Demis Roussos, preso

Redacción de La Nueva.

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 Hace 25 años, en octubre de 1980, fue detenido en la comisaría tercera de Buenos Aires el cantante griego Demis Roussos.

 Todo comenzó el 9 de aquel mes, cuando el exitoso artista se presentó en el teatro Opera, en la que sería su única actuación en la capital. Apenas iniciado el show, con 16 músicos en escena, la gente percibió una "discrepancia entre la voz emitida y los movimientos labiales de Roussos". Se estaba ante un claro caso de play back o mímica de canciones.

 Fue en estas circunstancias que los espectadores tomaron una actitud crítica. Algunos se acercaron al escenario para increpar al artista y otros... se dirigieron a la comisaría más cercana para hacer una denuncia por "defraudación". Esta fue atendida de inmediato, al punto de que, pocos minutos después, se hizo presente en el teatro el juez de instrucción Ricardo Reto, acompañado de efectivos policiales. Tras comprobar que, efectivamente, el artista utilizó fonomímica, mandó detenerlo, junto a sus tres representantes, por "averiguación de defraudación".

 En la primera indagatoria, Roussos habría presentado un certificado médico por disfonía. Al día siguiente, el juzgado dispuso su libertad, "sin perjuicio de la prosecución de la causa". Enseguida, pese a tener contratos para cantar en Córdoba y Rosario, con pagos anticipados de 740.000 dólares, Roussos decidió abandonar el país.

 A 25 años de estos hechos, Roussos, que tiene 59 de edad, sigue actuando en escenarios del mundo con su privilegiada voz, que, al menos en esta tierra, no presentó en vivo sino "en vivo".