Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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UCR y UNS, dos ásperas elecciones cada vez más cercanas

El radicalismo irá a internas y empezará a mostrar sus intenciones de cara a 2023. En tanto, la universidad más importante de la región definirá nuevas autoridades en un clima político siempre tenso.

Foto: Archivo La Nueva.

Maximiliano Allica / mallica@lanueva.com

   A la espera de un 2023 electoral hiper caliente, este fin de año en Bahía Blanca habrá dos comicios que también prometen alta temperatura. El primero, porque permitirá prefigurar posicionamientos internos de uno de los principales socios de Juntos por el Cambio, la UCR. El segundo porque definirá uno de los cargos de mayor prestigio institucional a nivel regional, el rectorado de la Universidad Nacional del Sur, que además representa el manejo del segundo presupuesto público más importante de la ciudad luego del que administra el Municipio.

   El radicalismo irá a internas el 13 de noviembre, un año y medio después de las realizadas en marzo de 2021. Estas últimas se debían haber realizado en noviembre de 2020 pero se postergaron por la pandemia y ahora es tiempo de reacomodar el calendario. Se elegirán autoridades del comité de la PBA y de cada uno de los comités locales en los 135 municipios.

   A esta elección hay que mirarla desde dos planos. Por un lado la puja provincial y, por el otro, la pelea por el control del comité bahiense, sobre todo conociendo la afición de los radicales a las internas.

   En este momento domina la idea de que en Provincia se hará todo lo posible para tener una lista de consenso, a diferencia del año pasado, cuando compitieron las líneas del diputado bonaerense Maximiliano Abad (finalmente ganador) con la del intendente de San Isidro, Gustavo Posse.

   La intención es que tanto las columnas de uno y otro, sumando a los dirigentes alineados con la vertiente Evolución que dirige el porteño Martín Lousteau, acuerden una boleta representativa de todos los sectores, probablemente con el propio Abad a la cabeza. Los radicales, de este modo, tratarían de evitar un fuerte desgaste proselitista que necesariamente se extendería a todo el territorio de Buenos Aires.

   Si la unidad se consigue, es esperable que en muchos de los 135 distritos el esquema se repita, aunque no es obvio que eso ocurra en todas partes. ¿Y en Bahía? La unidad, a esta hora, no se encuentra garantizada.

   En las últimas elecciones hubo tres listas. Ganó la encabezada por los "abadistas" Emiliano Alvarez Porte y Silvina Cabirón por sobre las dos boletas "possistas" de Gabriela de Nápoli y Patricia Pisergilli, esta última sostenida entre otros por Martín Salaberry. Fue una lucha ácida, ya que si bien se impuso el hasta entonces titular del comité Alvarez Porte, no reunió el 55% de los votos establecidos por estatuto para mantener él la presidencia y sus adversarios presionaron para que delegue el cargo en su compañera de fórmula, Cabirón.

   De hecho, poco después, Porte se terminó yendo de la comisión directiva en términos no muy buenos con varios de sus correligionarios. Y hoy cultiva la transversalidad, respaldando las aspiraciones de Gobernación del amarillo Cristian Ritondo, a la vez que prepara su lanzamiento a la carrera por la intendencia. Alejado del comité, el exsecretario de Seguridad se mantiene en compañía de diversos radicales como la concejala Gisela Caputo, pero la transversalidad está tan pronunciada que ayer Caputo confirmó su alineamiento nacional con la presidenta del Pro, Patricia Bullrich, a quien el exsecretario municipal de Seguridad había cortejado en su reciente visita a Bahía Blanca.

   Si no hay lista local de consenso en nuestra ciudad, ¿se subirá otra vez Porte a la pugna por el comité de calle Donado? Difícil.

   En la actual cúpula del comité bahiense, representada centralmente por dos concejales como la mencionada Cabirón y Pablo Daguerre, serían más proclives a trabajar por la unidad. Un nombre que cranean para lograrlo sería el del histórico Juan Pedro Tunessi. La pregunta es si están de acuerdo otras líneas internas como el Grupo Bahía Blanca de Elisa Quartucci y Facundo Arnaudo, o el propio Salaberry. En principio, parece que no, aunque las conversaciones recién están empezando.

   La presentación de listas tiene como fecha límite el 14 de octubre. Entre esta semana y esa fecha, seguramente, se barajarán miles de variantes.

   Uno de los datos más significativos de esta interna será el perfil del futuro titular del comité bahiense, sea por lista de unidad o por competencia. Puede ser alguien de mirada más acuerdista con el Pro a la hora de negociar las formas de la coalición en 2023 o una persona de carácter más inflexible, entendido esto como un dirigente que pretenda que el radicalismo tenga sí o sí un precandidato a la intendencia en las próximas PASO. A priori, la mayoría de los afiliados prefiere esto último.

   Visto desde hoy, no la tiene nada fácil la UCR de cara al año que viene. Su gran promesa nacional Facundo Manes, el hombre que podría disputar la presidencia con esa camiseta, tomó cierta distancia de la estructura orgánica del partido. Esto se vio, por ejemplo, cuando fue el único diputado de JxC que no firmó el pedido de juicio político al presidente Alberto Fernández tras la polémica declaración sobre los fiscales Diego Luciani y Alberto Nisman.

   Más aún: en los comandos centrales de la UCR existe una idea --para cuya definición final, por supuesto, falta mucho-- de que los radicales no pondrán un aspirante a la presidencia pero sí tendrán los vices en las fórmulas que encabecen los amarillos Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta en las próximas elecciones primarias.

