Para este equipo de La Falda, jugar, disfrutar y compartir no tiene precio

Fernando Rodríguez

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Ingresó en La Nueva Provincia en 1995. Trabaja en la sección Deportes y fue colaborador en Regionales y Locales de este mismo medio. Se especializa en básquetbol. Formó parte del staff de la revista Encestando y Zona de Básquet durante 10 años. Tuvo experiencia en el programa Radial Contrabásquet, en Radio La Red.

 

Por Fernando Rodríguez

Twitter: @rodriguezefe

Instagram: ferodriguez_

(Nota publicada en la edición impresa)

   Jugar o no jugar. Esa disyuntiva se presentó en La Falda antes del torneo de Segunda. Sin recursos económicos, apelaron a un método diferente, haciendo una -curiosa- convocatoria de jugadores.

   "¿Estás dispuesto a pagar una cuota de $2.500 por mes durante el 2022 y $3.300 por mes hasta terminar el torneo?; en caso de responder No en la pregunta anterior, ¿podés conseguir una publicidad que cubra ese valor?".

   La respuesta: ¡59 inscriptos! Inimaginable.

   “De esta manera pudimos continuar con un equipo superior, sin sacarle recursos a las categorías formativas, que son las más importantes para el club. Pasamos a tener algunas publicidades propias y otras que trajeron los jugadores. Eso, más el pago de la cuota y la venta de entradas, nos permitió equilibrar los números y poner el equipo en cancha”, explicó el dirigente Cristian Germain.

   “Nos dimos cuenta –agregó- que se puede hacer gestión, con nuevas formas de trabajar, con distintos métodos y no el tradicional, ese esfuerzo desmedido de algún dirigente, allegado o grupo que, cuando no están, vuelve todo para atrás”.

   Cumplida la primera rueda, La Falda sumó 11 derrotas seguidas. Era previsible. No definitivo.

   Después de remar llegó la primera victoria, enlazada con la segunda y, ratificando lo anterior, con una tercera consecutiva. ¡Locura total!

   “Es raro lo que estamos viviendo, porque nadie apostaba por nosotros, un equipo bastante nuevo; la mayoría fueron incorporaciones que no conocíamos y tampoco sabíamos cómo iba a funcionar. Fue duro el 0-11, por culpa nuestra, falta de picardía”, reconoció Francisco Pérez.

   “No te voy a negar que cada partido era una cachetada y bajaba la confianza. Empezamos a notar una mejoría cuando fuimos perdiendo por menos diferencia. El equipo se fue fortaleciendo, el cambio fue progresivo”, entendió Daniel De Battista.

   “La victoria contra Independiente nos hizo creer que éramos mejores de lo que creíamos, algo que reafirmamos al ganarle a Pellegrini, y ya con El Nacional entramos con otra actitud”, repasó Pérez.

   “La verdad que es un momento lindo, porque todo el año venimos buscando esto y era feo verse en el fondo de la tabla y que todos nos tuvieran como el equipo fácil”, admitió Valentín Petón.

   Cada uno de los jugadores tiene su historia particular con el básquetbol, aunque en este caso los une la misma pasión.

   “Amo el básquet. Por la universidad (cursa quinto año de Ingeniería Civil) siempre evalué dejarlo, pero es más fuerte, no puedo. Aunque es un sacrificio y un esfuerzo grande entrenar todas las noches. Te quita mucho tiempo”, contó Petón.

   “Yo estoy recuperando el amor por el básquet”, confesó Francisco Pérez.

   Estudiante de Turismo, el tresarroyense formado en Argentinos Juniors de esa ciudad había dejado la actividad.

   “Acá en Bahía me sumé en algún picón en cancha alquilada o en el Parque de Mayo, retomé la confianza y en 2020 nos anotamos con un grupo de amigos en La Falda. A partir de ahí quedé y este año nuevamente me sumé a la convocatoria”, explicó.

   Los que tenían pasado en el club y los que pretendían jugar, todos juntos lucharon por un lugar en el equipo. Antes, claro, debían estar dispuestos a cumplir con las condiciones del club.

   “Muchos chicos que no tienen lugar en otros clubes vieron la posibilidad. Fue bastante competitiva la eliminatoria, porque había que demostrar. Pero estuvo bueno”, reconoció Petón.
Francisco Pérez fue uno de los que tuvo que demostrar para poder quedarse, más allá de su interés.

