Antonio Laje cuestionó el lenguaje inclusivo: "Populismo barato, berreta e inútil"

Redacción de La Nueva.

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   Tras el anuncio del Ministerio de Salud de la Nación de incorporar el uso del lenguaje inclusivo y "la comunicación no sexista e inclusiva en las producciones, documentos, registros y actos administrativos", el periodista Antonio Laje hizo un fuerte descargo en su programa y criticó la medida. 

   Entre los argumentos del gobierno, plantearon la necesidad de que el país se adhiera a diversos tratados internacionales sobre derechos humanos orientados a la eliminación de toda forma de discriminación y violencia.

   Además, precisaron que "el lenguaje inclusivo y no sexista refiere a construcciones lingüísticas y términos expresados de modo oral, escrito y/o visual que abonan el reconocimiento de mujeres y LGBTI+ y que no perpetúan estereotipos de género, corporales y sexuales". 

   En este contexto, Antonio Laje cuestionó con dureza este anuncio y remarcó: "Si la prioridad de un Gobierno es que sus documentos oficiales vayan en lenguaje inclusivo, es de un populismo barato, berreta y muy inútil".

   El periodista comenzó argumentando en su programa Buenos Días América su percepción de la educación, la cual relacionó directamente con la medida. "En materia educativa, en primaria y secundaria, viene en una pendiente bastante pronunciada y uno de los últimos informes que dio Argentinos por la educación contaba que solamente en tiempo y forma tan solo el 16 por ciento terminaba el secundario con los contenidos que corresponde. Es decir que de 100 alumnos solo 16 terminan en tiempo y forma el secundario",

   "Es un idioma que no existe. La solución para incluir no es cambiar una O o una A por una E, como creen en el gobierno, la única forma de inclusión es que la gente estudie y se prepare", remarcó Laje. 

   E insistió: "Que tenga acceso a la medicina, cloacas, gas natural, agua corriente. La inclusión es tener la posibilidad de prepararte, acceder a un trabajo mejor, progresar, que tus hijos estén mejor que vos y no peor". 

   "Es una burla, termina siendo una burla. En un país como la Argentina, con las carencias educativas, alimenticias y de infraestructuras que hay, estar preocupados en poner gente a redactar los documentos públicos en lenguaje inclusivo, que ni siquiera es un lenguaje que esté habilitado... es una burla. Estamos hartos de burlas",  concluyó.