Inaugura el Palacio del Cine
La sala ocupó un edificio existente en Chiclana 174, cuya fachada remodeló en 1932.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Hace 97 años, en noviembre de 1928, se inauguró el Palacio del Cine, en Chiclana 174, uno de los más amplios y lujosos del país.
Presentada como "la sala más moderna de la Provincia", el Palacio se sumó a la oferta local con espacios que comenzaban a reflejar el fenómeno de la industria del cine, "el séptimo arte".
Con 1.300 butacas pulman pasó a engrosar un listado que incluía al Odeón, Los Dos Chinos, el Palace Theatre, el Rialto Bar, el Cine Bar Royal, La Marina y el Politeama Verdi.
Un impactante hall y una refrigeración "ultramoderna" se sumaba a un bar tipo Richmond, con 70 mesas de mármol veteado ubicado en la planta alta del edificio.
La velada inaugural fue con la película Casanova y "asumió las proyecciones de un gran acontecimiento", con una concurrencia "sencillamente extraordinaria".
El "gran espectáculo cinematográfico" se completó con la actuación de "tres notables orquestas” --una clásica, otra típica y la jazz band-- para amenizar la espera mientras se cambiaban las cintas.
Entre los asistentes de aquella primera función se contaban las familias Coleman, Bertorini, Bambill, Plunkett, Casanova, Frascaroli, Etchepare, Marchesi, Isnardi, López Camelo, Marseillán, Teddi, Pagano, Berardi, Spinelli, Iturraspe, Carminatti, González Martínez, Hardcastle, Vila, López Camelo, Teddi, y Fernández Long.
Ese inmueble que ocupó fue el readecuado edificio construido a principios de siglo por el banco Anglo Sudamericano. En 1932 el frente y hall de acceso fueron completamente refaccionados con una maravillosa estética art déco.
La historia del Palacio se extendió hasta 1991, cuando cerró definitivamente sus puertas. El lugar alojó desde entonces a distintos locales comerciales y ahora está siendo remodelado íntegramente por una cadena de tiendas.