Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Sexting, una nueva forma de experimentar la sexualidad

   El sexting es una de las formas con las que la tecnología está influyendo en nuestra forma de vivir y expresar la sexualidad. 

   Se ha convertido en un modo muy usado para intercambiar mensajes eróticos o videos y fotografías sexualmente explicitas, empleando celulares u otros dispositivos con cámaras incluidas.  

   Esta nueva práctica es utilizada por adultos y jóvenes, a veces como una forma de erotizar la pareja, otras para seducir o conquistar. En general, el sexting suele ser recíproco permitiendo que disfruten por igual los miembros de la pareja. 

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   Sin embargo, el sexting también tiene su contra. No es juego y, en muchos casos, encierra grandes peligros tanto para menores como para las personas más confiadas ya que a través del intercambio del material erótico pueden resultar extorsionadas. 

   La imagen enviada y compartida dentro del contexto íntimo, sexual  y de confianza puede convertirse en una verdadera pesadilla. El riesgo que el contenido sexual de las fotos o videos pueda ser reenviado y que circule por las redes como una viralización está siempre presente. 

   Entonces, aquello que en su momento fue privado, puede convertirse rápidamente en material público, ocasionando un alto grado exposición y daño a la reputación de quien, en confianza, envió ese material.  

   Los riesgos asociados a esta práctica son, además de la sextorsión (como solemos escuchar en los medios), la exposición de material íntimo y personal con el correspondiente daño a la privacidad o al grooming. 

   Esto último, ha sido definido como el acoso sexual deliberado por parte de un adulto hacia un niño o adolescente, a través de los medios tecnológicos, con la mala intención de obtener concesiones sexuales. Las imagenes se utilizan para chantajear al menor y así comenzar y mantener una relación de abuso. 

   Luego, debemos reafirmar que el sexting tiene sus pros y sus contras. No es un juego y estar muy atentos, además de ser cuidadosos, es la mejor manera de que no se convierta en una pesadilla. 

   Igual, no todo lo que rodea al sexting es peligroso.

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   Puede ser un recurso muy útil para recuperar o mejorar el erotismo de la pareja, cuando esta ha llegado a un punto de monotonía y es necesario incorporar algunas prácticas sexuales novedosas, para enriquecer la vida sexual. 

   También es un recurso muy útil cuando la pareja pasa mucho tiempo separada por las distancias. El erotismo se mantiene y el deseo se incrementa, lo que garantiza un encuentro sexual explosivo cuando la pareja se vuelve a encontrar. 

   El uso de esta práctica también puede ser recomendable cuando uno de los dos miembros de la pareja o ambos, sienten que no hay deseo sexual. El intercambio de mensajes, fotos o videos hot puede ser de gran ayuda para ir generando un espacio de intimidad y deseo que favorezca el encuentro.  

   Recurrir al sexting como un juego previo virtual puede ser divertido, y enriquecedor. Puede dar lugar a que la pareja descubra otras cosas. Pero, siempre hay que aprender a diferenciar y saber qué tipo de material íntimo se comparte y con quién.