A 10 años de la hazaña de la URS en el Argentino: “Tuvimos muy buen nivel”
Matías Chiuccariello recordó la experiencia de jugar en el seleccionado bahiense de rugby que ganó todo en 2015.
Periodista de La Nueva desde 1995, especializado en rugby y básquetbol; con colaboraciones en casi todas las secciones de la redacción (locales, policiales, regionales, Ritmo Joven, revista Nueva, Espectáculos)
(Nota de la edición impresa)
Diciembre marca este año en para el rugby bahiense un momento deportivo para recordar: los 10 años del ascenso de la Unión de Rugby del Sur en el campeonato Argentino de mayores. Un logro conseguido en la categoría intermedia y que debió enviar al seleccionado bahiense a competir en la máxima categoría (Campeonato). Pero por un cambio en el formato de la competencia -a último momento- Sur no pudo medirse al año siguiente contra las principales uniones del país.
De todos modos fue un equipo que quedó en la historia porque ganó los cinco partidos que disputó en fase de grupos: a Oeste 29-26, Lagos del Sur 48-10, Chubut 31-24, Uruguay XV 24-19 y San Juan 35-19 en la fase de grupos. Después, la frutilla y el ascenso con triunfo en el repechaje ante Santiago del Estero (último zona Ascenso A) 33-13, el 5 de diciembre de 2015.
Uno de los jugadores protagonistas de aquel equipo fue Matías Chiuccariello, actual primera línea del Stade Blaye Rugby francés, en el Federal 3.
“Tengo muy buenos recuerdos y sensaciones, fue un ciclo muy divertido. Adentro de la cancha tuvimos un muy buen nivel de rugby. Se empezó muy justo, pero en cuanto nos fuimos conociendo la verdad que alcanzamos un gran nivel de rugby. En realidad, había también muy buen nivel en toda la unión. Se daban partidos muy parejos jugaras contra quien jugaras entre los cinco clubes más grandes. Eso se reflejó en el seleccionado”, dijo Matías, de 36 años.
El staff de Sur estuvo encabezado por el capitalino Marcelo Chorny, marplatense por adopción que conocía el ámbito de clubes URS y quien fue contratado para un ciclo de tres años en 2013. Se esperaba que al tercer año se lograse el ascenso. Chorny, hoy en España como DT de Gijón RC, se rodeó de un grupo de entrenadores y colaboradores del medio local, junto con su asistente Juan Carlos Muzzio. Plantearon la idea de una “mística Sur” que contagió.
“El entrenador que vino llegó con otras ideas, era de afuera porque no era de la unión y no conocía a nadie. No tenía amistades e iba eligiendo lo que le parecía mejor. Además, tuvo que ver en cómo llevó el grupo porque había buen ambiente. Le dio un papel importante a los referentes del equipo y ellos también lo hicieron muy bien. En ese sentido fue muy buen ciclo. Hasta el día de hoy, cuando nos cruzamos con algunos y hablamos de aquel equipo, se nos pone una sonrisa en la cara. Es más, tenemos como una relación de amistad aunque no nos comuniquemos mucho”, agregó “Chuca”, formado en el club Universitario.
Chiuccariello formó parte de una primera línea muy recordada que se completó con Nicolás Jurado (1) y Facundo Zamora (2). Titulares en los seis encuentros de la URS, en una formación que tuvo un plus de poderío con el aporte de Aldo “Lalo” Borromei al trabajo de Muzzio con los forwards.
“Se empezó muy duro en los partidos. Contra UROBA nos costó muchísimo, muy cerrado y complicado en el debut. Creo que porque fue el primer partido. Los nervios, no nos conocíamos y no teníamos el ritmo. Después se viajó a jugar contra Chubut en Trelew. Otro partido duro para los forwards. Pero ganamos y ahí ya como que nos cambió la cabeza. Un partido muy físico, ellos pegaban, volaban piñas en el scrum, querían hacer valer la localía”, recordó Matías.
“Después vino Uruguay, al que ya enfrentamos con otro equipo, otra confianza, la defensa era otra. Me acuerdo que en el scrum fuimos dominantes en todo el torneo. Contra Uruguay el pilar que tuve enfrente salió con tarjeta roja por doble amarilla... Como anécdota de aquel duelo, me acuerdo que ellos querían jugar de una en la zona Campeonato y les dijeron que no, que tenían que ganárselo en la cancha, como todos. Pensaban que era una pérdida de tiempo. Al final eso nos motivó. Después fuimos a San Juan, donde también ganamos. Estuvo duro. Y en Santiago del Estero también, de visitante, el calor, la gente... Empezamos mal, perdiendo, pero después lo supimos dar vuelta y ganamos”, agregó.
Sur tuvo otros equipos que también se destacaron, como los que jugaron las finales por el ascenso 2006 y 2009. Pero la versión 2015, para sus integrantes tuvo algo especial.
“A nivel grupal y lo que representó ese equipo, recuerdo que la gente (los jugadores) viajaban a Bahía desde Tres Arroyos o Santa Rosa para venir a entrenar y ser parte. Eso es lo que representó y lo importante que fue jugar ahí. Nadie se lo quería perder, todos queríamos estar. Nunca había vivido un seleccionado así. Veía a los chicos que venían de afuera y te apoyaban en el partido. Porque los que no jugaban, iban igual a la cancha... Y eso te obligaba a dar lo mejor. Fue excelente”, concluyó el pilar bahiense.