Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Regionales San Juan: el arte de ofrecer lo mejor para todos

El comercio abrió sus puertas en 1970, cuando llegó a vender 150.000 damajuanas por mes. Hoy se ha convertido en una marca, estilo, modelo y un clásico de la ciudad.

En la prestación hay una atención particularizada, buscando entender necesidades, pretensiones y presupuesto. / Fotos: Rodrigo García-La Nueva.

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Entrar a Regionales San Juan, en calle Zelarrayán 861, es abrir la puerta a un espacio plagado de colores, sabores, variedades y una oferta que abarca todos los gustos, presupuestos y necesidades.

   Una distribución en estanterías de madera, muebles contendiendo juegos de copas o destapadores y bebidas con una variedad que impacta. Es, además, introducirse en una historia de poco más de 50 años de existencia.

   El comercio abrió sus puertas en 1970. Primero en un modesto local en una esquina de calle Brown, luego uno más amplio en la primera cuadra de Salta y, finalmente, desde hace más de 40 años, en la actual ubicación. Medio siglo en el rubro, para una empresa familiar, es todo un mérito y también fruto de un esfuerzo, para mantenerse, para renovarse, para adaptarse a los cambios y para no perder el toque propio.

   El negocio lo comenzó Víctor Guardiola, con tan solo 18 años, junto con su familia, oriunda de San Juan, con la venta de productos regionales de esa provincia. Hoy, luego de 51 años, Víctor continúa al frente del negocio y, desde marzo de este año, se incorporó su sobrino Matías Guardiola como gerente general.

   “Apenas mi familia paterna se radicó en Bahía comenzaron a traer productos sanjuaninos, por caso conservas, mermeladas, aceites y, por supuesto, bebidas de esa zona; de allí el nombre del negocio”, explica Matías. Poco a poco las bebidas fueron ganando espacio y, si bien hoy todavía ofrecen otra mercadería, son la protagonista del lugar.

Dame Jeanne

   Allá por el siglo XVI, la Reina Juana I de Nápoles se refugió en Grasse, Francia, en casa de un maestro vidriero quien, para sorprenderla, con su técnica fabricó una particular botella-vasija que, en honor a la monarca la llamó Reine Jeanne. De todos modos, la reina decidió quitarle importancia y la bautizó Dame Jeanne. Precisamente, ese particular envase, la damajuana, hoy casi en extinción, era la gran estrella en los comienzos de Regionales.

“La venta de bebidas ha tenido varios y grandes cambios. Originalmente nuestro negocio vendía vino en damajuana, en cantidades que hoy pueden asombrar a cualquiera: unas 150 mil por mes; una enormidad”, refiere Matías Guardiola.

  Con los años vino la irrupción del vino fino, en botella, que hizo que el producto fuese más caro y el consumo de alguna manera disminuyera.

   “Hubo una época en que la Argentina marcaba un récord de 90 litros de vino anuales per cápita. Hoy está en 21, reemplazada esa bebida por otras alternativas, entre las cuales acaso la cerveza es la que ha tomado mayor protagonismo”, agrega.

Un boom de riesgo

   No es difícil advertir el crecimiento que han tenido los negocios dedicados a la venta de bebidas. Matías menciona que, en gran parte, eso se debe a la creencia de que el negocio de las bebidas es para cualquiera y genera rápidas ganancias, cuando en realidad, señala, “es una actividad de grandes complejidades y cuestiones, sobre todo para mantenerse”.

   “En ese marco, nuestra estrategia para seguir siendo competitivos es ofrecer calidad, en todos los aspectos del servicio, en la variedad de productos, en su exhibición, en la atención al cliente, en la limpieza y en los precios. Incluso, al momento de poner mercadería a la venta hacemos una suerte de curaduría, como sucede con las obras de arte, para seleccionar los mejores productos para nuestros clientes. Siempre apuntamos a ser lo más atractivos posible, para los clientes, para nuestros empleados y para nuestros proveedores”, resume.

   Lo cierto es que Regionales San Juan se ha convertido en una marca, en un estilo, en un modelo, en un clásico de la ciudad; es decir, mantiene su vigencia y siempre tiene algo nuevo para decir. Y más ahora, que se puede observar una suerte de renovación.

Cómo asesorar y acompañar

   “El asesoramiento es una parte principal de nuestro servicio. Somos un supermercado de bebidas, pero tenemos un acompañamiento a cada cliente en el salón”, detalla Matías.

   En esa prestación hay una atención particularizada, buscando entender su necesidad, su pretensión y su presupuesto.

   “No es que tengamos productos menos buenos que otros, pero sí hay distintas gamas entre, por ejemplo, los más de 1.500 vinos que tenemos. Incluso, debemos desmitificar de que el precio es el único indicativo en la calidad de una bebida. No se puede comparar un vino de 20 mil pesos con uno de 300, pero sí ofrecer un muy buen producto dentro de cada línea de precios”, explica.

   Regionales San Juan tiene clientes que son fieles desde hace, al menos, 40 años. Pero también las nuevas generaciones han encontrado en el lugar una buena respuesta.

   “Estamos en el barrio Universitario, vienen muchísimos jóvenes que establecen la búsqueda de otras bebidas y modifican, de alguna forma, la relación del cliente con el negocio. Hoy esa afluencia es quizás la principal clientela, pero nuestra actitud es interpretar el gusto y la necesidad de cada cliente; los de antes, los de ahora, los de mañana”.