   “Independientemente del costo para jugar, entiendo que hoy en el básquet de Bahía hay nombres inamovibles, por lo tanto es difícil mostrarse. Como el torneo pasado fue mi primer año en la competencia de Bahía no tuve muchos minutos y no pude mostrarme demasiado. Este año me probé, por lo que se ve convencí y quedé. Es una buena posibilidad para hacernos conocer en el básquet local”, destacó el tresarroyense.

   Contrariamente a lo que sucede con el resto, ellos pagan por jugar. Y lo disfrutan.

   “No le damos mucha bola a eso de jugadores que cobran, no nos sentimos menos que nadie, es más, le ganamos al tercero de la tabla”, aclaró De Battista.

   El contexto y origen del equipo escapa al molde tradicional. Acá está claro que todos participan porque realmente valoran el juego. Y eso no tiene precio.

   “Está muy buena la oportunidad de poder jugar en Segunda. El desafío sabíamos que sería complicado, porque éramos piezas de rompecabezas, pero de juegos distintos, y no sabíamos si encajaríamos. Al venir de abajo disfrutás más cada triunfo. Las dos primeras victorias fue increíble como las festejamos”, resaltó De Battista.

   “La forma que se conformó el equipo tiene un valor extra, porque le dimos una mano al club, más allá que no nos conocíamos, sólo de vernos en la prueba. El deseo de jugar de cada uno nos llevó a preferir pagar una cuota que quedarnos sin jugar. Y lo que nos está motivando ahora es lo que nos lleva a vivir este presente”, resaltó Petón.

   Los triunfos, de alguna manera, sacaron a la luz todo lo contenido.

   “Es feo ver que todos los rivales te tengan como el equipo fácil. Pero Miguel (Vigna, el DT) nos está dando una mano grande y nos permitió salir adelante. Nos da tranquilidad. La charla contra Independiente se basó en que disfrutemos de los partidos, que no tenemos nada por perder. A partir de ahí cambiamos”, elogió Petón.

   “Lo que nos potenció como grupo –dijo Pérez- fue que nadie apostaba por nosotros. Todos nos consideraban como último equipo de la tabla y la mentalidad que tenemos ahora nos une y podemos demostrar que se equivocaron”.

   Convencidos de lo que pueden hacer, aunque sin perder la humildad, los jugadores de La Falda van por más.

   “A nosotros nos cambió la cabeza y al rival también. Porque tres victorias no son casualidad”, entendió Petón.

   “El objetivo para la segunda rueda es que nos respeten más y lograr acceder a los playoffs”, avisó Pérez.

   El primer desafío será nada menos que ante Pacífico, un rival que Daniel De Battista, sobrino de Carlos, el Zurdo goleador, conoce a la perfección.

   “La cabeza nos cambió para bien –aseguró- nos olvidamos de las derrotas. Creo que un poquito más van a respetarnos”.

   —Imagino la charla del técnico de Pacífico, Andrés Iannamico, con sus jugadores, en la previa del próximo partido: “Estos viene de ganar tres partidos seguidos y van a querer bajarnos a nosotros. No nos relajemos”. Ahora, ¿ustedes se le animan al puntero?

   —Animar nos animamos. Nos va a costar, están punteros, pero sabemos que podemos jugar.

   Los jugadores están en su mejor momento y respetando lo acordado. Ahora es turno de la dirigencia la devolución.

   “Estos tres últimos partidos nos dieron una gran satisfacción, superando las expectativas iniciales. Tenemos que cumplir con el asado, que estaba prometido cada tres partidos ganados”, asumió Cristian Germain.

   En definitiva, ese es el espíritu en La Falda, jugar, disfrutar y compartir. Y si se puede ganar, claro, mucho mejor.

El plantel

   Daniel De Battista

   Federico Barila

   Valentino Copreni

   Gonzalo Llul

   Valentino Kleja

   Valentín Petón

   Joaquín Fernández

   Franco Líbero

   Rodrigo Sánchez

   Leandro Orosco

   Darian Pedrón

   Francisco Pérez

   Federico González

   Nahuel Mélida

   DT: Juan Miguel Vigna.

   Preparador físico: Catalina Curto.