Bahía Blanca | Miércoles, 12 de noviembre

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Carhué no está bajo el agua

EFECTIVAMENTE, Carhué no se encuentra bajo el agua, como todavía suponen algunas personas, de acuerdo con la expresión utilizada por la arquitecta María Eugenia Razquin, una carhuense que se desempeña en la secretaría de Turismo de la Nación. Como gestora del Plan de Desarrollo Turístico lanzado en 1999, desde aquella dependencia se propone, ahora, revitalizar la ambiciosa iniciativa, dejada de lado a consecuencia de la severa crisis económica que afectó a todas las actividades del país.




 EFECTIVAMENTE, Carhué no se encuentra bajo el agua, como todavía suponen algunas personas, de acuerdo con la expresión utilizada por la arquitecta María Eugenia Razquin, una carhuense que se desempeña en la secretaría de Turismo de la Nación. Como gestora del Plan de Desarrollo Turístico lanzado en 1999, desde aquella dependencia se propone, ahora, revitalizar la ambiciosa iniciativa, dejada de lado a consecuencia de la severa crisis económica que afectó a todas las actividades del país.




 SOSTIENE la funcionaria que la cabecera de Adolfo Alsina --y el distrito en su totalidad, castigado por recordadas inundaciones-- cuenta con una variada gama de recursos naturales susceptibles de ser explotados dentro de una programación turística que podría atraer no sólo a visitantes de la región más cercana, sino de todo el país. En rigor, la reconocida calidad de sus aguas termales constituye, por sí sola, un argumento que otorga solidez a los mejores propósitos.




 EN UN amplio informe publicado la semana anterior en este diario, se indicaban las diversas posibilidades existentes en Adolfo Alsina, comenzando por la propia ciudad de Carhué y continuando con el lago Epecuén, una apreciable capacidad hotelera, más de veinte lagunas, los balnearios, las estancias y hasta sitios históricos vinculados con la Campaña del Desierto. En fin, un abanico de alternativas que, con seguridad, despertaría el interés de los visitantes.




 OBVIAMENTE, todo no podrá ejecutarse de la noche a la mañana. Pero la decisión de llevar a cabo el plan mediante sucesivas etapas, en función de los recursos disponibles, con directa participación del municipio y la asistencia técnica de la secretaría de Turismo de la Nación, permite prever que los proyectos no son irrealizables. La presencia de la iniciativa privada local, por supuesto, representará uno de los basamentos de los planes, en cuya ejecución no estará ausente la propia comunidad carhuense.




 TAL CUAL lo señaló la arquitecta Razquin, uno de los requisitos esenciales del programa serán el centro termal y el núcleo recreativo costero, entre otros emprendimientos, a partir de los cuales podría desarrollarse una estructura capaz de funcionar con eficiencia. En ese sentido, indicó, deberá asegurarse un completo orden en las sucesivas etapas, para "evitar el crecimiento anárquico de la ciudad".




 IGUALMENTE, será prioritaria la concientización del vecindario en su conjunto, a los efectos de que cumpla su rol en la concreción de la propuesta. Inclusive, se contempla trabajar en la población escolar, a los efectos de que nadie quede ajeno a un desafío orientado a que Carhué alcance, de una vez por todas, la jerarquía de polo turístico provincial.




 SE TRATA, en suma, de un objetivo claramente delineado por las autoridades comunales, con el imprescindible respaldo de las fuerzas vivas. La disponibilidad de tantas atracciones con las cuales la naturaleza dotó al distrito de Adolfo Alsina permite avizorar con optimismo las perspectivas de la propuesta, desde la cual podrá surgir un significativo impacto económico y social para Carhué y sus alrededores.

FRASE. La actualización del Plan de Desarrollo Turístico de Carhué surge como una interesante perspectiva para aprovechar variados recursos con que cuenta el distrito de Adolfo Alsina.