Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Olimpo logró recuperar la sonrisa al cortar la mala racha

Siendo irregular, sin demasiado ingenio, con 29% en triples y 65% en libres, el aurinegro se apoyó en las individualidades para vencer a Petrolero (80-75) y festejar tras cinco caídas en fila.
Al gol.  Emilio Giménez (O) capturó el ofensivo y definirá ante la mirada de Martín Gareis (P).

Por Luciano Mutti / lmutti@lanueva.com

A Olimpo le está costando sonreir. Por ello, la victoria de anoche sobre Petrolero (Huincul) por 80 a 75 por la Conferencia Sur del TNA, le sirvió de bálsamo, teniendo en cuenta lo mal que la estaba pasando acarreando cinco traspiés de forma consecutiva.

El aurinegro alternó buenos y malos pasajes.

Por caso, con Chaves calentando la muñeca en el 1ºC (10 puntos), pudo escaparse por 24-17.

No obstante, la defensa zonal planteada por el rival lo obnubiló y lo trabó.

A lo cual, Petrolero le añadió la aparición de Buendía saltando del banco encendido, respondiendo también con 10 tantos, equlibrando el trámite y pasando al frente por primera vez: 25-24, en 1m20s del 2ºC, tras un 8-0.

A partir de allí, al aurinegro se le presentó un problema que nunca pudo solucionar, pero que llegó a maquillar de a ratos.

Por ejemplo, dependiendo de la puntería de Chavito, algún 1vs1. de Matthews o el atrevimiento de Ruesga.

Así, Olimpo pudo recuperar las riendas (37-32), algo que Sepúlveda no quiso que se extendiera más y produjo que Petrolero termine el PT muy cerca (40-39).

Ya en la reanudación, el Naranja manejó los tiempos: tuvo mucho gol en los 6m74 (cerró con 11-24), Sepúlveda lideró la ofensiva y sacó su máxima (53-48), a 2m20s de cerrarse el 3ºC.

El aurinegro, lentamente, se recompuso mediante arrestos individuales.

Inició con Chaves monopolizando el ataque; después Matthews se sintió protagonista en ambos costados; Giménez aportó una bocanada de aire fresco con dos bombas para 11 tantos en el 4ºC y, por último, Castets se hizo cargo en los instantes calientes, cuidando la bola y también resolviendo cuando hizo falta en campo ajeno.

A Olimpo no le sobró nada.

Aunque no le importó.

Debía ganar como sea para cortar la racha y volver a sonrerir.

Fue un triunfo esperado.