Visita con “miga” política de Alberto a Córdoba
La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.
El presidente Alberto Fernández viajará este jueves por unas horas a la ciudad de Córdoba para visitar la empresa que fábrica respiradores artificiales y una planta automotriz reactivada desde este lunes merced a las medidas especiales que reclama la lucha contra la pandemia de coronavirus.
No se trata de una visita más de las que hace Fernández en su rol institucional ni tampoco el contexto podría ser dejado de lado. Hasta el momento elegido a partir de algunos datos políticos que se han conocido en las últimas horas en la provincia no pareciera casual, según corroboran quienes están cerca del manejo de la agenda presidencial.
Para empezar, será la primera visita oficial de Fernández como presidente de la Nación a una provincia que hasta no hace mucho era considerada “territorio enemigo” por el cristinismo ultra y hasta algunos sectores del albertismo. Por eso no debe pasarse por alto que, a diferencia de visitas anteriores, cuando todavía no había asumido, esta vez al pie del avión para recibirlo estará el gobernador Juan Schiaretti.
Alberto y el “Gringo” mantuvieron hasta ahora una relación de bajísimo perfil, regada de controversias de diverso tono, como la deuda de la Nación a la provincia por la caja de jubilaciones, o la diferenciación que hizo la Casa Rosada en estos cinco meses largos en materia de giro de fondos especiales de ATN a la provincia respecto de otras administraciones peronistas “más amigables”.
De todos modos la principal causa de esa relación tirante ha sido, y de algún modo lo sigue siendo, el rechazo de Schiaretti al cristinismo puro y a la figura de Cristina Fernández. Y su defensa a ultranza de lo que se llama “cordobesismo”, un peronismo local que ayudó a profundizar esa grieta con el apoyo implícito y a veces explícito del gobernador a Mauricio Macri que fue clave en el triunfo de Cambiemos en 2015 y aún en la derrota nacional de 2019, donde igual el ex presidente logró porcentajes históricos de votos.
El ministro del Interior, “Wado” de Pedro, ha sido el nexo principal entre Alberto y Schiaretti en todo este tiempo y según coinciden en la Casa Rosada y en el Centro Cívico, sede del gobierno provincial, esa gestión ha sido totalmente exitosa. De Pedro repuso el flujo de envío de fondos a Córdoba, recibió a cambio un aflojamiento en las tensiones con Schiaretti y la firma del gobernador, un dato no menor, en aquel documento que suscribieron todos los mandatarios del interior menos el de San Luis para apoyar la negociación con los bonistas extranjeros por la deuda.
Alberto tenía en carpeta la visita a Córdoba desde hace un tiempo, en especial porque quería recorrer la planta de respiradores artificiales TECME, que hasta el comienzo de la pandemia entregaba casi toda su producción a compradores de Estados Unidos, pero ahora produce para el gobierno y abastece a buena parte del territorio nacional mediante un convenio de mutuo acuerdo.
Sin embargo, decidió en las últimas horas que el viaje será este jueves. Hay al menos dos razones que esgrimen en los despachos oficiales y entre quienes secundan la tarea diaria del presidente que explican desde la policía pura esta jugada. Por un lado, ayer se conoció una encuesta en la provincia de Córdoba que seguramente le dará una muy buena bienvenida: Alberto es el dirigente nacional, con excepción de Schiaretti, claro, con mejor imagen política en la provincia. Y no solo eso, sino que duplica en esos porcentajes a Cristina Fernández, que también en territorio cordobés sigue en baja en el grueso de los sondeos.
Para más datos, el presidente tiene una imagen positiva de casi el 48por ciento, mientras que la vicepresidente no supera el 24 por ciento. La frutilla del postre: en el mismo trabajo Alberto por primera vez supera largamente a Mauricio Macri, otrora mimado por los cordobeses. Solo un 24 de imagen positiva entre quienes reconocen haber votado al expresidente en las elecciones de octubre de 2019.
La segunda razón de desembarcar justo ahora en la capital mediterránea y juntarse sin intermediarios con Schiaretti tiene todo que ver con la lucha contra la pandemia: Alberto valoró ayer en la intimidad el gesto del gobernador de dar marcha atrás y endurecer la cuarentena ante la aparición de un rebrote. Una decisión que el presidente comparte y planea aplicar si fuese necesario a nivel nacional.