   Al mendocino Alfredo Cornejo se lo ve cada día más cercano a Bullrich, a quien acompañó en un reciente acto en San Juan. Y mucho se habla de que el jujeño Gerardo Morales secundaría a Larreta. En este escenario, Manes queda parado en un lugar complejo. Y, de ahí para abajo, también quedarían mal pisados muchísimos radicales con pretensiones en todo el país.

   Si la PASO presidencial de Juntos por el Cambio se da entre Larreta y Bullrich, sin ningún radical como punta de boleta, ¿de dónde se agarraría un postulante boina blanca distrital? A simple vista, los aspirantes a intendente se quedarían huérfanos.

   De todos modos, hay que ver. No es imposible un escenario de dos listas presidenciales (Bullrich y Larreta) y, por caso, cuatro para jefe comunal. O sea, dos acompañando a la exministra de Seguridad (supongamos, Nidia Moirano y Lorenzo Natali) y dos al jefe de Gobierno porteño (eventualmente, el lilito Andrés de Leo y Salaberry o Quartucci).

   Todas las cartas siguen en el mazo.

Daniel Vega (centro) junto a Andrea Castellano.

   La otra elección de impacto local será en la UNS. Luego del batacazo hace cuatro años del actual rector Daniel Vega, desbancando a una Lista Blanca que había gobernado durante más de dos décadas la principal casa de estudios de la región --y que luego de una reñidísima asamblea se retiró del recinto al grito de "fraude"--, este año buscará revalidar los laureles.

   La semana pasada se oficializaron las tres listas que competirán por el gobierno universitario, bajo el siguiente sistema: el 9 de noviembre es el llamado a las urnas para que voten los electores de los distintos claustros (profesores, auxiliares, alumnos y no docentes), pero ese día no se define al rector sino que se determina quiénes serán los 72 integrantes de la Asamblea Universitaria, órgano que la primera semana de diciembre se reunirá para elegir rector y vice.

   El perfil de los miembros de la Asamblea sugerirá qué lista tiene mayores chances, aunque el sistema de alianzas en la universidad es demasiado complejo y sería extraño que desde ese momento se sepa con toda certeza quién va a ganar.

   Por lo pronto, una de las listas, cuyo nombre es Acción UNS, la encabezan Vega y la exdecana de Economía, Andrea Castellano. El orden de los postulantes en las nóminas no revela necesariamente cuál será la fórmula que cada espacio propondrá en la Asamblea de diciembre, pero tira algunas pistas. Vega-Castellano es una opción firme para este oficialismo.

   Por la oposición hay dos nóminas. Una de ellas, La Red, incluye al exdecano de Medicina, Pedro Silberman, y al exrector de la UPSO, Hernán Vigier, ambos nombres de peso, pero ninguno en las principales posiciones. Las dos primeras candidatas son Elsa Estévez y María Alejandra Pupio.

Elsa Estévez

   Para muchos fue una sorpresa la designación al frente de la lista de Estévez, una prestigiosa doctora en Computación que a comienzos de este año fue incorporada como miembro del Comité Asesor Global del Centro de Tecnología en Gobierno (CTG) de la Universidad de Albany, en Estados Unidos, uno de los institutos más reconocido a nivel mundial en el uso de tecnologías en gobierno. Nadie esperaba tenerla como una potencial candidata y ahora no habría que descartarla.

   Una característica de La Red es que se trata de la opción más "progre", con varios integrantes afines al Frente de Todos. Aunque es importante aclarar que resulta muy difícil establecer líneas directas entre la política universitaria y la partidaria, ya que muchas veces en los claustros se dan ciertas mezclas.

   Y la tercera nómina que peleará por el rectorado es la tradicional Lista Blanca, que tuvo varias modificaciones desde la derrota de 2018. Los dos principales nombres aquí son del decano de Ciencias de la Administración, Gastón Milanesi, y del de Geología, René Albouy.

Gastón Milanesi

   Una especulación es que La Red y la Blanca podrían competir en las urnas en noviembre pero después aliarse en la Asamblea Universitaria de diciembre para intentar desbancar al oficialismo de Acción UNS. Inicialmente verían cómo les va en primera ronda. En función de cuál obtenga más asambleístas, luego podrían acordar una fórmula cruzada donde el sector con más representatividad ponga el postulante a rector y, el otro, a vice.

   A medida que se acerquen las fechas clave se verá mejor cómo se mueven las fichas.

   Y, hablando de elecciones durante este fin de año, va una yapa. Entre 17 y 18 de octubre habrá comicios en el gremio Aduns (Asociación de Docentes de la Universidad Nacional del Sur), hoy comandado por el combativo Sergio Zaninelli. La lista opositora, denominada Intersecciones, tiene al frente a la antropóloga e investigadora independiente del Conicet, Belén Noceti.

   Noceti, que a su vez es integrante de La Red, fue secretaria de Cultura y Extensión Universitaria durante la primera etapa del rectorado de Vega, cargo que dejó por desavenencias con la conducción, al punto que se fue a la oposición. Según se prevé, será un puja muy intensa por el control de un sindicato docente que en nuestra ciudad suele tener alto perfil por la frecuencia y el tenor de sus protestas.

   Todas estas discusiones ocurrirán mientras en el Congreso se debate el presupuesto nacional 2023, el cual, de acuerdo con diversos análisis, contendrá una reducción de fondos para las universidades públicas en el marco del ajuste que está llevando adelante el gobierno para disminuir el déficit fiscal.

   Si se confirma ese dato, probablemente el achique presupuestario se convertirá en uno de los grandes temas de campaña. ¿Se meterá la grieta en el debate electoral universitario? Tal vez.