Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Revolución cubana en el Casanova, con un estadounidense y un uruguayo defendiendo a Bahía

Hace 35 años, la selección bahiense reforzada jugó ante los cubanos y se armó terrible piñerío.

Faggiano salió en defensa de Richotti y le dio a un cobarde Maturelli. Pérez (10) se escapa. Intentan contener Jorge Almendra (kinesiólogo) y Carlos Calvo. Fotos: archivo-La Nueva.

Por Fernando Rodríguez / @rodriguezefe

 

   Había pasado la temporada de transición, era el año de la primera Liga Nacional y en Bahía estaban, entre otros extranjeros recién llegados, Wilfredo Ruiz, listo para reforzar a Estudiantes y Gerald Cunningham, futuro jugador de Villa Mitre.

   La presentación del seccionado cubano era una buena medida para ver el nivel en el que se encontraban los nuestros.

   El Casanova “explotaba”. ¡Jugaba Bahía! La Selección y reforzada.

Cunningham define ante Leonardo Pérez.

 

   “Yo debuté a los 15 años con la camiseta de Bahía y representábamos a una ciudad a la que todos querían ganarle. Ponerse esa camiseta generaba una gran motivación. Dejábamos todo”, aclaró Jorge Faggiano, puntaltense de nacimiento y bahiense por adopción.

   La expectativa por ver a “Fefo” y Cunningham con la de Bahía era un atractivo especial.

   Lo cierto es que empezó ganando el local y cuando estaban 20-12, una falta –más bien un pisotón- de Raúl Dubois al uruguayo provocó una reacción que, acaso, potenció a Bahía, consiguiendo la máxima diferencia (40-24) de un partido que terminó a su favor, 96 a 87.

   Esa reacción tuvo su foco de inicio inmediatamente después de la reanudación del juego, que estuvo parado y se recuerda, básicamente, por el piñerío que se armó a partir de la acción de Dubois, a quien le salió al cruce Hernán Montenegro.

Hernán salió en defensa de "Fefo" y se pudrió todo.

   “Volaban sillas, piñas, de todo. Fue un desastre. Y eran grandotes los cubanos, ¡eh!”, recuerda Faggiano.

   Richotti fue al piso abrazado a Cobarrubia y Maturelli le pegó dos patadas por la espalda al base.

   Faggiano, testigo directo del golpe artero, salió disparado a correrlo y le dio dos terribles piñas a Maturelli.

   “Entre la gente que bajó de la tribuna, me acuerdo que apareció a mi lado, adentro de la cancha, un personaje como Mario ("Lobo") Prusingue, hincha de Villa Mitre”, contó entre risas.

Richotti había cobrado y estaba desencajado, mientras "Fefo" pide calma. 

 

   Los árbitros Farroni-Chaves decidieron continuar el juego porque, de lo contrario, debían descalificar a todos.

   “Era otra época, otro básquet, diferente del que se juega ahora. Estábamos acostumbrados a que se generaran esos problemas adentro y afuera de la cancha. Gracias a Dios empezó la Liga y, aunque costó, a partir de los 90 fue mejorando, más allá de algunas situaciones”, admitió Faggiano.

   Pasaron 35 años y este partido, por lo que menos se lo recuerda, es por su carácter de “amistoso”.

   Eran otros tiempos...

   La síntesis:

   Bahía Blanca (96): M. Richotti (6), W. Ruiz (44), J. Faggiano (20), G. Cunningham (18),  H. Montenegro (8), fi; L. Macharasvilli. DT: Carlos Spaccesi.

   Cuba (87): N. Luaces (6), R. Dubois (6), L. Pérez (10), D. Scott (6), F. Morales (18), fi; J. Moré (2), P. Abreu (10), L Calderón (14), A. Maturelli (6), P. Cabarrubia (7) y L. Rivero (2). DT: Carmelo Ortega.

   Primer tiempo: Bahía, 50-40.

   Arbitros: Roberto Farroni y Raúl Chaves.