Bahía Blanca | Martes, 07 de mayo

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"Toqué el cielo con las manos"

¿Qué imaginabas de Sudáfrica, como país y estructura, previo al viaje? Elefantes, leones y estadios enormes. ¿Y con qué te encontraste? Elefantes, leones y estadios enormes, je, je... ¿Nada más? Y, bueno, algunos cracks del fútbol. Eso sí, todavía me cuesta pegar un ojo a la noche (risas).

 --¿Qué imaginabas de Sudáfrica, como país y estructura, previo al viaje?


 --Elefantes, leones y estadios enormes.


 --¿Y con qué te encontraste?


 --Elefantes, leones y estadios enormes, je, je...


 --¿Nada más?


 --Y, bueno, algunos cracks del fútbol. Eso sí, todavía me cuesta pegar un ojo a la noche (risas).


 --Con la mano en el corazón, ¿qué fue más difícil: sacarte una foto con Maradona o quitarle la pelota a Messi en los entrenamientos?


 --Tocarle la pelota a Messi, je. Diego fue muy generoso conmigo. Le pedí una foto y no tuvo drama. Eso sí, me dijo que si iba fuerte en las prácticas no había foto, je, je. Y, al final, negociamos.


 --¿Es fácil negociar con Diego?


 --Ni hablar. Es Dios.


 Germán Alejo Pezzella tiene derecho a sentirse un privilegiado. El defensor de River cumplió una faceta diferente, disfrutable, aceitada, relajante y perdurable dentro del campo de juego, que seguramente quedará atesorada en un cajón blindado de su vida personal.


 Este bahiense fue uno de los sparrings de Diego Maradona en la selección nacional, en Pretoria, durante la Copa del Mundo de Sudáfrica.


 Y con el correr de los días --según reconoció-- trata de volver al planeta tierra después de integrarse a un grupo de galácticos, de lo mejor del fútbol mundial.


 De regreso a su ciudad, el ex Olimpo y Kilómetro Cinco contó intimidades, relató parte de su experiencia, volcó momentos de alegría mezclando situaciones de tristeza, básicamente, tras la categórica derrota ante Alemania, en los cuartos de final.


 --Con toda esta experiencia, ¿Ya caíste o estás en eso?


 --En parte caí. Pero, cuando apoyo la cabeza en la almohada, me cuesta entender que estuve al lado de Maradona, Messi, Mascherano, Higuaín, Tevez y con el resto del plantel de la selección. Miro las fotos en facebook y no lo puedo creer.


 --¿Qué sensación tuviste cuando pisaste Sudáfrica?


 --Sinceramente, me pregunté: ¿Qué estoy haciendo acá?


 --¿En qué orden de factores sentiste que le sacaste provecho a esta convocatoria como sparring de la Selección?


 --En primer lugar ubico la experiencia. Compartir entrenamientos con esa clase de jugadores me hizo crecer como futbolista. Y más yo, que todavía no tuve la posibilidad de debutar en la Primera de River. Vivir un Mundial de cerca fue algo soñado. Me sentí un privilegiado. Y eso no se borra nunca más.


 --¿Qué se cruzó por tu cabeza cuando Sergio Batista (DT de las selecciones juveniles) te incluyó en la nómina de juveniles?


 --Se me pasaron mil cosas por la cabeza en un minuto. Lo primero que pensé es que todo el esfuerzo realizado en casi un semestre había valido la pena. Empezamos 40 chicos, después se achicó el grupo y siempre estaba esa ansiedad de saber quiénes iban a ir al Mundial.


 "Y una semana y media antes de viajar a Sudáfrica, Batista elevó el listado y estaba incluido. Ahí toqué el cielo con las manos".

"Era imposible no estar identificado"






 --¿Cómo era, desde tu lugar, ser parte de la selección mayor en tu rol de sparring?


 --Normal. Grité, festejé, lloré y sufrí como si fuera un hincha o un jugador de la selección mayor. Diego nos tuvo tan en cuenta que era imposible no sentirnos identificados con el plantel.


 --¿La función de ustedes en las prácticas era simular acciones de juego?


 --En realidad, nosotros marcábamos con la precaución de no tocar a ningún jugador. O sea, si hubiera lesionado a un jugador puedo asegurar que salía en todos los diarios del mundo (risas). Y, encima, me volvía a Buenos Aires.


 "Quizá no tomamos conciencia, desde Sudáfrica, la ilusión que tenía el hincha argentino con su Selección. Nosotros, por ejemplo, estábamos en el hall del hotel. Y, de repente, aparecía Maradona con Mancuso; Messi con Verón o Jonás (Gutiérrez) charlando con Demichelis. Era un lugar de ensueño".


 --¿Cómo era el organigrama semanal?


 --Viajamos dos semanas antes del inicio del Mundial. En ese lapso, hubo mucho doble turno. Incluso, cuando arrancó el torneo entrenamos por la tarde, salvo el día después de cada partido.


 --¿Qué destacás de la Selección de Maradona como grupo?


 --La profesionalidad. El plantel humano era buenísimo. Estaban todos muy unidos porque se sentían seguros que podían llegar a ganar el Mundial. Por eso, la eliminación con Alemania impactó profundo en el equipo.


 --¿Los jugadores y el cuerpo técnico se mostraron predispuestos con ustedes?


 --Sí, totalmente. La verdad, todos estuvieron muy atentos, algunos nos hablaron y hasta nos dieron consejos. Más allá de los autógrafo, tuvimos la fortuna de que gran parte de los jugadores estuvieron predispuestos a hablarnos sobre como debemos manejarnos en el ambiente del fútbol.


