedarse (tras su paso por Unión de Río Colorado en el Prefederal)”.

La síntesis corresponde a Luciano Deminicis, técnico de Estrella, que desde el próximo 2 de marzo será uno de los 12 equipos de Primera que afrontarán las siete fechas que restan de la fase regular, en el básquetbol local.

—¿La posición que ocupan estaba dentro de las posibilidades?

—La realidad es que queríamos estar un poco más arriba, pero la irregularidad nos jugó en contra. Se nos escaparon partidos que, de haberlos ganado, nos tendría en una mejor posición. Ahora estamos a un paso de quedarnos entre los (ocho) de arriba y, también, de los de abajo. Entonces, con esa intranquilidad hay que trabajar para tratar de sumar la mayor cantidad de victorias. Sabemos que no nos sobra nada en lo basquetbolístico.

—¿Los partidos que decís “se nos escaparon”, a la larga terminaron siendo resultados lógicos?

—El campeonato es muy parejo, pero nosotros tenemos que hacer dos cosas que no siempre las ejecutamos como correspondían: bajarle el goleo al rival, llevar los partidos entre 75 y 80 puntos. Más, el equipo los sufre.

—No tiene capacidad para responder.

—Es así. Aparte, tenemos que hacernos fuertes en defensa, sobre todo de locales. Y la segunda es el tema de la localía. Con Villa Mitre y Estudiantes, en nuestra cancha, sin restarle mérito al rival, creo que se nos escaparon a nosotros. Eran para terminar un poco más arriba y esas derrotas nos tiraron un poco abajo.

—Considerando que Estrella viene luchando la permanencia hace tiempo, ¿se naturaliza y hasta, en algún punto eso puede jugarles a favor si caen abajo?

—Creo que pasa mucho, en ese momento, por la cabeza del jugador. Sirve porque conocemos cómo es jugar abajo, pero también tenemos la contra que la gran mayoría somos del club y queremos que Estrella esté un poquito más arriba. Tenemos material, el tema es que hay que plasmarlo en los entrenamientos y después en los partidos. Necesitamos entrenar más fuerte, estar más concentrados, hacer nuestro juego y, obviamente, no fallar en los momentos clave. Los equipos saben que tienen que apuntarle a ciertos rivales y nosotros somos uno de ellos.

—¿Notás en el día a día mayor o menor predisposición al trabajo en función de los resultados?

—Y... Sí, se nota, porque se juega una vez por semana, se hace largo cuando uno pierde y el ánimo es otro cuando se gana. Nosotros sabemos que hay partidos más complicados en los que estuvimos bastante bien, y otros con rivales a los que debemos apuntarle, y son los que más nos cuestan.

—¿Puede darse que el jugador ante un rival directo sienta más la presión y entre más relajado cuando la derrota es previsible?

—Yo creo que sí. Fue una constante en estos últimos torneos. Tuvimos buenos partidos ante rivales que uno puede pensar que están un paso arriba y cuando tenemos que jugar esos partidos que valen cuatro puntos al final del campeonato nos cuesta un poco más. Igual, uno se pone contento cuando le gana a los de arriba. Y este año, sacando a Napostá, los que ganamos o perdimos lo hicimos jugando, lo cual es bueno. Eso nos da la pauta que no estamos lejos de ninguno.

—Hoy se ubican novenos, tienen un punto arriba a Bahiense y Olimpo, están igualados con Villa Mitre, aunque con ventaja en puntos, y abajo a Bahía Basket y Sportivo. ¿Le apuntan a alguno en particular?

—No. Nos quedan siete partidos y tenemos que apuntar a tratar de lograr la mayor cantidad de victorias. El resto, no es un tema que podamos manejar.

—¿Te genera tranquilidad que los jugadores hayan respondido las veces que les tocó jugar por la permanencia?

—Ayuda, pero la tranquilidad recién la sentís cuando el equipo se queda en Primera, ya sea entrando entre los ocho o ganando abajo. Sí puede ser que ayude, en parte, que los jugadores saben cómo jugar la permanencia, pero a la vez, sienten la camiseta y eso genera una presión, porque son conscientes de lo que costó ascender a Primera.

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