Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

El caso Houston y las ventajas de zona franca para los pozos de Vaca Muerta

El modelo de Subzonas Francas local fue “importado” de Norteamérica y constituye una herramienta clave para captar inversiones.

Pablo Amarelle / Especial para “La Nueva.”
 

   La zona franca del Puerto de Houston (FTZ #84 Harris County) es una de las zonas con mayor movimiento dentro del régimen en Estados Unidos, obteniendo el primer puesto en el ranking nacional por movimiento de mercaderías y aglutinando el desarrollo de tres distritos que forman el área de influencia portuaria.


   Asimismo, el resto de los Puertos de Texas también administran sus propias zonas de forma independiente pero interconectada: FTZ #36 Galveston, #149 Freeport, #122 Corpus Christi, etc.
El Puerto maneja 2/3 de la carga contenerizada de todo el país y posee una matriz de carga diversificada, operando a su vez varios sitios como Zona Franca bajo su administración (sitios públicos) y con múltiples Subzonas Francas que se extienden a lo largo del canal en sus 52 millas de extensión. 


   Entre ellos existe una oferta inmediata de espacios bajo régimen ofreciendo servicios de depósito cubierto, plazoletas abiertas para carga de proyecto, almacenaje de graneles y tancaje, mezclado de graneles líquidos, tratamiento de metales, así como parques industriales y territorios disponibles para desarrollo privado en el área.

  
   La principal industria que opera en este Puerto como zona franca es la petroquímica, aunque también pesan fuerte la logística, el sector farmacéutico, automotriz y metal mecánica. El área del Puerto es el hogar para muchas industrias de Oil&Gas, no sólo en upstream sino también en downstream, contabilizando varias refinerías y establecimientos que monetizan el gas proveniente de sus yacimientos shale (Permian Basin y Eagle Ford) que conforman unos de los polos petroquímicos mas grandes del mundo. 


   La razón por la cual Houston se diferencia de otras ciudades con perfil petrolero como Midland, Tulsa o Oklahoma es la presencia del Puerto + ZF y el efecto de clúster generado por el cual las compañías tienen allí su casa matriz, generando una alta especialización y aglomeración de compañías del sector, que una vez iniciado, es un proceso muy difícil de igualar por otras localidades porque se retroalimenta y profundiza constantemente.


   El papel que juega la zona franca dentro de este esquema es como catalizador de inversiones y de competitividad en el hinterland, con un régimen moderno y flexible que está al servicio de la producción. Este perfil ya se torna evidente en la misma organización de cada puerto, ya que los responsables de zona franca son quienes están a cargo del área de Economic Development (desarrollo económico), uno y otro van de la mano.


   Por otro lado, el régimen a nivel nacional posee gran actualidad y atención por parte de las autoridades, como excelente herramienta de política pública que permite captar inversiones que de otro modo se hubieran radicado en el exterior, y permitiendo la industrialización de mercaderías con autorizaciones puntuales evaluando el impacto en cada caso y sector. 


   Salvando las distancias en el grado de desarrollo (mutatis mutandi), es tan rescatable como emulable la inteligencia con la cual el Gobierno utiliza allí el régimen. A diferencia del uso en muchos países latinoamericanos, su principal fortaleza no radica en exoneraciones impositivas sino en la articulación de la extraterritorialidad del área franca, la flexibilidad en su implementación (régimen de subzonas) y operación, y la igualación de tarifas aduaneras con otras mercaderías extranjeras (llamado régimen de privilegio de tarifa o tarifa invertida).


   En nuestro caso, el modelo de Subzonas Francas fue “importado” del modelo americano, con una aprobación directa para los emplazamientos localizados en el sistema portuario de la ría en ambos distritos, tanto Bahía Blanca como Coronel Rosales. Esta flexibilidad es sin dudas parte de la respuesta.


   Tenemos así uno de los factores claves del éxito del caso de Houston, pudiendo ofrecer el régimen franco como herramienta clave para captar las grandes inversiones que se necesitan. 
Es evidente la enorme oportunidad y desafío que tenemos por delante siendo el Puerto natural relacionado con la explotación de Vaca Muerta y debemos trabajar en conjunto para cerrar las brechas que nos separan de nuestro potencial. Zona Franca es uno de esos puentes.