Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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ATUNS celebró 57 años de logros y varios desafíos para el futuro

El gremio que lidera Graciela Ovejero representa a alrededor de 400 trabajadores no docentes de la Universidad Nacional del Sur.

Foto: Pablo Presti-La Nueva.

Por Pablo Andrés Alvarez / palvarez@lanueva.com

   La Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional del Sur cumplió el miércoles pasado 57 años de intensas luchas para generar mejores y mayores condiciones laborales a los alrededor de 400 afiliados que cuenta en la actualidad.

   Graciela Ovejero, secretaria general del gremio fundado el 5 de agosto de 1963 e integrante de la Mesa Ejecutiva de la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (FATUN) como secretaria de Derechos Humanos, resaltó los logros del gremio que tiene sede en Rodríguez 340.

   “Nucleamos a todo trabajador no docente de la UNS. Tenemos varios agrupamientos diferentes, entre ellos personal administrativo, de mantenimiento y servicios generales, choferes y profesionales asistenciales, entre otros”, contó Ovejero, quien ingresó como empleada a la casa de altos estudios el 1 de febrero de 1994.

   ATUNS, como se lo conoce, es un gremio de base, adherido a FATUN.

   “Eso facilita el trabajo en lo concerniente a paritarias nacionales, pero también nos permite discutir aspectos específicos de la UNS”.

   --¿Cuál fue el mayor logro en los 57 años del gremio?

   --El que más se valora es haber alcanzado el primer Convenio Colectivo de Trabajo luego de 12 años de intensas negociaciones con distintos gobiernos, hasta que se logró con la presidencia de Néstor Kirchner, con el actual presidente Alberto Fernández como uno de los interlocutores, siendo Jefe de Gabinete.

   Según contó Ovejero se firmó en el 2006.

   “Anteriormente nos manejábamos con decretos, lo cual era muy engorroso. El CCT facilitó y ordenó muchísimo la planta no docente de la UNS y de todas las universidades del país. Se estableció la función de cada trabajador, que hasta allí, la gran mayoría, estaba en la categoría más baja, pero asumiendo responsabilidades y labores superiores a ese cargo. De ese modo, muchos subieron de categoría, de acuerdo a la función que cumplían”.

   Ello implicó un cambio económico en el salario de cada trabajador, ya que muchos subieron hasta 4 categorías en el escalafón fijado.

   “No sólo ordenó salarialmente a la planta, sino que otorgó derechos que anteriormente había que negociar año a año para que salgan por decreto. Además, permitió que cada gremio de base discuta todo lo que quedara fuera de la paritaria nacional y que tiene que ver con aspectos específicos de cada universidad. Eso fue un gran avance, porque, por ejemplo, la UNS no tiene las mismas problemáticas que universidades de otros puntos del país, sino que son propia de su funcionamiento”.

   Actualmente, ATUNS trabaja para generar las condiciones del teletrabajo.

   “Es otro desafío, porque va a dejar sentadas las bases para el futuro. Hasta el momento hubo un enorme trabajo de readecuación de todos los actores de la UNS. Nuestros afiliados asumieron el compromiso de llevarse todas las labores a sus hogares para permitir que la universidad, aún a puertas cerradas, siguiera funcionando normalmente”. 

   En ese sentido, al no estar reglamentado esta forma de trabajo, hubo mucho esfuerzo para poder estar a la altura de las circunstancias.

   “Terminamos logrando que la UNS estuviera abierta virtualmente. Incluso, ya hubo un reconocimiento a la labor desarrollada por el propio rectorado, lo cual nos llena de orgullo. Ahora estamos consensuando con el rectorado los protocolos del regreso, como así también delinear un plan de trabajo para aquellos que no puedan regresar, ya sea porque integran grupos de riesgo o tienen personas mayores o menores a cargo”.

   Lo que llegó como algo circunstancial, hoy es una realidad. 

   “Y muchas cosas llegaron para quedarse. Seguramente en el mediano plazo volveremos a lo presencial, pero habrá que delinear muchas medidas de prevención, por lo que también se deben fijar pautas claras. En ese sentido quiero destacar el trabajo de consenso que lleva a cabo el rectorado en todas estas cuestiones”. 

   --¿Cómo imaginás la vuelta?

   --Habrá que basarse mucho en la seguridad y contemplar cuestiones dinámicas, que irán cambiando con la situación que viva la ciudad. Por eso creo que tenemos que discutir algunas cuestiones en paritarias para dejarlas asentadas. Estimo que en septiembre podríamos tener resueltos temas para ir volviendo paulatinamente. Pero también tenemos que estar preparados para los retrocesos.

   “En ese sentido, estamos haciendo un relevamiento sobre qué población puede regresar a cada dependencia, para ir preparando la infraestructura, ya que se deberán respetar distancias y consensuar distintos horarios de trabajo”.