Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Proyecto de dolarización: otra vieja (y mala) idea que vuelve al debate político

Renunciar a tener moneda trae mayores problemas que beneficios, al tiempo que su implementación, en el actual contexto, luce impracticable, dice un economista bahiense.

Francisco Rinaldi / frinaldi@lanueva.com

     La dolarización es una de esas tantas iniciativas que, cada tanto, vuelve a instalarse en la agenda política. De hecho, allá por el año 2001, a pocos meses de la crisis que destruyó a la economía nacional, el propio Fondo Monetario la fogoneó, algo que el mismo  Domingo Cavallo, por entonces ministro de Economía, admitió a través de un artículo periodístico.

   Ahora el impulsor del proyecto se llama Alejandro Cacece, pertenece al bloque radical que encabeza Martín Lousteau y asegura que la dolarización sería casi una obligación en un país donde nadie piensa en pesos.

   "La idea me parece horrible. Con la dolarización se pierde la posibilidad de hacer política económica para morigerear los efectos de un shock externo generado, por ejemplo, por una crisis financiera internacional, de las cuales hemos tenido varias", explicó a La Nueva. el doctor en Economía de la UNS Jorge Pazzi.

   Sin embargo, sus defensores, algunos de ellos libertarios seguidores del carismático legislador Javier Milei, aseguran que la gente ya eligió en qué moneda quiere ahorrar. Y no es el peso. Además, es la única forma de erradicar una inflación como la argentina, a estas alturas en niveles totalmente insportables.

   "Es una falacia que haya que dolarizar para tener menos inflación. Países de América Latina tienen bajas tasas de inflación y no dolarizaron. Es más, tenemos la experiencia de Perú, que tenía el 80 por ciento de los contratos nominados en dólares, inició un proceso de "desdolarización" y no solo tuvo inflación baja sino que su economía creció más que la de Ecuador, que dolarizó", recordó Pazzi.

   Pero no es todo. Una de las grandes dudas tiene que ver con la implementación de esta iniciativa.

   "Para dolarizar hacen falta reservas, algo que Argentina hoy no tiene. No solamente para cambiar todos los pesos en circulación por dólares de EE.UU. sino que, además, como el Banco Central tiene que abandonar su rol de prestamista de última instancia, si un banco argentino tiene problemas de liquidez, debería contar con unos dólares extra para evitar cualquier contratiempo", explicó.

   "Tampoco es muy claro qué se piensa hacer con las 4,1 billones de Letras de Liquidez en poder del BCRA (N de R: un instrumento que la autoridad monetaria utiliza desde hace varios años para "sacar" una parte del exceso de circulante del sistema financiero, evitando así mayores problemas inflacionarios derivados de la emisión monetaria) porque tampoco hay dólares suficientes patra convertirlos", advirtió el profesional.

   Otra cuestión es el tema del empleo. "En Argentina tuvimos una experiencia muy parecida, que fue la Convertibilidad, que generó enormes problemas de desempleo, sobre todo en la actividad industrial porque al atar al peso con el dólar había un fuerte caudal de importaciones que reemplazaba a la producción nacional. Solamente podría funcionar si Argentina tuviera una productividad laboral igual a la de Estados Unidos. Por eso creo que es impracticable en un país como el nuestro", finalizó Pazzi.