Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

“En la escuelita les inculcamos valores, después los niños despliegan sus alas”

Rubén Ullmann está a cargo de “Pequeños Gigantes”, chicos de 5 a 14 años que participan de la Liga Municipal. En el barrio Vialidad proyectan sus sueños.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

   El portón está abierto. De a poco, un grupo de chicos va entrando, mientras otros ya reunidos en un círculo escuchan atentamente las órdenes del profesor.

   Cae la tardecita en Ingeniero White y, antes que el sol se esconda, los pibes que representan a la escuelita de fútbol “Pequeños Gigantes”, que funciona en el barrio Vialidad, inician su entrenamiento en un terreno de grandes dimensiones donde prevalecen dos arcos con medidas reglamentarias y otros dos, más pequeños, armados para la ocasión.

   Allí se juntan las categorías 2012 a 2017 (baby 1 y 2).

   “Entramos en el tercer año desde la creación de la escuelita, que arrancó con los amigos de mi hijo (Emiliano) entrenando en mi casa. Estábamos en plena pandemia y se fueron sumando chicos en situación de calle”, dijo Rubén Ullmann, el ideólogo del proyecto.

    Del hogar se trasladaron a la placita ubicada detrás de la Escuela N° 58.

    “La fuimos acomodando, le anexamos arcos y los accesorios para jugar. Se fueron sumando chicos de 5 a 14 años hasta conformar los planteles. Así pudimos ingresar a la Liga Municipal”, contó Ullmann.

    --¿Cómo lograste atraer a los chicos?

    --Por los comentarios, de boca en boca. Acá no se cobra cuota, lo que se hace es a pulmón. A la gente del barrio le gustó la idea, tenemos un grupo de padres que apoyan desde los inicios. Algunos no tenían zapatillas, entrenaban en chinelas. Conseguimos botines donados por gente del barrio, es algo que se mantuvo con el tiempo”.

    --¿Por qué el color verde predomina en la elección de la casaca?

    --Fue elección de los chicos. Hicimos una rifa, pudimos comprar las camisetas para todos los chicos. Contamos con el respaldo de la Agrupación 21 de Diciembre (Seamara). El resto es colaboración de cada papá, especialmente cuando se juntan unos pesos para poder ofrecerles una leche después del entrenamiento.

   “Hoy estamos necesitando conitos, tortuguitas y pelotas, porque hace un mes nos robaron los balones. Las cinco pelotas que tenemos las donó el club Libertad”.

   --¿Hacen de local en un predio prestado?

   --Sí. El predio es del SUPA, donde hacemos de local cada 15 días. Cuando nos toca viajar lo hacemos en un colectivo de la Liga Municipal o con los autos de algunos padres. La idea es permanecer acá hasta contar con el predio propio, porque contamos con un terreno en la calle Maestro Piccioli 3164, aunque todavía no está listo porque necesitamos que nos rellenen con tierra y lo nivelen.

    --¿Qué los motiva a seguir adelante?

    --El entusiasmo de los chicos nos compromete. Hace dos meses ganamos un torneo de baby con las categorías 2008/09 –copa de plata- en el complejo de Villa Mitre. Ahora estamos participando en la Copa de Oro.

    “Y como es fútbol mixto contamos con chicas en las dos categorías. Ellas son: Yarol (13 años), Jasmín (8), Milagros (9) y Jazmín (13). También competimos en fútbol femenino en la liga barrial, con chicas de 18 a 35 años”, señaló.

    --Seguramente los chicos que se destacan terminan en alguno de los clubes de White.

    --Me ha pasado, pero lo veo bien porque es un avance para ellos. Mi función es inculcarles valores, respeto por los compañeros y el rival. Huracán, Comercial y Libertad  son clubes cercanos que pueden nutrirse de nuestros chicos.

   --¿Existe alguna regla que hay que respetar a rajatabla?

   --Les pido el boletín de calificaciones para ver cómo van. Si hay notas bajas paran un par de entrenamientos. Y da resultado, porque ven a sus compañeritos jugando y entienden el mensaje.

    Lunes y martes están destinados a trabajos físicos, los miércoles a trabajos con pelota y los jueves los famosos picados.

    “Es mi rutina diaria. Fui jugador de fútbol (en Comercial y Olimpo) y de futsal, pero siempre me motivó la enseñanza. Me propusieron trabajar en Comercial, aunque desistí porque iba a perder todo este encanto de estar con mis chicos”, reveló.

    “Acá todos sin iguales, aunque jugadores como Máximo, (12 años) que pasó la prueba en Boca y le están haciendo un seguimiento; o Tobías, un diez creativo que la rompe en cada partido, nos enorgullecen”, remarcó Ullmann, quien también destacó el trabajo de Ariel Sullivan y Agustín Bossio, a cargo de la preparación física.