Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Definieron los detalles para el juicio de la causa contra el Clan Benítez

La abogada de una de las víctimas dijo que las dos mujeres vivieron un "calvario" en la vivienda de los acusados.

Fotos: Rodrigo García-LN.

   El Tribunal en lo Criminal Nº 1 llevó adelante esta mañana la audiencia preliminar del juicio por la causa contra el denominado Clan Benítez, acusados de mantener cautivas, agredir y violar a dos chicas en una vivienda del barrio Latino.

   El hecho, que tomó repercusión a nivel nacional, se descubrió a fines de marzo del año pasado, cuando una de las víctimas logró escapar y comunicó la situación a sus familiares.

   Por el caso se encuentran imputados Fernando Benítez, su hermano Gonzalo y la madre de ambos, Nélida Esther Llanos.

   El primero de ellos está sospechado de los delitos de tentativa de homicidio, abuso sexual con acceso carnal y gravemente ultrajante (ambos respecto a las dos víctimas) y privación ilegal de la libertad.

   Su hermano y su madre están acusados como partícipes necesarios en la acción de retener a Andrea Santa Cruz y Aldana García contra su voluntad en la vivienda de Güemes al 3.700.

   En la audiencia, llevada adelante por los jueces Ricardo Gutiérrez, Hugo De Rosa y Claudia Fortunatti, estuvieron presentes los imputados.

   Durante la misma se determinó la duración del debate y la cantidad de testigos.

"Fue demasiado calvario"

   La abogada Viviana Lozano, que representa a Aldana García, una de las víctimas, dijo esta mañana que "hay múltiple prueba del calvario que han vivido estas dos víctimas en esa casa, y procuraremos que se lleve adelante el debate en el menor tiempo posible".

   Agregó que Aldana aún sufre las consecuencias de lo sucedido.

   "Fue demasiado calvario como para que se pueda recuperar rápidamente. El shock postraumático que genera esta situación es terrible. Necesita mucha fortaleza para enfrentar todo esto".

   Lozano consideró imposible que algunos de los integrantes de la familia Benítez pudiera desconocer lo que sucedía en el inmueble.

   "Las medidas de la vivienda nos indican que cualquiera podía escuchar lo que ocurría en la habitación de al lado o verlo. No nos pueden engañar, somos todos adultos".