Perspectivas estratégicas y operativas para el comercio moderno
Uno de los principales beneficios de contar con un muelle de contenedores es la posibilidad de recibir buques de gran tamaño y calado.
En la economía globalizada actual, la eficiencia logística y portuaria es fundamental para el desarrollo de las regiones costeras y el impulso del comercio internacional. Nuestro Puerto, de aguas profundas, equipado con muelle de contenedores, representa una pieza clave en la infraestructura marítima, que puede facilitar la movilización de grandes volúmenes de mercancías y conectando mercados de todo el mundo.
Uno de los principales beneficios de contar con un muelle de contenedores es la posibilidad de recibir buques de gran tamaño y calado, también conocidos como mega-portacontenedores con mayor capacidad de carga, optimizando el transporte por unidad y reduciendo los costes logísticos.
Facilita rutas directas de larga distancia, eliminando la necesidad de transbordos intermedios que aumentan el tiempo y la complejidad del proceso.
Y mejora la competitividad del puerto frente a terminales de menor calado, atrayendo líneas navieras internacionales y consolidando el puerto como un hub regional. Para ello están diseñados para la máxima eficiencia en la manipulación de mercancías. Equipados con grúas de última generación, sistemas automatizados y amplias áreas de almacenamiento. Reducción de tiempo de carga, mayor rotación de buques, minimización de daños de mercadería, facilidad para la multimodalidad, acercando el puerto al producto, ya sea por ferrocarril o camión, incluso en cargas de perecederos.
Con la consolidación de cargas, permite que pequeños exportadores puedan incorporarse al circuito comercial internacional, aumentando la conectividad comercial, lo que facilita a empresas locales exportar e importar productos a precios competitivos, y acceder a mercados globales.
Nuestro Puerto cuenta con un muelle de contenedores, con última tecnología, pero es raro ver que la producción industrial local que se exporta en contendores, en su mayoría se cargan en tren, con trasbordo posterior a camión, para finalmente llegar al Puerto de Buenos Aires. Es una situación extraña de entender. Y de hecho esto perjudica, primero al Puerto y luego a la población que pierde posibilidad de mayor demanda de mano de obra.
Estamos desaprovechando un privilegio.