Bahía Blanca | Viernes, 07 de noviembre

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El desgarrador mensaje del padre de la estudiante de la UBA que murió tras caer de un segundo piso

Pablo López Waismann cree que su hija fue asesinada por el novio. “Odio no haber podido cumplirle la promesa de cuidarla”, afirmó.

El padre de Matilda López Sanzetenea, la joven estudiante boliviana que murió en San Telmo tras caer de un segundo piso, compartió una carta cargada de bronca y dolor en redes sociales y en la que denuncia que su hija fue víctima de femicidio.

Estoy hecho m... Destrozado, destripado, roto. Odio las razones que habrá tenido Dios para traerla a mi hija a este mundo, con el propósito idiota e incomprensible de sufrir. Lo odio profundamente”, comienza el texto de Pablo López, que rápidamente se viralizó en redes sociales.

“¿Era tan necesario someterla hasta a un feminicidio? Qué habrá probado Dios con esta particular y personalizada agenda de dolor?”, se preguntó el hombre, sin encontrar consuelo.

En su carta, el hombre también se culpa por no haber podido protegerla. “Odio no haber podido cumplirle la promesa de cuidarla. Si me ponía fuerte y me oponía a sus elecciones, quizás hoy mi Mati estaría viva”, confesó, en una autocrítica que atraviesa a muchos padres que sufren una pérdida así.

“Pero los padres ‘modernos’ somos así, indulgentes y tolerantes como los nuestros no lo fueron con nosotros. Y hoy tengo que llorarte mi preciosa, mi ángel, mi princesa de la sonrisa permanente y de la tristeza infinita. Te me fuiste en un aliento y tu luz se apagó como una estrellita de San Juan, después de brillar durante apenas unos instantes", escribió.

Matilda había llegado a principios de año a Buenos Aires para estudiar Diseño de Imagen y Sonido en la UBA. Según contó su papá, la joven estaba en pareja con un joven de su misma edad, y la relación estaba marcada por el control y la violencia.

“El pibe era muy jodido, muy tóxico. La perseguía hasta la facultad, le controlaba el celular, le cortaba el acceso a la cuenta de banco que compartían y no la dejaba hablar con las amigas”, contó el hombre, en diálogo con el diario Clarín.

En su carta, López hace un reclamo a la sociedad y a quienes minimizan la lucha contra la violencia de género. “Para eso viniste a este mundo Mati? Para darme tanto y llevarte tan poco? Para demostrarle a aquellos tontos que siguen llamando feminazis a las mujeres que se tienen que defender de los machos violentos, que están equivocados? Era necesario que se rompa tu cuerpecito en mil pedazos sobre la acera para gritarle a los hombres que ya es suficiente de mujeres muertas?”, lanzó con una mezcla de bronca y tristeza.

“Hoy me morí contigo. Siento que me hundo sin remedio en el espesor de lo oscuro”, agregó.

Una promesa de lucha y memoria

En medio del dolor, López promete que la historia de su hija no será en vano. “Cuando vuelva a Bolivia con tus cenizas, haremos una marcha con velas una noche estrellada, por todas aquellas chicas que la pasan mal. Y vamos a gritarle al cielo que no tiene derecho a seguir llevándose a las niñas. Promesa”, aseguró.

López también recordó cómo su hija fue un ejemplo de fortaleza y resiliencia: “Mi princesa, eras tan fuerte que entraban 1000 goliaths en tu cuerpecito de David. Te sobrepusiste a todo. Les ganaste a los peores monstruos. Y me salvaste la vida cuando ya no podía más”.

El legado de Mati: amor, lucha y esperanza

El hombre cerró su carta con una certeza: su hija dejó una huella imborrable. “Desde hoy voy a verte en todas partes. En las flores, en las mariposas, en los gatitos. Todos llevan algo tuyo. Y yo también soy mejor. Me hiciste bien. Este mundo entero es mejor porque tú llegaste a él, aunque sea por un ratito”. (TN)