Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Reinaldo Mardones, el masajista del pueblo le dijo chau a su gran pasión

Tras casi 35 años, ya no formará parte de los planteles de la Liga y la región. Por sus manos pasaron cientos de futbolistas.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

   Para algunos “Tío”, para otros “Rei”. Reinaldo Mardones se ganó el respeto del pueblo futbolero gracias a su bonhomía. Casi por casualidad, hace más de 35 años se convirtió en el masajista de Pacífico de nuestra ciudad y desde entonces pasó por casi todas las instituciones de la Liga del Sur y varias de la región.

   En cada lugar fue dejando amigos, muchos de los cuales hoy llegan a su taller de chapa y pintura para seguir compartiendo anécdotas, mates, risas y cargadas.

   Por sus manos pasaron cientos de futbolistas, muchos que incluso trascendieron el ámbito local y formó parte de equipos que dejaron un legado.  

   “Todo lo que hice, lo hice de corazón. Y creo que me gané un respeto que hoy perdura y con muchos amigos nos seguimos encontrando. Eso es lo más lindo del fútbol y de esta pasión que tenemos algunos”, le contó a La Nueva.

    “Soy un agradecido con todos los que me abrieron las puertas y ahora llegó el momento de disfrutar de otras cosas, de la familia, los amigos y de los fines de semana”, amplió.  

   Reinaldo armó una especie de museo en el taller de Blandengues 1625, donde se pueden ver fotos históricas, algunas inéditas y una nutrida colección de camisetas de fútbol, muchas obsequiadas por los propios protagonistas.

   “Es un orgullo poder contar una parte de la historia de nuestro fútbol en estas fotos. Hay muchos recuerdos que son imborrables y que a uno le van a quedar de por vida en la retina”, sostuvo emocionado.


   Casualmente, su profesión de chapista le fue restando algo de visibilidad y la pilcha de masajista se quedará en el placard. ¿Será para siempre?

   “Si bien aún hoy me siguen llamando para que vaya a masajear, decidí darle prioridad a mi salud. Y hoy valoro mucho el hecho de poder compartir lindos momentos en este lugar y rodeado de buena gente”, resaltó.

   En el taller hay fotos que reflejan el paso del tiempo. Desde Pacífico 1984 al Liniers campeón de 2019.

   “Me hice masajista por culpa de Raúl Guzmán, mi sobrino, en Pacífico. Faltó el masajista y me preguntó si me animaba. Primero le dije que no porque no entendía nada, pero me convenció y me dijo 'vos tenés que masajear todo para arriba'”, recordó entre sonrisas.

   La imagen de aquella primera vez fue elocuente.

   “Los chicos me gastan porque si mirás la foto estaba con mocasines y jens, ja, ja. Y como era el tío de Raúl, me quedó el apodo”, amplió.

   Mardones comienza casi un recorrido imaginario por todos los equipos que integró.

   “Son muchos los recuerdos que uno tiene y que un amigo como el 'Ruso' Schmidt (Raúl Daniel) me regale su colección de fotos históricas es un orgullo para uno”, resaltó.

   “Me dijo, Rei acá las van a disfrutar más que tiradas en algún lugar de mi casa”, amplió.

   Pero son muchos los tesoros futboleros que guarda Reinaldo.

    “Mirá acá estoy con dos pibes del Sub 15 que algo jugaban”, dijo en referencia a Darío Gigena y a Leandro Panis.

   Aquel equipo fue campeón y todos los pibes pasaron por las manos de Mardones.

   “Me acuerdo que venían todos a masajearse porque muchos chicos nunca se habían masajeado. Eran como 30 cuando empezó el proceso del 'Gallego' Palacio (José Ramón) y los atendí a todos. Terminé cansado, pero feliz”, rememoró.

   El trabajo del “Tío” tuvo y tiene su recompensa.

   “Siempre me trataron muy bien. Creo que tuvo que ver con que uno siempre fue igual con todos. Para mí eran todos iguales y el respeto era y es sagrado. Por eso, hoy vienen muchos amigos a compartir almuerzos, cenas, meriendas; y de todas las edades”, se enorgulleció.

   Es la hora del mate y de seguir contando historias.

   “Cuando estuve en Sol de Mayo, con Diego Galván y 'Satanás' Paéz (Javier), los llevé a comer a la casa del 'Ñoqui' Santiñaque (Sergio) y él les decía que yo había sigo el único en estar más de 30 años en el banco sin que nunca me pusieran, ja, ja. No sabés cómo se reían”, recordó entre sonrisas.

   La anécdota dio el pie para hablar de su faceta futbolística.

   “Yo jugaba en Unión del barrio Noroeste. Jugaba de 4 y me decían que jugara más tranquilo. Era algo áspero, ja, ja”, confesó.

 De todos los colores
   “Trabajé en casi todos los clubes de la Liga y a todos los agradezco el trato recibido. Siempre lo hice por gusto y placer, pero quiero destacar a Roberto Achares, en Bella Vista, y Carlos Pablo, en Liniers, porque ellos insitieron que yo tenía que recibir algo a cambio”, destacó.

   Y arranca con la recorrida...

   “Estuve con 'Chiquito' Lliteras, el 'Gringo' Nani, 'Mumi' Alonso y Gabriel Ginder en Huracán, Carrio y 'Pichu' Desideri en Liniers, en el Olimpo de Pagnanini –el de la Cooperativa-- y con Beto Saldico, en Tiro Federal con 'Pocho' Ortiz, en Comercial con Néstor Luciani y Horacio Azzolini, en Bella Vista con Marco González y tantos más”.

   También en la zona dejó su marca.

   “Masajeé en Aparicio, Guisasola, en Atlético Monte Hermoso, Fútbol y Tenis de Mayor Buratovich, Sol de Mayo, Club Darregueira, Independiente de Jacinto Aráuz, 12 de Octubre de Médanos, Juventud Unida de Algarrobo y alguno más me debo estar olvidando”, agregó.

   Son muchos los ex futbolistas y otros actuales que pasan por el taller a compartir lindos momentos. Pero hay un amigo especial.

   “Pochito (Rogelio Espíndola) viene todos los días. Va a cumplir 94 años, tiene una memoria prodigiosa y es hincha de Racing. Lo queremos mucho con todo el grupo que viene a comer o a tomar mate”.

   La lista de amigos que pasan por el museo de “Rei” es interminable: el 'Ruso' Schmidt, César López, 'Nano' Seijas, Pichu Desideri, Alfredo Oviedo, Marcelo Di Girolamo, Lucas Tanco, Juanjo Ramírez, entre otros.

  
Primero la familia
   Reinaldo siempre hace hincapié en los afectos.

   “Toda esta locura que uno tenía por el fútbol no era fácil de sobrellevar y mi familia me bancó mucho”, remarcó.

   “Con mi hermano Luis Mardones comenzamos con el taller de chapa y pintura en Roca 1722 y después me vine para acá. Si lo habré hecho renegar porque me iba a masajear y lo dejaba solo”, reconoció.

   Hay otra imagen que lo emociona. Es la que está con su hijo Lautaro, actual jugador de Pacífico.

   “Esta es la foto más linda que tengo”, dijo con la voz quebrada.

   Reinaldo es papá de Maximiliano, el mencionado Lautaro y Bernardita. Tiene dos nietas: Catalina y Mía y está de novio con Mirta Escudero.

   “También le tengo que agradecer a la mamá de mis hijos, Elisa Guevara, por cómo los educó”, añadió.