Bahía Blanca | Viernes, 17 de mayo

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Lula da Silva asumió como presidente de Brasil

Estuvo acompañado por una multitud de personas en la Explanada de los Ministerios, en la capital Brasilia.

Lula da Silva asumió como presidente de Brasil.

   Luiz Inácio "Lula" da Silva prestó juramento ante el Congreso y tomó posesión como nuevo presidente de de la República de Brasil.

   "Prometo mantener, defender y cumplir la Constitución, observar las leyes, promover el bien general del pueblo brasileño, sustentar la unión, la integridad y la independencia de Brasil", afirmó Lula ante el titular del Congreso senador

   El mandatario recibió una ovación del público reunido en el Plenario del Parlamento.

   Asimismo prestó juramento como vicepresidente, Geraldo Alckmin.

   También se realizó un minuto de silencio en memoria de "Pelé" y del Papa Emérito Benedico XVI, fallecidos el jueves y sábado últimos.

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   El ahora presidente de Brasil celebró la “victoria de la democracia” que le permitió ganar las elecciones de octubre a pesar de las “amenazas” de la ultraderecha que aún no acepta su triunfo.

   “Si estamos aquí es gracias a la conciencia política de la sociedad brasileña”, declaró Lula ante el Parlamento, en su primer discurso después de haber jurado como nuevo presidente de Brasil.

   “Fue la democracia la gran victoriosa”, que “superó” las “más violentas amenazas a la libertad del voto”, apuntó en alusión a la campaña contra el sistema de votación desatada por el ahora expresidente Jair Bolsonaro.

   “Bajo los vientos de la redemocratización decíamos: ¡dictadura nunca más! Hoy, tras el terrible reto que hemos superado, debemos decir: ¡democracia para siempre!”, aseguró el mandatario. Además, adelantó que hoy mismo firmará medidas de reorganización de las estructuras del Poder Ejecutivo “para que el Gobierno vuelva a funcionar de forma racional, republicana y democrática”.

   “El mandato que hemos recibido, frente a adversarios inspirados en el fascismo, será defendido con los poderes que la Constitución confiere a la democracia. Al odio responderemos con amor. A la mentira, con la verdad. Al terror y a la violencia responderemos con la Ley y sus más duras consecuencias”.

   “A lo largo de esta campaña electoral vi brillar la esperanza en los ojos de un pueblo que sufría, como consecuencia de la destrucción de políticas públicas que promovían la ciudadanía, los derechos esenciales, la salud y la educación”, afirmó.

   “Se demostró que sí era posible gobernar este país con la más amplia participación social, incluyendo a los trabajadores y a los más pobres en el presupuesto y en las decisiones de gobierno”, agregó.

"Lula" da Silva junto a su esposa Rosangela da Silva, el vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, y su esposa María Lucía Ribeiro Alckmin.

   Lula sostuvo que “se ha demostrado que un representante de la clase trabajadora sí podría dialogar con la sociedad para promover el crecimiento económico de forma sostenible y en beneficio de todos, especialmente de los más necesitados”.

   Luego advirtió: “El diagnóstico que recibimos del Gabinete de Transición es terrible. Los recursos sanitarios se han vaciado. Han desmantelado la educación, la cultura, la ciencia y la tecnología. Destruyeron la protección del medio ambiente. No dejaron recursos para comidas escolares, vacunación, seguridad pública”.

   El mandatario prometió ayudar a los que más lo necesitan: “Ninguna nación se ha levantado ni puede levantarse sobre la miseria de su pueblo. Este compromiso empieza por garantizar un Programa Bolsa Familia renovado, más fuerte y más justo para atender a los que más lo necesitan”.

   Adelantó que las primeras acciones del Gobierno tendrán como objetivo “rescatar a 33 millones de personas del hambre y rescatar de la pobreza a más de 100 millones de brasileños que han soportado la carga más pesada del proyecto de destrucción nacional que hoy termina”.

   También enarboló como objetivo primordial lograr la deforestación cero en la Amazonia y la emisión cero de gases de efecto invernadero en la matriz eléctrica, además de estimular la reutilización de pastos degradados. “Brasil no necesita deforestar para mantener y ampliar su frontera agrícola estratégica”, afirmó.

   “Crear, plantar y cosechar seguirá siendo nuestro objetivo. Lo que no podemos aceptar es que sea una tierra sin ley. No toleraremos la violencia contra los más pequeños, la deforestación y la degradación del medio ambiente”, agregó.

   Aseguró que esta era una de las razones, pero no la única, de la creación del Ministerio de Pueblos Indígenas: “Nadie conoce mejor nuestros bosques ni es más eficaz para defenderlos que quienes estuvieron aquí desde tiempos inmemoriales. Rebocemos todas las injusticias cometidas contra los pueblos indígenas”.

   Lula anunció asimismo la refundación del Ministerio de la Mujer “para demoler este castillo de desigualdad y prejuicios”: “Es inaceptable que las mujeres cobren menos que los hombres por el mismo trabajo. Es inaceptable que sean acosadas impunemente en la calle y en el trabajo. Que sean víctimas de la violencia dentro y fuera del hogar”.

   Finalmente, el nuevo presidente de Brasil se comprometió a “retomar la integración” en América Latina para tener “un diálogo activo y altivo” con las otras regiones del mundo.

Mientras Lula daba su primer discurso, miles de personas esperaban fuera del congreso para el megaconcierto de cierre de ceremonia.

   “Retomaremos la integración a partir del Mercosur, con la revitalización de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y otras instancias soberanas” que existen en Latinoamérica, declaró.

   También garantizó que su Gobierno fortalecerá la cooperación con el foro BRICS, que Brasil integra junto con Rusia, India, China y Suráfrica, y tenderá puentes con África y el mundo en desarrollo, sin descuidar sus relaciones con Estados Unidos o la Unión Europea (UE).