Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Argentina, ante un mundo de oportunidades

Agroalimentos y energía son dos sectores de importancia estratégica mundial, debido a la guerra de Rusia.

   Argentina tiene en el mediano plazo un panorama de oportunidades y dificultades económicas y sociales. La proximidad de un nuevo período electoral dificultará la capacidad para tomar las decisiones acertadas o consensuadas, que sería más o menos lo mismo. 

   Las oportunidades se pueden enumerar fácilmente ya que, por el momento son sólo dos: agroalimentos y energía, ambas de importancia estratégica mundial, en un mundo convulsionado por una impensada guerra que afecta directamente a los insumos que mencionamos. 

   Este escenario internacional, por demás complejo y variable y que nos afectará, es también una oportunidad clara porque estamos en condiciones de suplir parte de los recursos que retacea la guerra de Ucrania. 

   En este campo, el de mayor desarrollo tecnológico en las últimas décadas,  apuntalar una estrategia de valor agregado exportable para los agroalimentos,  que nos permita sostener exportaciones crecientes y de mayor valor, es una garantía de  crecimiento y de generación de trabajo genuino. 

   En el campo energético, como productor de hidrocarburos, se presenta una enorme oportunidad para desarrollar la exploración, producción, agregado de valor y comercialización de gas y petróleo. Sólo con Vaca Muerta el país tiene la oportunidad, muy cercana de alcanzar rápidamente grandes saldos exportables de productos primarios como GNL o elaborados a través del Polo Petroquímico de Bahía Blanca. 

   Consolidar la matriz energética permitirá volver a alcanzar el autoabastecimiento generar de más inversiones, aporte de innovación y tecnología, desarrollo de proveedores locales con alcance nacional y generación de empleos genuinos y calificados.

   Con sólo estos dos aspectos, Argentina en diez años estaría en condiciones de revertir la crisis de desinversión y empobrecimiento en que está inmersa, causalmente por la falta de  aporte de ideas para revertirlas y la grave falta de consenso político y social. 

   Bahía Blanca sería una de los grandes favorecidos con la implementación de estas estratégicas decisiones porque cuenta con el Puerto necesario para la salida de los saldos exportables, y con el Polo Petroquímico necesario para agregarle valor a la energía excedente. 

   Esto sin duda obligará a la ampliación de ambos sectores, con la creación de puestos calificados de trabajo y generación de riqueza.