Diario de viaje: el vestuario accesible y el recorrido con las mexicanas
Los XIX Juegos Panamericanos de Chile ya dejaron mil anécdotas y aún queda mucho por delante.
Nació en Bahía Blanca el 11 de febrero de 1986. Periodista. Trabajó durante una década en Gente de Básquet e integró el departamento de prensa de varios clubes. En La Nueva desde 2013. Asistió a los Juegos Olímpicos de Río 2016, a los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018, a los Juegos Suramericanos de la Juventud Rosario 2022, a los Juegos Suramericanos Asunción 2022 y a los Juegos Panamericanos Santiago 2023, entre otros.
A medida que pasan los días, todos vamos sacando conclusiones de lo bueno y lo malo del evento. En este caso, de los Juegos Panamericanos organizados por Santiago.
Más aún, nosotros los periodistas. Muchas veces críticos en demasía.
En ese sentido, me gustaría destacar hoy dos puntos salientes.
El primero tomó dimensión el día de la ceremonia de apertura ya que las delegaciones llegaron desde la Villa Panamericana al Estadio Nacional en metro. Esa línea, la 6, es nueva y quedará como parte del legado de los Juegos para todos los santiaguinos.
En ese sentido, es habitual encontrar atletas utilizando el subte para dirigirse a los lugares de competencia aún contando con servicio oficial de colectivos. Y hoy, por ejemplo, cuando fui a ver a Los Leones, compartí vagón con el seleccionado femenino de hockey que iba a alentar a su par masculino.
El otro ítem a destacar es la cartelería inclusiva.
Como podemos ver y escuchar en el ejemplo acá abajo, al margen de estar escrito en castellano, inglés y braille, los letreros vienen con un código QR que, al escanearlo con el teléfono móvil, ofrece las indicaciones en un mensaje de audio (también en español e inglés).
Son apenas dos aspectos positivos de muchos que iremos destacando día a día desde Chile.
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