Bahía Blanca | Domingo, 29 de junio

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Un campeón dentro y fuera del ring

El ex campeón mundial mediano junior de la AMB, Julio César Vásquez, pasó por Bahía Blanca, donde estuvo presenciando la velada efectuada el pasado 16 de diciembre en el club Universitario. El "zurdo" se radicará en nuestra ciudad para continuar su carrera. Aquí trabajará a órdenes de los managers Walter Mangioni y Elvando Duarte.
Un campeón dentro y fuera del ring. Deportes. La Nueva. Bahía Blanca




 El ex campeón mundial mediano junior de la AMB, Julio César Vásquez, pasó por Bahía Blanca, donde estuvo presenciando la velada efectuada el pasado 16 de diciembre en el club Universitario.


 El "zurdo" se radicará en nuestra ciudad para continuar su carrera. Aquí trabajará a órdenes de los managers Walter Mangioni y Elvando Duarte.


 En una charla imperdible, Vásquez repasó sus momentos de gloria, alternando relatos conmovedores y algunos toques humorísticos que muestran a la persona más allá del boxeador.


 "Esta propuesta llegó a través del futuro promotor Walter Mangioni. El Don King de Bahía (risas)".


 "El 17 de febrero voy a pelear acá. En principio se habla de un rival brasileño, el tema es que no pida mucha plata. Yo estoy en mis últimos años como boxeador, por eso quiero mantenerme activo y, porqué no, poder volver a pelear por el título del mundo", señaló Vásquez.


 En su último compromiso, el santafesino se presentó en Croacia, donde cayó por nocaut técnico con el local Stjepan Bozic, en pelea válida por el campeonato mundial supermediano de la WBF.


 "Tuve un accidente. En el segundo round me corté y en el noveno no pude salir porque sangraba demasiado. Pero quedaron las puertas abiertas porque hice una buena pelea. Es posible que viaje de nuevo, pero primero me gustaría presentarme en Bahía", adelantó.


 --Durante tu carrera visitaste muchos lugares. ¿Cuál te impactó más?


 --Las ciudades que más me gustaron fueron Las Vegas y Atlantic City, en Estados Unidos. El sitio que más me impactó fue Alma Alta, en Kazajstán. Fue un viaje largo, que hicimos en tres escalas: Buenos Aires-Londres, Londres-Moscú y Moscú-Alma Alta. Fue durísimo.


 --¿Por qué viste tan poca acción estos últimos años?


 --Todo pasa por uno. No tuve mucha actividad y los resultados no me acompañaron. Yo soy el culpable de eso, por no entrenar como debía y no realizar la cantidad de peleas que hacía antes.


 --¿Te sentías saturado por tantas peleas?


 --Sí. Yo me equivoqué. A los 28 años ya no quería pelear más y hoy, ya casi con 40, tengo ganas de seguir. Sigo con la esperanza de poder llegar a ser campeón del mundo. Las chances están intactas.

La época dorada






 El éxito deportivo llegó un 21 de diciembre de 1992, cuando Vásquez noqueó en el primer asalto al japonés Hitoshi Kamiyama en Buenos Aires, conquistando el título mediano junior de la AMB, que en ese entonces estaba vacante.


 "El 21 de diciembre gané el título Mundial en Buenos Aires, en la cancha de Ferro. En 1995 lo perdí en Atlantic City con (Pernell) Whitaker. Lo recuperé con Carl Daniels en Filadelfia y luego lo perdí en 1996 con (Laurent) Boudouani en Francia. Después que perdí el título prácticamente me había retirado", reveló el "zurdo".


 --¿Esa pelea te "mató" en lo anímico?


 --En realidad, la pelea que más me afectó fue la de Whitaker. No quería saber más nada, pero enseguida volví y gané. Ahora quiero entrenar porque si paro ya no vuelvo más, porque ya me cuesta más entrenar, salir a correr, bajar de peso... ya no soy el mismo.


 --¿Qué combate te gustaría volver a hacer?


 --Con Ronald Wright. Y después la pelea con Carl Daniels, cuando le gané por nocaut en el undécimo round, en una pelea que venía perdiendo lejos y logré meter una mano salvadora.


 --¿Seguís habitualmente el boxeo argentino?


 --No. No soy de ver mucho boxeo en general. Más o menos conozco a algún muchacho, pero no soy de ponerme a ver todos los sábados las peleas por televisión. Pero en Argentina tenemos un buen semillero.


 "Hubo un tiempo que en la Federación Argentina hubo 80 o 90 pibes todas las tardes y hoy, como mucho tenés 20 o 30. Hay chicos que tienen condiciones pero no los bancan. No sé bien como será el tema, pero lamentablemente es así".


 --¿Te gustaría ser entrenador cuando dejes la actividad?


 --No. Ya me hicieron dos propuestas. Empecé en un gimnasio y a los 10 días ya no quería saber más nada. Quizás más adelante, pero por ahora no.


 --¿Cómo fueron tus comienzos?


 --Empecé a los 15 años, pero ya cuando tenía 12 o 13 me iba al Boxing Club, allá en Santa Fe. Iba caminando por la vía a las 2 de la tarde y me quedaba a ver los entrenamientos. En ese tiempo estaba Carlos Monzón, Rufino Cabrera... todos boxeadores de Santa Fe. Ahí empecé a entrenar hasta que llegué a Buenos Aires.


 --¿Cómo fue tu relación con los promotores y los entrenadores?


