La fama no las pudo cambiar

Redacción de La Nueva.

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 "El escenario es nuestro lugar. Todo lo que hacemos (ir de acá para allá, hacer entrevistas, sacarnos fotos) es para estar arriba de un escenario", dijo Lissa, convencida de dar en cada show de Bandana, lo mejor de sí.

 Junto con Ivonne, Valeria, Lourdes y Virginia, esta carismática mujercita nacida en un hogar de trabajadores y que alcanzó el reconocimiento de una masa infinita de fans de la mano del megacasting Popstars, comenzó esta semana, en San Carlos de Bariloche, la gira de presentación del tercer disco del grupo, Vivir intentando, placa que logró el doble platino antes de su lanzamiento oficial.

 Bahía Blanca --esta noche, a las 22, en Estudiantes-- es la tercera plaza a visitar, después de una presentación en Neuquén y antes de Mendoza, y la costa Atlántica y Uruguay, durante el verano.

 "Actuamos a pleno y estamos sorprendidas. Este año fue rarísimo, porque si bien estuvimos en cine con Vivir intentando, la gira de presentación de este disco empezó recién ahora", apuntó Lourdes en diálogo telefónico con "La Nueva Provincia", horas antes de su arribo.

 -- ¿Qué expectativas tienen para Bahía Blanca?

 -- Lourdes: Muy buenas. El recital del año pasado fue increíble, al aire libre... Realmente fue muy bueno.

 "Además, si bien está cerca de Buenos Aires, somos muy conscientes de que hay quienes no tienen la posibilidad de viajar y está bien que nos acerquemos nosotras para que ese público también pueda disfrutar de nuestras canciones".

 -- Cuando no pertenecían a Bandana, seguramente habrán hecho alguna cola para ver a sus propios ídolos. ¿Cómo se siente saber que ahora mismo alguien está esperando ansioso por verlas?

 -- Virginia: Siempre pensamos en el que está del otro lado. Es un ida y vuelta. Yo sé que la gente pone muchísimo de su parte y eso me ayuda a intentar devolverles lo mejor.

 Lourdes: Tratamos de dar lo mejor. La gente se merece el mayor de los respetos y algo de calidad.

 -- Además, comprar una entrada para un recital no es un gusto que todo el mundo se pueda dar.

 -- Lourdes: Seguramente. Sabemos que el país está muy mal y que hay un montón de gente esforzándose muchísimo. Ya ni siquiera hablo de quienes vienen a vernos porque se identifican con lo que hacemos o porque hacen lo mismo que nosotros. Hablo de los `viejos' que sacan la plata del bolsillo para llevar a los nenes al espectáculo o de los adolescentes que "laburan" para llegar a comprar la entrada.

 Virginia: También es cierto que si uno hace las cosas como las siente y le hace feliz, por más que no se piense en las otras personas, la respuesta va a ser siempre positiva, porque se es auténtico. Cuando uno se llena es cuando empieza a compartir.

 -- Ustedes también conocieron el esfuerzo.

 -- Lourdes: Sin dudas, porque todas, a pesar de venir de diferentes situaciones económicas, hicimos lo nuestro para lograr lo que logramos. Todas veníamos trabajando por lo que queríamos y en ninguno de los casos hubo un padre que apañó.


En constante crecimiento.

 -- ¿Inhibe el grito del público antes de pisar el escenario?

 -- Lissa: Treinta segundos antes, sí. Es un flash y una quiere cantar ya. La energía de la gente te tira para atrás y te atrapa a la vez.

 -- ¿Qué les produjo saber que fueron elogiadas nada menos que en las páginas de "Billboard"?

 -- Lissa: Fue muy gratificante. Empezamos a ver que todo el esfuerzo que realizamos nosotras y nuestras familias para ayudarnos en lo que queríamos llevar adelante, va tomando forma.

 "Primero, gracias a Dios, que nos dio todo, y después, a la gente que siempre estuvo ahí pese a que nuestro país se caía a pedazos. Hicimos ruido en Europa y en Estados Unidos y aparecimos en la revista `Billboard', y logramos que quienes están más arriba se dieran vuelta a mirar `qué están haciendo estas pibas'".

 -- Se tendería a suponer que las Bandana ya se acostumbraron a un ritmo intensivo de trabajo...

 -- Lourdes: No nos acostumbramos porque todas vivimos como personas normales.

 Lissa: A veces no "caemos". Si pensamos en absolutamente todo lo que vamos haciendo, se nos "vuela la cadena". Es mejor vivir con naturalidad.

 Virginia: Yo me siento más asentada. Este año se tomó mucha más conciencia de toda la vorágine que se vivió el anterior, cuando todo pasó muy rápido y uno no llegaba a asimilarlo.

 "Con un ritmo más normal, creo que pudimos sentirnos más afianzadas, mejor plantadas. Fue un año muy importante".

 -- ¿Alguna sintió la necesidad de detenerse?

 -- Virginia: Sí. Creo que nos sucede a todos que cuando nuestro trabajo requiere mucha dedicación porque la dimensión de lo que devuelve es también mucho mayor, también todo tiene sus límites y cada tanto uno siente que no puede más. Pero cuando se deja atrás esa exigencia es cuando uno se supera y crece.

  María Inés Di Cicco




Vidas sin misterios

 -- ¿Cómo viven fuera del escenario?

 -- Lourdes: Cada una en su casa. Lissa con su familia, Virginia, Ivonne, Vale y yo, solas. Obviamente que al trabajar tanto, nos vemos casi todos los días y, si "pinta", salimos juntas, porque nos llevamos muy bien.

 Virginia: Yo trato de vivir igual que antes. El trabajo exige una manera de vivir distinta porque la gente me reconoce por la calle y debo tener buena predisposición las 24 horas del día.

 -- ¿Es posible, con tanta bulla, mantener cierta normalidad?

 -- Lourdes: Sí, pero porque todas sabemos que nos queda mucho por crecer. Cada individuo se destaca en lo suyo y que nosotras salgamos en una revista o en un diario como ahora, no nos hace mucho más especiales que un albañil que construyó una casa y la vio terminada. Es el mismo logro.

 Virginia: En lo personal, sigo moviéndome en transporte público, sigo siendo inconsciente en las cuestiones de seguridad, y no quiero cambiarlo porque no sería yo.

 "La fama no me cambió la personalidad. Ser popular no te hace más o menos importante o misterioso y no me gustaría generar ese misterio ni esa idea errónea de que soy diferente de otros.

 Lissa: Mantenemos un perfil bajo, como siempre. Con tranquilidad, sabiendo que hay que hacer las cosas bien.

 -- ¿Se ven como cinco trabajadoras más?

 -- Lourdes: Es que para nosotros todo esto es un medio y no un fin. Ninguna fue infeliz durante toda su vida por haber tocado en lugares desconocidos. Esto es subir un escalón más para ganar un poco más de plata o que más gente nos conozca.

 -- ¿Qué se siente cuando termina el "show"?

 -- Lissa: Una alegría inmensa. Es como cuando termina una gran fiesta en casa: estás cansada, pero satisfecha.