Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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“Notamos que a las chicas les faltaba esa parte, poder realizar algo amateur”

Felipe Alonso, presidente del Club Universitario, nos cuenta detalles del surgimiento de la Liga Universitaria Femenina.

Fotos: Gentileza Mauricio Montani

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com
(Nota publicada en la edición impresa)

   “Tiempo libre o descanso a las ocupaciones habituales”. A grandes rasgos, así podríamos definir el ocio, elemento fundamental para el óptimo funcionamiento de la psiquis.

   La existencia del mismo, ha sido, históricamente, el motor que impulsó al Club Universitario de Bahía Blanca al desarrollo de cada una de las actividades propuestas para los socios estudiantes de carreras universitarias o terciarias.

   ¿Por qué es tan popular el CUBB? Por dos fuertes tradiciones, sustentadas en lo apuntalado anteriormente: el boliche y el deporte; rama explotada en su máxima expresión con el desarrollo de la Liga Universitaria de fútbol.

   Para la popular competición amateur, inaugurada a principios de los '70, el presente ciclo representa el comienzo de una nueva era, gracias a la creación de la liga femenina.

   Según nos cuenta Felipe Alonso, presidente del Club, y tras la disputa de la primera programación oficial, la misma superó ampliamente las expectativas.

   “Surgió la iniciativa en marzo y automáticamente tuvo aceptación. No pensábamos que iba a tener tanta convocatoria, con 28 equipos anotados y casi 650 jugadoras”, apuntó. 

   “Notamos que a las chicas les faltaba esa parte -agregó-, el poder realizar algo amateur y con el grupo de amigas con el que estudian. De hecho, la mayoría de los equipos están conformados por grupos de amigas que no solo juegan al fútbol, sino que además estudian, salen a bailar y realizan varias actividades unidas”.

   —¿Hubo iniciativa también por parte de ellas?

   —Sí. Ya en el verano veíamos que las chicas de Hockey del club habían organizado un torneo de fútbol mixto y con buena cantidad de jugadoras. Después de eso, notábamos que se armaban cada vez más equipos y que los alquileres en nuestras canchas aumentaban. Eso nos impulsó a gestar el proyecto. Por supuesto que también incidió el Mundial femenino, que con la participación de Argentina generó un boom tremendo.

   —Digamos que la rama femenina mantiene la esencia histórica de la liga, ¿no?

   —Exacto, es el mismo espíritu que la liga masculina. Las chicas encuentran acá un lugar y un ámbito para poder distraerse y estar entre amigas, además de asumir el compromiso de competir. Eso explica el porqué de semejante convocatoria. En su mayoría la conforman chicas de otras localidades, todas universitarias, con equipos integrados por compañeras de cursada.

   “Estamos sorprendidos por cómo arrancó. La idea es que continúe el año que viene, con un torneo anual y con armado de categorías”, detalló Alonso.

   —¿Qué podés decir sobre el nivel futbolístico de las chicas?

   —Hay muy buen nivel. El primer día vimos un partido que tranquilamente podía ser de la liga masculina. Hay muy buenos equipos. Tenés de todo, chicas que van a divertirse con amigas y las que se lo toman en serio. Además muchos equipos tienen días de entrenamiento y se juntan entre semana para practicar y ponerse a tono. Si bien es una liga amateur, le ponen muchas ganas. 

   Con semejante puntapié inicial, el camino en esta nueva era de la Liga Universitaria de Bahía Blanca parece allanado.

Modalidad de disputa

   El torneo comienza con una ronda inicial de 4 zonas de 7 equipos. De allí, surgirán 7 cuadrangulares, conformados, cada uno, por las primeras, segundas, terceras, y etc., de la ronda inicial; siendo el ganador del cuadrangular de punteras el primer finalista del año. 

   Luego se disputará un playoff, conformado por las primeras y segundas de los cuadrangulares (Copa de Oro), para definir el otro finalista.

   Asimismo, las terceras y cuartas animarán la Copa de Plata; quintas y sextas, la Copa de Bronce; y las séptimas, la Copa de Honor.