 --¿Con qué jugadores del plantel lograste acercaste?


 --Varios. Gonzalo Higuaín, Martín Palermo y Clemente Rodríguez. Incluso, se prendieron a jugar al ping pong y en la sala de juegos.


 --Futbolísticamente hablando, ¿de qué te sirvió este viaje?


 --Para los defensores fue importantísimo. La Selección tenía en ofensiva a los mejores jugadores del mundo. Y me tocó lidiar con Messi, Higuaín, Tevez, Agüero, Pastore, Di María, Palermo y Milito. Son todos jugadores consagradísimos.


 "Me sirvió mucho porque juegan a otra velocidad, aprendí a ubicarme mejor en sectores donde todavía no estaba seguro y logré incorporar estrategias en diferentes situaciones de juego".

"Con la pelota, no hay otro igual a Messi"






 --¿A qué jugador le hiciste más infracciones?


 --Al Kun Agüero. Me mataba en velocidad. Imposible de marcar. Cada vez que agarraba la pelota simplemente lo manoteaba. No tenía otra opción para frenarlo.


 --¿El más indomable era Messi o el propio Agüero?


 --Con la pelota, no hay otro igual a Messi. En velocidad es casi imposible lo que puede llegar a hacer en un segundo. Es totalmente impredecible. Lleva la pelota pegada al pie, arranca con su slalom y te mata.


 --¿Qué delantero te sorprendió?


 --Y, Agüero. Sabía que era un gran jugador, pero demostró en las prácticas que tiene muchísima técnica. No pensé que era tan rápido.


 --Además de la pelota y los jugadores, ¿con qué Mundial te encontraste?


 --El frío, je... El circo es tremendo. El mundo se paraliza. El movimiento de gente es increíble. Me sorprendió el marketing, la seguridad, el periodismo mundial, la pluralidad de idiomas, razas y otras cuestiones ligadas directa e indirectamente al fútbol.


 --¿Quién era tu candidato, más allá de Argentina?


 --Brasil. Realmente fue un batacazo el triunfo de Holanda. Y más de la forma en la cual quedó eliminado. Me gustó mucho el orden de Holanda.


 --¿España fue un justo campeón?


 --Sí. Fue el que propuso un fútbol distinto. En los últimos partidos jugó con la cabeza, pero también arriesgó en momentos decisivos. España era el mejor equipo del torneo, junto con la selección argentina.


 --Se habló mucho de la Jabulani, ¿el balón realmente viboreaba en remates de larga distancia?


 --Siempre. Los arqueros estaban como locos. Tal vez, Romero (Sergio) estaba tranquilo, aunque entrenaba más tiempo de lo debido para habituarse a esa pelota.

"En River, ningún pibe tiene la varita mágica"






 --¿Fue positivo o negativo no poder debutar, en el semestre pasado, en la Primera de River con todos los problemas a cuestas que debió afrontar el club en el plano futbolístico e institucional?


 --No sé. Si debutaba y me iba bien, realmente hubiera sido un golazo de media cancha. Pero si me iba mal, probablemente, me quemaba vivo y no entraba nunca más al Monumental.


 "Igualmente, sabía que en estos meses iba a ser muy difícil que debute en Primera porque el momento de River no daba para que diera el salto".


 "A ver... Es raro ver a River de la manera en la que está. A los hinchas no les entra en la cabeza como su club llegó a la situación actual. Y los jugadores son los que más sufren esta situación porque llevan en la espalda una presión que, desde mi punto de vista, es injusta".


 --¿La experiencia puede llegar a predominar en este River que se viene?


 --Ningún pibe tiene la varita mágica. La experiencia tiene que ser el factor clave para escapar de esta pesadilla. La tabla del descenso empezó a acechar, más allá que River sabe que va a zafar de esa situación. River es River. A la larga, esto se va a acomodar.


 --¿Pudiste hablar con Angel Cappa de ese tema?


 --Algo. Muy poco. El sabía que soy de Bahía. De todas maneras, Angel me dijo que tenía buenas referencias mías.


 "El tema es que Cappa no quiere quemar a los más chicos. Al menos, pretende apelar a jugadores consagrados para zafar de esta situación y ahí sí poder colocar a algunos jugadores del club. La necesidad es urgente. Y, sinceramente, no me veo jugando inmediatamente en Primera.


 --¿Cómo es convivir en medio del Mundo River y más en esta situación?


 --Es imposible hacer oídos sordos a lo que sucede en el club. Los problemas existen, se tratan de mejorar, pero hasta ahí llega la noticia.


 --¿Los más chicos se sienten presionados?


 --Más o menos. Algunos sí y otros no. Depende de cada uno. Los hinchas van a la cancha a ver ganar a su equipo. Y no les importa si juega Ortega o Coronel. La gente no hace esa diferenciación.


 --¿Cómo te ves jugando en el Carminatti en esta temporada?


 --Sería una alegría enorme jugar en mi ciudad. Y en cancha de Olimpo. Ojalá sea en Primera. Igualmente, tal vez pueda jugar en tercera. Obviamente, va a ser una temporada especial.

Lo que viene






 --¿Te ves integrando la Selección en el Sudamericano Sub 20 del año que viene?


 --Falta mucho. Puede pasar cualquier cosa. Somos varios chicos.


 --¿Pero contás con una ventaja en relación a otros chicos por formar parte de estas últimas experiencias?


 --Y, puede ser. Pero en la Selección cualquier jugador debe demostrar sus condiciones día a día. El que se queda, pierde su turno.