Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Di María, el cuarto mosquetero

   A poco menos de cinco meses para el comienzo del Mundial de Rusia llegan desde Francia buenas noticias para la Selección. Es que Ángel Di María, pieza importante en el circuito de ataque de la escuadra albiceleste, parece haber recuperado su influyente nivel futbolístico.

   El rosarino, quien estuvo a punto de dejar el PSG en el curso del actual mercado de pases del invierno europeo, cambió su imagen frente al técnico español Unai Emery y se transformó en un engranaje vital para el funcionamiento del equipo.

   Su juego, su valorable prestación en el bloque colectivo y su eficacia en las redes contrarias permitieron que progresivamente vaya ganando peso dentro de una formación de cotizadas estrellas.
Di María aprovechó a la perfección las ocasiones se le presentaron en este tramo de la temporada 2017-2018, donde en los 15 partidos en que fue titular intervino en 16 goles. Ocho los marcó él –la mayoría en los últimos encuentros de la Ligue 1 y en instancias eliminatorias de copas nacionales– y los otros ocho se originaron por sus precisas asistencias.

   Además se lo nota suelto, rápido, punzante y entendiéndose de maravillas con Neymar, Edinson Cavani y Kylian Mbappé, los integrantes del temido tridente con el que cuenta el conjunto parisino. Tanto ha crecido su aporte en los números y en el campo, que la prensa del Viejo Mundo lo considera el “cuarto mosquetero” en esa contundente ofensiva.

   Cerrada por ahora las puertas para una posible salida del club, en el PSG saben que Di María puede ser clave aunque no sea intocable y que se necesita un plantel amplio para ganar todos los títulos que sean posibles. Especialmente el de la Champions League, el principal objetivo de los franceses.  

   Muy atento a su actualidad, el entrenador Jorge Sampaoli tendrá la misión de explotar al máximo sus características (y las del resto de los convocados, claro) cuando inicie la etapa final del trabajo preparatorio que desembocará en la esperada cita ecuménica.

   Asociarlo a Lionel Messi y Sergio Agüero en los últimos metros de la cancha y trabajar en su desgaste emocional para evitar recurrentes lesiones del pasado, serán dos aspectos decisivos para que Di María pueda ser un factor gravitante en nuestro seleccionado como lo es hoy en el Paris Saint Germain.