La cantidad de accidentes baja de a poco en Bahía Blanca

Redacción de La Nueva.

contenidos@lanueva.com

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Una disminución del 4,40 % en la cantidad de accidentes viales registró la ciudad en 2018 respecto al año anterior, de acuerdo a los datos que suministra la página oficial del municipio que refleja cada año esas estadísticas (www.bahia.gob.ar/mapas/accidentes/). 

   Si bien el porcentaje puede no ser significativo, representa una baja de 123 accidentes en 2018 respecto al anterior, al disminuir de los 2.803 de 2017 a 2.680.

   Es, además, la cantidad más baja de los últimos cinco años, un 10% menor que el promedio registrado en el período 2013-2017.

   La cantidad de siniestralidad implica un promedio de más de 7 accidentes por día. 

   Un número que puede resultar "adecuado" para una ciudad con un parque automotor de 180 mil vehículos, es decir 580 vehículos cada mil habitantes, relación elevada en un país con una media de 295 vehículos por cada mil habitantes.

Detalle

   De los 2.680 accidentes ocurridos en 2018, el 40,71% de las personas involucradas requirió atención hospitalaria, mientras que un 24,14% fue atendido en el lugar del hecho. 

   De acuerdo a esos valores, cada día tres personas deben ser atendidas en las guardias por accidentes viales. 

   En 2018 hubo 7 muertes por accidentes viales, dos menos que en 2017.

   La cantidad es baja si se compara con las estadísticas de ciudades de escala comparable como son La Plata o Mar del Plata. En ambos casos la cantidad de víctimas registradas en 2018 supera el centenar.

   De los 1.072 accidentados trasladados a hospitales, el 75% se repartió entre el Municipal y el Penna, aunque el primero recibió la mayor cantidad de heridos, con el 57,76% de ese total de heridos. 

   El Español y el Privado del sur atendió el 8,30% cada uno, participando en mucha menor medida el HAM, OSECAC e Italiano.

El informe

   Recién el mes próximo se presentará ante el municipio el informe vial que elabora el Grupo Interdisciplinario para el Estudio de las Colisiones Viales (GIECoV), que preside el médico Pedro Silberman.

   El profesional mencionó que se tratará de una publicación con "mucha información" no sólo de lo ocurrido a nivel local sino con datos que permiten una comparativa con otras ciudades del planeta.

   Silberman relativizó la baja de la siniestralidad vial registrada en 2018, aunque prefirió aguardar a tener los datos que reúne el GIECov para su informe.

   "Para tener bajas reales se necesitan planes y políticas de movilidad con vistas a 25 años, de carácter multidisciplinario, con el compromiso de todos los actores sociales y que no dependan del gobierno de turno", expresó.

   Mencionó que, en una primera impresión, la falta de controles adecuados por parte del municipio generaron una mayor cantidad de accidentes en el primer semestre de 2018, la cual disminuyó cuando se corrigió esa situación.

   "Si a la población no se la controla la realidad es que se descontrola", señaló en relación a la que consideró "una falta de cultura por el respeto a las leyes en el país".

   Por último, insistió con un concepto para mejorar las condiciones generales del tráfico. 

   "La ciudad exige una planificación del movimiento vehicular. Definir cuales deben ser las vías rápidas, por donde circular para llegar de un punto determinado a otro, por cuales hacerlo a baja velocidad. Si eso se deja al libre albedrío se generan usos inadecuados de las calles y congestiones de todo tipo", indicó.

   Una herramienta clave para generar esa dinámica de circulación que dismiuya la siniestralidad es el uso adecuado de los semáforos.

   "El verdadero objetivo de los semáforos no es evitar accidentes sino agilizar la circulación, favorecer el uso de unas calles sobre otras. Para eso se necesita contar con semáforos inteligentes, que siempre resultaran más económicos que un sistema inadecuado que genera más accidentes", señaló Silberman.