Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Pigüé: la historia de Pía Foissac, la joven no vidente que practica arquería

"Es un deporte copado que no exige mucho corporalmente como otros que practiqué”, dijo la joven de 16 años.

Pía Foissac, en plena práctica. / Fotos: Agencia Pigüé.

Jorge Sandoval / Agencia Pigüé

   En un claro ejemplo de superación personal y de integración de la entidad que la cobijó, rompiendo límites inimaginables para muchos, Pía Foissac —una joven pigüense no vidente— comenzó a practicar arquería acompañada de su instructor, José Luis Ferreyra, y el grupo que desarrolla esta disciplina, donde ha registrado notables progresos.

   “A Pía la conozco de chica; además, es vecina mía, y sé que cuando se interesa por algo va para adelante siempre. Y hace un par de años que nos tenía un poco acorralados porque quería venir a practicar”, contó Ferreyra.

   En una muestra que se realizaba en la Guarnición Militar Pigüé, Pía se mostró interesada por la actividad, pidió hacer algunos tiros y se entusiasmó de tal manera que comenzó a insistir para que la aceptaran.

   “Nos sorprendió. La ayudamos un poco, tiró, le encantó, se enganchó y comenzó a pedirnos que le permitiéramos venir al polígono”, confió el instructor, quien debió comenzar a investigar y —vía Facebook— se contactó con una escuela de España que se dedica a la arquería adaptada para gente con capacidades diferentes, entre ellos chicos no videntes.

   “Ellos me instruyeron un poco en cuanto a la manera de entrenarla y al equipo que hacía falta para que pueda tirar como corresponde. Y gracias a sus propios compañeros, de acá del Tiro, se hizo una colecta para comprar los elementos necesarios para que empiece”, confió.

Pía, junto al instructor José Luis Ferreyra.

   Estos elementos son un trípode de los que se usan en cámaras de imágenes profesionales, al que se le adosa —en la parte superior— una varilla colocada en forma horizontal que se regula a la misma altura del centro del blanco para que lo tome como referencia. Cuenta con una base de planchuelas de hierro, en el que se apoya el trípode y que le indica el lugar en que debe ubicar sus pies para una correcta postura.

   “El trípode tiene, en la parte superior, un apuntador, que se regula tanto vertical como lateralmente, y es donde apoya la mano al momento de abrir el arco y es lo que se que calibra igual que una mira, pero desde la mano en lugar del ojo”, relató. “Realmente, en la práctica funciona. Lleva más tiempo, porque ella debe aprender a apoyar la mano en ese artefacto, después abrir el arco y tirar. Es fundamental contar con una buena técnica para que la flecha vaya al blanco”, contó Ferreyra.

   Confiando que, si bien en Bahía Blanca hay una institución que impulsa actividades deportivas para chicos que tienen alguna capacidad diferente, no había experiencias con chicos no videntes.

   “En la zona somos los primeros en tener una chica no vidente practicando arquería”, señaló, quien acotó que, a partir de la difusión del caso de Pía, se contactó otro instructor de Las Grutas (Río Negro), quien también está entrenando a un joven no vidente en este deporte. Ahora, ambos están entusiasmados en conocerse y competir.

   “Me emociona mucho que Pía pueda tener la posibilidad de competir y más si hay otro chico. Estamos trabajando para que pueda participar en la modalidad indoor el 15 de julio, en Tres Lomas, en el marco del torneo Social, que es un certamen regional en el que participamos con el Tiro Federal Pigüé. No sabemos si ese chico podrá venir, aunque sí lo hará en la fecha siguiente, que es en Coronel Suárez”, agregó.

   “Ahora tenemos que trabajar para que Pía sea autosuficiente a la hora de estar en la línea de tiro. Estamos haciendo hincapié en cuanto a la postura y técnicas de tiro. Después tenemos que armar un blanco con relieves para que se pueda puntuar a sí misma. Lo otro es desde el atril, donde está la diana de puntos, hasta el trípode donde ella tira, se coloca una soga con una manguerita para que ella vaya sola hasta la contención para poder puntuar y retirar sus flechas”, contó.

   Pía comenzó a practicar hace un mes y medio, en principio con la ayuda de Ferreyra que la guiaba en casi todos los pasos, hasta que lograron contar con el apuntador que la ayudó para que pueda manejarse de manera autónoma y con muchos progresos.

   “Es un lindo desafío. Si bien a mí me gusta mucho enseñar y estar con los chicos, esto no me lo esperaba; agradezco tener la posibilidad de entrenar a Pía. Es una grande, que no afloja nunca y hace que todo sea más fácil”, dijo.

“Cuento los días para mi primer torneo”

   “Me dio mucha curiosidad cuando, paseando con mi familia, me dejaron practicar arquería”, dijo Pía Foissac.

   “Después no pude empezar porque estaba residiendo en Bahía Blanca, yendo a una escuela de allá, y cuando volví a Pigüé empecé a decirle a José Luis que quería venir. Insistí hasta que pude y, ahora, con los elementos que tengo es algo que me encanta. Es un deporte copado que no exige mucho corporalmente como otros que practiqué”, agregó.

   Inquieta como toda chica de 16 años, Pía actualmente concurre a una escuela secundaria normal en Arroyo Corto, asegura que es buena alumna y que, todavía, no tiene definido qué hará después, ya que pretende seguir estudiando.

El grupo de práctica de arquería.

   Hoy está muy entusiasmada con un deporte que la atrapó. “A veces me levanto de la siesta y creo que es el día de ir a practicar, y después me dicen que no, que es mañana; me causa mucha risa”, confesó.

   “Cuento los días para mi primer torneo. Tengo muchas ganas de ir a tirar, y es increíble el apoyo y las ganas que le ponen mis compañeros. Acá hay buen clima, muy social. Para mí es el lugar perfecto”, dijo.