Bahía Blanca | Lunes, 30 de junio

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La verdad que transforma la provincia

Por Federico Luis Suárez, Ministro de Asuntos Públicos del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires 

 

   Estábamos tan acostumbrados a que las cosas fueran de una determinada manera que nos resulta poco creíble que algo haya podido cambiar. Nos hicimos la idea de que el Estado no estaba al servicio de la gente, sino que era una superestructura, burocrática y en manos de políticos alejados de la realidad. 

   Desde hace dos años y diez meses algo en la Provincia cambió. Con la verdad sobre la mesa, recurriendo siempre al diálogo y haciendo cada uno hace su parte, estamos transitando un camino diferente en el que lo fundamental son las personas. Porque en el centro de cada acción de gobierno están los bonaerenses, cada vecino con sus necesidades, sus reclamos, incluso el enojo o la preocupación porque las respuestas tardan en llegar. 

   Decir la verdad nos identifica y, a la vez, nos hace diferentes. Cuando comenzamos la gestión dijimos sin metáforas que la Provincia estaba quebrada y con una deuda social en infraestructura histórica. Y eso eran soluciones que no llegaban y obras postergadas durante décadas que se prometieron y algunas incluso “se inauguraron” varias veces.

   La realidad hoy es otra. Rutas nuevas y otras que se están repavimentando como las rutas  51, 25 y 201, la 4 y la famosa ruta 6, la 41 y 70, 67 y 11, 30 y 60, y la nueva “Ruta del Cereal” junto a otras mejoras en los caminos rurales; 7 mil cuadras de pavimentación urbana; obras hidráulicas contra las inundaciones en 5 de las principales cuencas, 30 guardias de hospitales hechas a nuevo; estas obras hoy representan el compromiso de transformar la realidad de verdad y para siempre.

   Nadie va a quitar a los vecinos lo que ellos mismos pagaron con sus impuestos y que tanto esperaron. 

   Decir la verdad es comprometerse con dar las peleas que hay que dar y no mirar para otro lado ni ser cómplices. Es reconocer que, donde el Estado estuvo ausente, los punteros hicieron su negocio y se instalaron los narcos. En la lucha contra el narcotráfico ya hicimos más de 82.000 operativos, derribamos 81 bunkers y decomisamos miles de dosis de cocaína, paco, marihuana, pasta base y sustancias de corte. Esta pelea la estamos dando con el Estado presente en los barrios más vulnerables a través de ventanillas al servicio de los vecinos, sin intermediarios. Ahí se puede tramitar el DNI, la tarjeta SUBE, acceder a los planes de vacunación y recibir orientación para otros beneficios del sistema de protección social. 

   Decir la verdad es enfrentar el delito también dentro del Estado y poner a disposición de la Justicia toda la información necesaria para colaborar efectivamente, sin nada que ocultar. Es terminar con el amiguismo para nombrar jueces y haber impulsado un cambio en la ley para que haya un mecanismo de selección más riguroso y transparente. 

   Decir la verdad es tener un Estado con mayor transparencia. Antes no pasaba que cada funcionario tuviera que presentar su declaración jurada de bienes para que la gente sepa cómo viven y de qué viven los que gobiernan, desde el gobernador y el vice gobernador, pasando por ministros y legisladores. Ahora ya no hay jubilaciones de privilegio porque estamos convencidos que el mayor privilegio que tenemos los que ocupamos cargos es estar al servicio de aquellos que, con su voto, nos pusieron en la función pública y son “nuestros jefes”. 

   Decir la verdad es encarar una reforma política en serio que terminó con la reelección indefinida de los intendentes. Un Estado que reduce sus gastos y se propone metas de ahorro para destinar los fondos donde verdaderamente son necesarios. 

   Decir la verdad es lo que transforma la vida de miles de bonaerenses porque aprendimos que el atajo o la avivada no llevan a ninguna parte. La transformación que empezamos no es fácil porque detrás de cada pelea, de cada decisión está el compromiso de cambiar las cosas para siempre.

   Juntos hicimos mucho y estamos haciendo un esfuerzo enorme para llegar a tener la Provincia que nos merecemos. Trasformar la realidad es trabajar todos los días para tener un Estado que va a buscar a cada vecino para acercarle las soluciones que se esperaron durante décadas. Es trabajar con honestidad y transparencia, reconociendo las dificultades y poniendo el mejor esfuerzo posible para superarlas y avanzar Por eso estamos convencidos que este es el camino correcto, el camino de las soluciones, trabajando en equipo y poniendo la verdad sobre la mesa.