Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

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Cómo es el casco de ventilación mecánica desarrollado en Bahía que ya se usa en los hospitales

Ariel Rodríguez, titular de la firma Francisco Lonas y quien desarrolló los cascos, señaló que se trata de una alternativa que permite liberar el uso de los respiradores mecánicos, uno de los insumos más críticos en esta pandemia.

     Una empresa bahiense, asesorada por médicos y terapistas de nuestra ciudad, diseñó un casco que puede evitar la necesidad de los respiradores mecánicos, uno de los insumos más críticos en esta pandemia.

    Ariel Rodríguez, propietario de Francisco Lonas, se refirió al Casco CPAP Bahía Blanca (Presión Positiva Contínua Aérea), un dispositivo de interface, para realizar presurización de la vía aérea.

   Los cascos son similares a una escafandra, transparentes, y permiten inyectar el oxígeno con una presión superior, lo que genera un efecto benéfico en los alvéolos pulmonares, que en muchos casos colapsan por el efecto del COVID-19​. Además, evitan la dispersión del virus a través del aire expirado por el paciente, ya que cuentan con un filtro viral y bacteriológico.

   "La presurización del aire estabiliza la vía aérea y ayuda al aporte de oxígeno en pacientes, que tienen afectado el intercambio gaseoso. La presurización se realiza con aire, proveniente de tubos, equipos de CPAP/BPAP o de la red hospitalaria", detalló el constructor.

   "El oxígeno se suplementa con tubos, concentradores u oxígeno de red, los cuales tienen su propia dosificación, y son controlados con sus respectivos dosificadores. El mismo está diseñado con elementos plásticos, con un tamaño proporciones similares a los cascos ya existentes. Nuestra referencia es el casco Helmet de diseño Italiano “CaStarUP”, usado desde la década del 90, para interface en la ventilación mecánica", agregó.

   Cabe recordar que en julio pasado, el propio Rodríguez había donado al Hospital Matera una cápsula de bioseguridad diseñada y equipada para aislar al paciente con esta patología y evitar el contacto directo con los camilleros y profesionales de la salud.

Cómo surgió la idea

   El dueño de la fima local sostuvo que el casco "fue una iniciativa que partió de la necesidad de Bahía Blanca, con un neumonólogo amigo, luego de realizar la cápsula de bioseguridad. Me preguntó si nos animábamos a construir el casco Helmet, que venía dando muy buenos resultados en el Hospital Fernández de Buenos Aires".

   "Es un casco que se empezó a utilizar también en las provincias del norte del país, ya que presentaban problemas por contar con pocos respiradores. Esto marca un cambio de paradigma, porque rompe el cuello de botella que generaba la falta de respiradores y de personal para controlar los respiradores", añadió el empresario.

   Rodríguez señaló que "el Casco CPAP Bahía Blanca no cura al paciente, sino que los oxigena con una respuesta inmediata. Tuvimos un ejemplo claro en el Hospital Penna, donde el casco oxigenaba al 100 por ciento al paciente. Este elemento, por lo general, no se usa en Terapia Intensiva, sino en la etapa clínica".

   "Un paciente infectado puede estar en grado 1, cuando no te das cuenta que tenés el virus; grado 2, cuando presenta algunos síntomas; grado 3, cuando se tiene que quedar en el hospital, pero si la situación se complica y es necesario pasar a un grado 4 es cuando se utiliza este casco, para evitar que termine en el grado 5, que es el más complicado", comentó.

   Los hospitales Maternidad del Sur, Municipal, Penna e Italiano ya "cuentan con al menos 4 o 5 cascos y también fueron repartidos a diversos puntos de la región".

   "Primero hicimos una etapa de desarrollo en conjunto con las Terapia Intensiva de los hospitales mencionados, con quien realizamos las pruebas iniciales. Luego de corroborar su efecto, comenzamos a producir y llegamos hasta el sexto prototipo que es el que finalmente utilizamos ahora", recordó. 

   "Eso no es una vacuna, aunque permite que muchos pacientes no terminen en Terapia Intensiva. Este casco tiene una respuesta tal que entre el 40 y el 60 % de los pacientes que son tratados con este método no requieren de un respirador", apuntó.

   Rodríguez contó que "la mayoría de los terapistas de Bahía colaboraron con nosotros para que en tres semanas de trabajo el casco estuviera en la calle y con excelentes resultados".

   "Nosotros también hicimos una fórmula económica para que sea beneficioso para todos. Además, cada hospital se hace cargo de cualquier responsabilidad, dado que aún no cuenta con la aprobación de la ANMAT, la autoridad sanitaria. El Concejo Deliberante no puede aprobarlo, aunque nosotros presentamos un documento con la firma de diversos médicos y terapistas para que sea avalado".

    "Hay que reconocer la actitud de toda la comunidad médica de Bahía Blanca que trabajó en pos de la sociedad. Todos aportaron su granito de arena", cerró. 

Apoyo del Bloque de Juntos por el Cambio

   Lucía Pendino, integrante del Bloque de Concejales de Juntos por el Cambio y de la comisión de Salud del Concejo Deliberante, señaló que acompañarán y apoyarán la iniciativa de los profesionales médicos de la ciudad.

   "La técnica de ventilación no invasiva se está usando también en otras ciudades y en la mayoría de los hospitales de nuestra ciudad. Es por eso que estamos trabajando con mis compañeros del Bloque para acompañar y apoyar esta iniciativa", sostuvo.

   Pendino expresó que "al ser un invento local queremos, y es la intención, declararlo de interés. Luego, ellos tendrán que realizar los permisos correspondientes con los órganos facultativos. Pero en el contexto que se vive, hay que acompañar una iniciativa cómo esta".

Cómo está compuesto el Casco CPAP Bahía Blanca

   Consta de una parte superior construida en cristal y lona PVC (600 micrones), vulcanizado y unido a un aro de PVC sólido de 10 y 3mm respectivamente, con abrazaderas de sujeción de policarbonato.

   En el mismo aro se insertan seis conectores plásticos con sus correspondientes tapas, un diafragma de látex (hecho con doble gorra de natación), que ya cuentan con la aprobación para uso humano en contacto con la piel, siendo el único elemento que se encuentra en contacto directo con el paciente.

   El modelo presenta seis entradas para que pueda ser usado de acuerdo a la experiencia de los profesionales y la disponibilidad institucional: dos entradas auxiliares de 9mm de diámetro para posible ingreso de aire u oxígeno, un conector auxiliar de 22mm para ingesta del paciente, dos entradas auxiliares de 22mm para ser usadas con presión positiva CPAP/BPAP, y una salida del aire expiratorio de 22mm, con un filtro HME (sistema de humidificación pasiva para vía aérea) filtro viral bacterial para proteger al personal de salud conectado a una válvula de PEEP (Presión Espiratoria Positiva). El filtro y la válvula son descartables y de un solo uso.

   El filtro y la válvula para recibir el aire expirado prefiltrado se alojan en una bolsa colectora para evacuación de gases expirados posiblemente contaminados.