Bahía Blanca | Miércoles, 09 de julio

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Aníbal Fernández y apenas una reconvención presidencial

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

   “Asunto terminado”, respondió temprano en la mañana un vocero presidencial al ser consultado sobre si el presidente iba a tomar alguna medida con el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, luego de la polémica en la que el funcionario quedó envuelto con el humorista Nik.

   La fuente del sector presidencial dijo que el ministro de Seguridad “ya se disculpó” por el tuit que molestó al humorista del diario La Nación, y que de ese modo se daba por superado el incidente. “¿Pedido de renuncia?, ¡Nooo, ya está, el tema ha sido dado por terminado!”, respondió el colaborador de Alberto.

   En todo caso, a regañadientes se admite en ese y otros despachos del primer piso de Balcarce 50 que el tuit de Aníbal en el que se refiere al colegio al que asisten las hijas de dibujante “fue un gesto innecesario, imprudente”. Y dijeron saber que en las próximas horas habrá una “bajada de línea general” para que todos los funcionarios de la administración sean “sumamente cuidadosos” en el uso de las redes sociales, en especial en la recta final hacia las elecciones generales del 14 de noviembre.

   En la Casa Rosada no son ajenos a las preocupaciones de algunos referentes del albertismo puro que acompaña al Presidente en la gestión diaria sobre el posible impacto negativo que pudiera tener el incidente en el electorado, especialmente en el sector denominado “blando”, aquel que todavía medita su voto pero que no se identifica ni con el Frente de Todos ni con Juntos por el Cambio.

    Más todavía, y como al pasar, uno de los confidentes reconoció que el presidente siempre fue reacio a incorporar a Aníbal al gabinete por su “mala prensa”, actitud que defendió hasta la derrota de las PASO, cuando Cristina Fernández impulsó cambios en el gabinete entre los cuales incluyó el regreso del quilmeño como ministro de Seguridad.

   El propio Aníbal no disimuló su enojo en más de una oportunidad por no ser convocado al gobierno, pese a que era de los más enfáticos en subirse a las redes para pedir al gabinete que ayudara al presidente en medio del derrumbe de su imagen a medida que avanzaba la cuarentena eterna.

   “Yo no vuelvo al gabinete porque estoy vetado”, llegó a escribir en uno de sus polémicos tuit, en lo que se interpretó como una referencia directa al entonces Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, brazo derecho y alter ego del presidente.

   Tras el incidente con Nik, las fuentes gubernamentales aseguran que hubo “un breve diálogo” entre el Presidente y Aníbal, y que allí quedó “todo zanjado” luego del pedido de disculpas que el ministro hizo público sobre su polémico mensaje a Nik.

   De paso, los funcionarios que estuvieron cerca de esos movimientos recordaron que Aníbal Fernández “ha sido víctima de constantes agravios en los medios”, aunque aseguraron que el funcionario está dispuesto a presentarse ante la Justicia en caso de ser citado por alguna denuncia que pueda formular el dibujante, quien ya anticipó que acudirá al fuero penal.

    En el primer piso de la Casa Rosada queda un regusto amargo por este incidente que nadie por supuesto va a reconocer en público. Pero un hombre que conoce a Alberto desde hace 30 años y hoy trabaja a su lado, ya había expresado sus dudas por el regreso de Aníbal al Gabinete tras la derrota de las PASO. “No entendimos nada…”, dijo en aquel momento.