 --Bastante buena. Por ahí con los promotores siempre hubo alguna que otra discusión por alguna diferencia de plata, pero nada más. Con los entrenadores siempre tuve buena relación. Hoy estoy con Julio García, un amigo y compañero en el gimnasio.


 --¿Te queda alguna cuota pendiente?


 --Yo hice 14 peleas por el campeonato del mundo. Más no se puede pedir. Pero en esta última chance, si puedo combatir por el título y ganarlo mucho mejor.


 "Por ahí se me acercan y me dicen: `Gracias por lo que hiciste por el país'. La gente te reconoce y eso es lindo. Por ahí eso te hace sentir viejo (risas)".





Sentimientos grabados en un tatuaje










 Debajo de su remera, en su brazo izquierdo asomaba la sigla de la WBA. Inmediatamente, Vásquez repasó la historia de ese tatuaje.


 "Este tatuaje me lo hice en dos partes. Cuando fui a pelear a Belfast con (Ahmet) Dottuev me hice los guantes y me puse el nombre de mi hijo (Julio junior)", explicó.


 "Después me hice poner `siki naka', que es el apodo de mi hermano (Víctor), quien falleció. Acá están las doce defensas del título (graficadas en forma de estrellas) y las siglas de la WBA (en castellano, la Asociación Mundial de Boxeo)", reconoció.


 Inmediatamente, Vásquez se arremangó el brazo derecho y mostró un segundo tatuaje.


 "Y éste es mi hijo Julio", señaló el ex campeón, mostrando una perfecta imagen.


 "Te cuento una anécdota. Cuando perdí con Whitaker dije `No peleo más'. Me volví a Santa Fe a descansar y de ahí nos fuimos a San Justo con mi `Viejo' y mis dos hermanos. Ya en el camino de regreso el auto en el que venía mi hermano chocó. En ese accidente murieron mi hermano Víctor, mi tío, un amigo y el chofer. Y antes de cerrar el cajón le prometí a Víctor que iba a volver. Empecé a entrenar con todo y recuperé la corona al ganarle a Carl Daniels", dijo.


 "Y quiero agregar algo más. Le quiero agradecer a Walter Mangioni, porque ahora cuando vuelva a Buenos Aires me dijo que me iba a dar 10.000 pesos (risas)".


 "Mi señora dice que en la vida no existen las casualidades, sino las causalidades. Por algo nos encontramos en Buenos Aires una tarde, cuando él estaba haciendo unas compras para su gimnasio. De aquí en más será mi manager y quién dice que el año que viene no estaré peleando por el título. Todo puede ser", se ilusionó.

Compañera en las buenas y en las malas






 Mónica, su señora, es la persona que ha estado junto a Vásquez en todos estos últimos años, más allá de cualquier resultado deportivo.


 "Esta historia comenzó hace 15 años. Estamos legalmente casados hace dos meses, con cinco años convivencia", relató Mónica.


 "Le pasaron cosas que lo bajonearon anímicamente y yo estuve ahí para apoyarlo incondicionalmente. Yo soy juez de boxeo, pero las únicas peleas que sufro son las de Julio César", admitió.


 "Ella se metió en el boxeo por mí", acotó el "zurdo".


 "Una vez ella fue juez en una pelea mía, donde yo perdí por nocaut y ella me dio empate", bromeó Vásquez.


 "De repente --prosiguió Mónica-- podemos encontrar gente que lo para en la calle para pedirle autógrafos, pero lo más lindo es que le digan `gracias por lo que hiciste por nuestro país'".


 "A veces, la gente y el periodismo es bastante cruel. Cuando Julio tenía amigos, éstos eran los amigos del campeón y se olvidaron del ser humano, pero él sigue siendo el mismo".


 "Walter (Mangioni) es una gran persona, con un buen corazón, y Julio necesita alguien que lo apañe como persona y no sólo como boxeador, para que los intereses económicos queden un poquitito de lado", concluyó.

Mangioni trajo a Vásquez a Bahía






 "Me siento orgulloso porque amo el boxeo y el boxeo en Bahía está muy caído. (Elvando) Duarte viene luchando hace años. Fue manager y técnico mío y por él me metí en esto. Fui a la Federación y conseguí sacar la licencia de manager y la de promotor la tendré en uno o dos meses más", aseguró Walter Mangioni, quien trabajará junto a Vásquez el próximo año.


 "Allí me encontré con el zurdo y ya firmamos el contrato que nos une y estoy muy agradecido de la vida. Trabajaremos conjuntamente con la promotora Cristina Olmos".


 "Nadie se preocupó por traer a Bahía a una figura como Vásquez, para que la gente se motive y todos se pongan las pilas. Atrás de Vásquez vendrán pibes nuevos y eso es lo que hace falta", destacó Mangioni.

Una pintura del "zurdo"






 Julio César Vásquez nació en Santa Fe el 13 de julio de 1966. Debutó como profesional el 7 de junio de 1986 cuando le ganó por puntos a Marcelo Chancalay, en Buenos Aires. Actualmente acumula un registro de 74 peleas, con 65 victorias (42 por nocaut) y 9 derrotas.


12

Son las defensas que realizó Vásquez por el título mediano junior de la AMB. En total, el santafesino acumula 14 peleas mundialistas por la Asociación Mundial y otras dos por el título supermediano de la WBF, organismo que no es reconocido por la Federación Argentina de Boxeo.