Repunta la actividad entre taxis y remises

Redacción de La Nueva.

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 A más de dos años de la peor crisis económica que recuerde el país, algunos sectores de servicios comienzan a consolidar una tendencia de crecimiento en sus niveles de actividad. Algo de esto viene ocurriendo en el segmento de taxis y remises donde, según sus protagonistas, se observa un repunte importante, favorecido por el aumento del costo de los combustibles, las dificultades para estacionar en el macrocentro y el aumento del riesgo.

 "El mercado está atravesando una etapa de crecimiento. En los últimos 8 meses se notó un optimismo que se transmite al bolsillo de la gente", admitió Gerardo Da Costa, uno de los propietarios de Remis Universitario, que cuenta con más de 70 unidades.

 Desde Taxi Ya, Roberto De Barrenechea confirmó esa estimación, al sostener que "si comparamos enero de 2003 con el mismo mes de este año, el crecimiento que hemos experimentado ha sido de un 57%, y sigue en ascenso".

 Según los involucrados, el actual nivel de demanda se asemeja bastante a la mejor etapa del servicio --96 al 99--, claro que con la diferencia que introduce el aumento exponencial que sufrieron los costos de mantenimiento.

 "Creemos que la gente recapacitó, y usa menos los autos particulares, por los costos que significan el parquímetro, combustible, repuestos y el riesgo de daño" afirmó una fuente del sector.

 Un rasgo de la adaptación al nuevo escenario económico es la disminución del número de unidades de alta gama --Renault Megane, Renault 21, Ford Focus, Peugeot 505-- bastante comunes durante la década del `90. El alto costo de mantenimiento de estas unidades, las ha vuelto prohibitivas para el sector.

 Esta situación hizo caer el nivel del servicio, aunque esto parece ser tenido poco en cuenta por los usuarios.

 Tampoco la compra de unidades cero kilómetro es demasiado común en la actividad. Más bien se prefiere un usado joven, con el que se evita la fuerte desvalorización de los primeros dos años de rodaje, y se reduce notablemente el monto de la inversión.

 "Si decidiéramos comprar una nueva unidad, lo ideal sería tener como piso un modelo 96", manifestó Gerardo Da Costa, recordando que siguen vigentes los 10 años de antigüedad máxima para las unidades empleadas.

 "Gente que tenía autos importantes tuvo que bajar a coches de menor calidad y con equipos de gas. Por desgracia, hoy vemos muchos Senda, y todo tipo de basuras", admitió De Barrenechea.

 Reconoció que el parque automotor sufrió un deterioro importante en los últimos dos años y que tampoco es el mejor momento para pedir una recomposición tarifaria.

Dominio del GNC. Fuentes del sector hacen ascender al 80% del total del parque, la proporción de unidades impulsadas a gas natural comprimido, cuando en otras épocas un porcentaje casi similar era representado por vehículos gasoleros.

 "Las tarifas no deberían volver a aumentar, porque eso indudablemente haría disminuir los viajes", aseguró Fernando Schneider, al comando de un taxi desde 2002.

 En el sector, el último ajuste de tarifas se produjo a mediados de septiembre de 2002, cuando la bajada de bandera pasó de 0,80 a 1 peso y los cien metros de recorrido aumentaron un centavo (9 centavos). Las tarifas se habían mantenido congeladas desde 1994.

Un poco de números. Una unidad mediana (1.600 a 1.900 centímetros cúbicos de cilindrada), equipada con GNC, demanda unos 13 pesos en combustible por turno de 12 horas, mientras que si es impulsado a gasoil el gasto trepa hasta los 24 pesos.

 No obstante, este parece un aspecto menor, si se lo compara con el obstáculo que significa la ausencia de crédito, los altos precios de las unidades nuevas y la incidencia de los costos de mantenimiento, que impiden a muchos propietarios pensar en cambiar su unidad.

 Los choferes de taxis y remises pactan su sueldo, por lo general, en el 30% de la recaudación diaria, aunque puede darse el caso de que el peón tome a su cargo los gastos de mantenimiento y participe con el 35% de la recaudación.

 La cobertura de salud y los aportes previsionales son responsabilidad del empleador, en la mayoría de los casos.

 "Mi empleador se encarga del aporte jubilatorio y del seguro social. Con el sueldo que gano durante 12 hora arriba del taxi, me alcanza para llevar la comida a mi casa. Las cosas se pusieron muy feas después de la crisis", mencionó San Martín José, chofer de taxi desde 1994.

 Durante un turno de 12 horas es posible que la recaudación bruta trepe hasta los 100 pesos.

 El sistema de facturación de los taxis y remises tiene algunas diferencias. Cuando un pasajero aborda un taxi, la bajada de bandera cuesta 1 peso, más 9 centavos por cada 100 metros de recorrido, y el mismo valor por minuto de espera (9 centavos).

 Un remis cobra 1,50 pesos en concepto de bajada de bandera, por los que se recorren 1.000 metros. Luego, cada 180 metros el pasajero debe abonar 20 centavos.

 Mantener el vehículo en condiciones de seguridad, requiere de un cambio de neumáticos cada 6/7 meses, lo que representa unos 480 pesos en una unidad mediana.

 Otros 65 pesos se deben disponer para un cambio de aceite mensual, con mano de obra y filtro incluidos. La VTV (Verificación Técnica Vehicular) se deber realizar cada 6 meses.

 Mensualmente, taxis y remises tributan 11 pesos por tasa de desinfección, más otros 26 pesos por derecho a la ocupación del espacio público.