Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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¡Sorpresa!: mi amiga alemana se apareció dentro de una caja de cumpleaños

Después de 2 años de conocerse a través de una cámara de computadora, la bahiense Sofía Domenech (21) y Luna Drewke (20), oriunda de Colonia, Alemania, se vieron cara a cara.

Por Silvina Juárez / silvinabelen222@gmail.com

   

   No existen kilómetros que puedan separar la amistad. No hay banderas que puedan destruirla. Ni crianzas, ni idiomas.

   Después de dos años de conocerse a través de una cámara de computadora, la bahiense Sofía Domenech (21) y Luna Drewke (20), oriunda de Colonia, Alemania, se vieron cara a cara.

   Las dos tenían un objetivo en común, aprender el idioma que hablaba la otra.  Así que comenzaron a incursionar en la plataforma gratuita “Hello talk” y se vieron, vía web, por primera vez.

   Y hablaron. Y se escucharon. 

      Y se dieron cuenta de que podían compartir mucho más que un idioma. Así que las charlas, que al principio eran cortas y más estructuradas, se fueron convirtiendo en ratos de confidencias en los que el tiempo pasaba sin percibir horarios.

      Luna ama el castellano desde que tiene memoria. En su escuela secundaria le enseñaron inglés y francés, pero no era lo que ella quería. Así que estudió el secretariado en lenguas extrajeras, en donde pudo encontrarse con el castellano. Sin embargo ella sentía que algo faltaba. 

      Fanática del mate, del dulce de leche y de los alfajores argentinos, la joven alemana se las rebuscaba para conseguir estos productos en tiendas especiales, o los mandaba a pedir por internet. A las empanadas, por ejemplo, se las preparaba una argentina radicada en Colonia que, asegura, las elabora de manera deliciosa. De todas maneras, resulta al menos curioso que esta joven alemana conozca el Martín Fierro y se emocione al hablar de Malvinas.

      “Yo sentía que tenía que venir a Argentina, conocer a mi amiga, pisar  esta tierra del fin del mundo. Muchas veces me dijeron que no venga, que quizás no me iba a sentir bien, que era muy diferente el estilo de vida. Pero no había forma de sacarme la idea de la cabeza. Yo sentía que tenía que vivirlo”, contó durante su paso, junto a Sofía, por CNN Radio Bahía Blanca, en el programa De Palabra.

      Así que mientras Sofía no sospechaba acerca de las intenciones de su amiga, ella preparaba el viaje y arreglaba los pormenores con toda la familia bahiense que mantenía la sorpresa en absoluto secreto.

      Viajó 220 kilómetros desde Colonia hasta Frankfurt; allí se tomó un avión directo hasta Buenos Aires, voló más de 13 horas y arribó a Buenos Aires. Se tomó un colectivo y por fin llegó a Bahía Blanca.

      Las hermanas de Sofía se encargaron de recibirla y esconderla dos días. Tenían que aguantar, no podían contarle nada porque la sorpresa estaba pensada para el día del cumpleaños de la bahiense.

      Sofía es estudiante del profesorados de inglés y trabaja dando clases de ese idioma en el Colegio Thompson de nuestra ciudad. Asegura que aprender idiomas es el mejor tiempo invertido y pretende seguir avanzando en ese sentido. Pero el alemán se ganó su corazón. Quizás por aquel bisabuelo materno, de apellido Bahl, que nunca conoció pero que de alguna manera parece presente en ella y en sus ansias por conocer sus raíces. Así que empezó a estudiar alemán de manera autodidacta, de puro “guapa que soy”, ríe.

      “Claro que es un gran esfuerzo. Trabajar y estudiar para lograr el título de profesora y, además, dedicarle las horas a aprender otro idioma. Pero estoy convencida de que con esfuerzo las cosas se logran. 

      “Me encantaría conocer Alemania algún día, ese es mi sueño. Con trabajo y con fe lo voy a lograr. Hoy ese sueño, a la inversa, lo cumple mi amiga, que puede estar conmigo y conocer mi país. Pero ya nos tocará estar viviendo esta misma realidad, las dos juntas, charlando, riéndonos y compartiendo nuestra historia, del otro lado del mundo”.

   *”Trabajé y estudié a la vez, durante varios meses, para poder ahorrar y venirme a Bahía. Hubieron semanas en las que terminaba agotada. No me importaba, porque de ninguna manera  quería pedirle dinero a mi papá. Sentía que este sueño lo tenía lograr sola.” (Luna)

   * “Cuando mis hermanas me mostraron la caja, gigante, con la bandera de Alemania y con frases escritas en alemán, me imaginé miles de cosas. Tenía miedo de abrirla porque pensaba que por ahí era algo que se podía romper… ¡Tan grande! ¿Serán muchas cajas, una adentro de la otra? Nunca llegué a pensar que Luna estaba adentro”. (Sofía)

   * “Es una locura el alfajor de acá, no lo puedo creer. Estoy probando todas las marcas.” (Luna)
* “Me pasa que la gente suele decirme que los alemanes son fríos, estrictos, que no lloran, que nunca se ríen y cosas así. Me dicen que no pueden entender por qué elegí el alemán como idioma”. (Sofía)

    * “Mucha gente me decía que no iba a estar cómoda en Argentina, que  son muy diferentes, que las familias están todas juntas, no se separan nunca y que no hay tanta libertad para los jóvenes”. (Luna)

   * Cuando se retiraban de los estudios de CNN Radio, las chicas se cruzaron, apenas, con Nilo Navas, sobreviviente del ARA Crucero Belgrano y profesor de Economía, quien se acercaba a realizar su micro semanal.
Saludo mediante, Nilo entró a la cabina radial y las entrevistadas siguieron su camino.

   Los tiempos al aire no dejaron minutos para que compartieran entre los tres. Pero algo mágico sucedió. Un hilo de amor genuino, de amistad compartida, de tierras desconocidas, de idiomas entremezclados, de derribar límites, de animarse a soñar, caer y levantarse… Sentimientos que van más allá de lo que se puede explicar con la razón. Sofía y Luna, nunca se hubieran imaginado la reacción de Nilo, al ver el video en el que las dos se encontraron por primera vez. Emocionado hasta las lágrimas, conmovido por estos dos espíritus jóvenes, que tan lejos están de las diferencias. 

   * “Para nosotras, es el mayor regalo que nos podía dar. Nunca nos imaginamos que nuestra historia podría llegar a conmover a un ex combatiente. Un hombre como él, que pasó tantas cosas, que atravesó una guerra, que vivió en carne propia lo que significa la división entre seres humanos. Creemos que fue eso, vernos unidas, derribando fronteras, lo que más le llegó. Para nosotras fue un verdadero regalo, nos llenó de orgullo. (Sofía y Luna)