Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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El Centro de Jubilados de los petroleros, un gran acierto de la gestión Matarazzo

Este año cumplirá 10 años de funcionamiento, cobijando a todos aquellos que finalizan su ciclo laboral en el sector. Ya son 430.

Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

   A punto de cumplir 10 años, el Centro de Jubilados Petroleros de Bahía Blanca continúa con su trabajo en pos de brindar beneficios para los pasivos del sector.

   El 6 de junio se cumplirá la primera década de gestión de una idea que nació en Gabriel Matarazzo (actual secretario general del Sindicato del Petróleo, Gas y Biocombustible de nuestra ciudad) y que tuvo inmediata aceptación en el resto de comisión directiva y, obviamente, en un grupo de personas que finalizaban sus labores y no tenían continuidad dentro del gremio.

   “La intención de Gabriel (Matarazzo) y la comisión directiva era darles un lugar específico a los jubilados. Hasta allí, el trabajador se jubilaba y ya no pertenecía más al gremio. Era un cambio muy abrupto y se decidió integrarlos. Se convocó a los principales referentes y que estuvieran experiencia en el manejo gremial para que todo fuera más sencillo. Y así fue que, en muy poco tiempo, se logró conformar una comisión directiva”, explicó Pablo Anaya, secretario administrativo del sindicato y uno de los impulsores de la iniciativa.

   Todo cobró forma el 31 de diciembre de 2008.

   “Nos citaron al mediodía, en el predio. Cuando llegamos, estaban Toto (Avio), Pablo (Anaya)  y Gabriel (Maratazzo) y yo. Allí me comunicaron que estaba todo listo para formar el Centro y que había que ponerse a trabajar para completar los trámites administrativos necesarios, como el estatuto y la personería”, rememoró Daniel Rivera, tesorero del Centro.

   Y añadió:  “Pasaron casi seis meses para que se fundara oficialmente y comience a funcionar como una institución en sí. Y la verdad que la respuesta fue excelente, porque los compañeros que ya no estaban en actividad comenzaron a acercarse masivamente”.

   Victoriano Garechana es el presidente y uno de los motores que tiene la entidad, que funciona en la propia sede del gremio.

   “La verdad que era una picardía que el jubilado no tuviera su espacio. Quedaba deambulando y prácticamente sin actividades que pudiéramos realizar. Allí radica la importancia de este Centro, porque permite juntarse y hacer cosas propias de la edad. La idea fundamental es pasarla bien. Intentamos volcar lo que nos enseñaron los maestros de este trabajo. Allí no había ideología política que valiera, sino que era tirar todos del mismo carro. Y eso es lo que intentamos aportar ahora. La unión es la clave de todo”, esgrimió.

   Los beneficios, según explicaron, son muchas y a muy bajo costo.

   “Organizamos una cena por mes, donde jugamos al bingo, bailamos y nos divertimos mucho.  Ahora estamos abocados a los festejos por el 10º aniversario, entre otros proyectos”, manifestó Garechana.

   “Hoy contamos con muchísimos beneficios, cuando antes no teníamos nada. Nosotros, por ejemplo, tenemos PAMI, pero como complemento podemos contar con los consultorios externos del gremio, lo cual es una gran ayuda”, dijo Miguel Kunins, protesorero.

   “También podemos utilizar la colonia de verano de Monte Hermoso, el predio y el salón de fiestas. El gremio nos abrió las puertas de par en par. Y nosotros nos sentimos parte del sindicato, incluso opinando y sugiriendo cosas”, manifestó Carlos Gnesotto, secretario de actas.

    Uno de los aspectos que más disfrutan los integrantes del Centro (son alrededor de 430, incluyendo adherentes y esposas de ya fallecidos) son los viajes por el país.

   “Ya hicimos 17 y el último fue a Córdoba, donde la pasamos maravilloso y a un costo sumamente accesible, para que nadie se lo pierda. En esta ocasión, por primera vez, tuvimos un inconveniente mecánico, pero el grupo, de 54 personas, reaccionó 10 puntos. Lo tomamos con humor y pudimos sobrellevar el mal momento. Para los viajes, hacemos todo nosotros. Contratamos todo por separado, para abaratar costos. Y también llevamos cierto dinero al formar un pozo común, que se va gastando en excursiones o desayunos en viaje”, contó Ovidio López, vicepresidente de la entidad y encargado de los traslados.

Los proyectos que se avecinan

   “El sindicato abarca el área de La Pampa, Mar del Plata y Chivilcoy. Allí también hay jubilados y de a poco estamos armando delegaciones en esos lugares, para que ellos también puedan sumarse o puedan organizar cosas por ellos mismos”, señaló Garechana. 

   “Quienes seguimos activos, aportamos voluntariamente para el Centro. Con ese dinero, más la cuota social que pagan sus integrantes, arman su presupuesto. Ellos pagan 50 pesos y los adherentes 100 mensuales. Aquí en la sede tienen su lugar físico específico, donde pueden trabajar, juntarse, charlar.  A su vez, en  caso de que el jubilado falleciera, la mujer sigue ligada al Centro. No hay muchas entidades que las sigan cobijando”, dijo Pablo Anaya.

   “En cuanto a viajes, seguramente organizaremos otro en el transcurso del año, muy posiblemente a Bariloche. Hay una idea de organizar algo en el extranjero, pero ya tenemos que analizar otros costos. Quizás podamos ir al sur de Brasil o al norte de Uruguay”, manifestó Ovidio López.