La avenida Colón, en la mira para ser repavimentada
“Está en mal estado y se sigue deteriorando”, detalló Héctor Gay.
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Por Mario Minervino / mminervino@lanueva.com
El pavimento de la ciudad sigue siendo un tema de necesidad y urgencia que la municipalidad mantiene en agenda desde el inicio de su gestión, considerada como una intervención prioritaria para una ciudad que tiene el 60% de sus calles sin pavimentar y el resto con una evidente necesidad de mantenimiento.
Por eso el intendente municipal Héctor Gay espera concretar en los próximos días una serie de reuniones con autoridades provinciales a fin de retomar un plan de pavimentación con recursos aportados desde la provincia y, definido el mismo, establecer el destino de los fondos municipales considerados para ese tipo de obras.
“La realidad es que teníamos un esquema de obras para desarrollar que con el cambio de gobierno quedó frenado y que ahora pretendemos se vuelva a activar”, mencionó el jefe comunal a este diario.
El mismo permitía intervenir de un paquete de entre 60 y 70 cuadras, entre las cuales Gay menciona la transitada zona de calle Sarmiento, a la altura de Cerrito, entre otras.
“Hemos tenido contactos con funcionarios provinciales, y más allá de reconocer que se trata de un año muy particular el que estamos atravesando, tenemos expectativas de que se logren reactivas este tipo de obra. La verdad es que veo una luz de esperanza”, agregó el intendente.
Una de las arterias que en particular interesa intervenir es la avenida Colón, al menos en el tramo entre la plaza Rivadavia y el puente ferroviario de Sixto Laspiur.
“Es una avenida que está en mal estado y se sigue deteriorando”, detalló Gay.
Las expectativas apuntan a que, antes de terminar el año, se pueda definir un esquema de inversión provincial y municipal para luego establecer un orden de prioridades.
Los fondos sin permiso
Uno de los recursos que dispone el municipio para tareas de pavimentación son los provenientes del Plan de Regularización de las denominadas obras sin permiso, puesto en marcha en agosto de 2019 y que al 30 de junio de este año permitió recaudar 83,1 millones de peso.
Los mismos provienen de la declaración de 355 mil metros cuadrados de obras realizadas de manera ilegal, esto es sin la presentación de la documentación que exige la normativa vigente y sin pagar los correspondientes derechos de construcción.
La ordenanza 19372 que reglamenta este plan dispone que lo recaudado debe ser asignado de manera exclusiva a trabajos relacionados con las mejoras en las calles.
A la fecha se ha utilizado poco más del 50% de esos recursos en la repavimentación de 2.500 metros de calle Don Bosco y obras de pavimento y en calles Agustín de Arrieta y Ramírez Urtasun.