El código del diablo

Redacción de La Nueva.

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 --Con todo esto hay un mito.

 --¿Qué mito?

 --Y... que está metido el diablo.

 --¿El diablo?

 --Sí, porque en todos los códigos de barra del mundo está el 666.

 
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 Ignacio Marbán es el diseñador gráfico de la empresa D`Atri, la única firma de Bahía Blanca que se encarga de crear las barritas que identifican todo lo que tiene precio.

 --Los códigos de barras se generan con una operación matemática --explica Ignacio.

 Lo que vale en el código de barras son los números, las líneas y los espacios en blanco sólo le sirven al escáner que al leerlos los transforma en los números que se ven debajo del famoso gráfico.

 --El escáner lee porcentajes de negros y blancos --dice Ignacio.

 Después se sienta frente a la computadora y sigue con la lección: pone 12 números y en un segundo sale el dibujito con las líneas y los espacios.

 El número tiene sus pormenores: los tres primeros pertenecen al país (en el caso de la Argentina es el 779), después vienen los que identifican a la empresa y detrás los que tienen las especificaciones de los productos. La cantidad de dígitos depende del número de referencias que la empresa que lo solicita necesita identificar.

 La organización que asigna los números es GS1 (Global System y 1 por la posición número 1 como sistema mundial de estándares, como único lenguaje para el comercio y los negocios de todo el mundo).

 --Una vez que una empresa solicita su código de barras, GS1 tarda unas 72 horas para asignárselo por todo el tema legal.

 Hasta ahí todo lo que va dentro de la computadora. Después viene la parte de la impresión del código de barras en el producto. Y no todo es tan simple en este campo.

 --No se pueden usar colores derivados del rojo porque el escáner no los lee, por lo general lo que se usa es negro o azul --dice Ignacio.

 También el material en el que se va a imprimir el código tiene sus secretos.

 --¿Quién no ha visto a una cajera de supermercado pasar y pasar el código por el escáner? O darle vuelta para ver si lo toma. Lo más delicado es trabajar con cartón microcorrugado o bolsas de polietileno porque la tinta en estos productos tiende a reventar y en vez de un código de barras queda un manchón.

 --¿Y el código puede tener cualquier tamaño?

 --Mientras respete las proporciones de espacios de negros y blancos se puede hacer de cualquier tamaño. Incluso hay muchas firmas, como Coca Cola, que lo poneN dentro de una forma de botella.

 --¿Y no lo modifica?

 --No, porque el escáner lee en forma horizontal, así que mientras esté completo...

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 --Ignacio ¿cómo es eso del diablo?

 --Fijate que en todos los códigos de barras hay tres separaciones: una en el extremo izquierdo, otra en el centro y otra en el extremo derecho. Las tres separaciones están representadas con dos líneas finas, que son con las que se representa el 6 en el dibujo para que el escáner las transforme en un número. Así tenés el 2 que son dos rayas medianamente gruesas o el 5 que son dos rayas, una muy gruesa seguida de una muy fina... Y el 6, con dos líneas finas. Como las de separación son dos finas y están tres veces, llegás al 666.

 --Pero ¿quién habla de esto?

 --Y... es un mito... en nuestro ambiente se comenta, se sabe que este tema anda dando vuelta... Habrá quien lo toma en serio y quien se ríe...

 --¿Vos te reís?

 --Obvio... Pero fijate que en Internet anda dando vuelta el tema...

 Y dando una vuelta por la red se confirma lo que dice Ignacio: mucha gente adhiere a la teoría de que en los códigos de barra está presente el 666 que según el Apocalipsis es "el número de la Bestia".

 Y como para seguir jugando con el misterio, el 666 no figura entre los números de abajo, porque son las líneas de separación, no las que se usan para identificar al producto.

 --Aparte viene justo por el tema de que el diablo esté presente en algo que tiene que ver con el comercio, con lo material.

 --Claro... Juegan con eso --cierra Ignacio.

666

 "Nadie puede comprar o vender, salvo la persona que tenga la marca. Aquí es donde entra la sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la Bestia, pues es número del hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis" (Apocalipsis 13:17,18)

 El 666 es el número que aparece en las nucas de los chicos que de grandes serán el diablo según Hollywood. Y los pintan en paredes, puertas, pizarrones... y en todo lo que quiera significar que por ahí anda, anduvo o andará el diablo.

 Pero ¿por qué el 666? Hay varias teorías. Una dice que el 7 es el número de lo perfecto y el 6 el de la imperfección. Y que se lo repite 3 veces para equiparar a la Santa Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Para identificar los vagones

 La primera patente de código de barras fue registrada en octubre de 1952 por los inventores Joseph Woodland, Jordin Johanson y Bernard Silver en los Estados Unidos. La implementación fue posible gracias al trabajo de los ingenieros Raymond Alexander y Frank Stietz. El resultado de su trabajo fue un método para identificar los vagones del ferrocarril utilizando un sistema automático. Sin embargo, no fue hasta 1966 que el código de barras comenzó a utilizarse comercialmente y no fue un éxito comercial hasta 1980.

Maximiliano Palou/"La Nueva Provincia"