Bahía Blanca | Sabado, 20 de septiembre

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Guadalupe Mancini, la bahiense que pasó del Youtube a la selección de beach handball

En enero, la jugadora de Universitario fue a jugar un torneo de playa a El Cóndor, la DT del combinado nacional la vio por streaming y la convocó para vestir la celeste y blanca. Increíble historia de la zurda de 20 años.

Fotos: Rodrigo Garcia-La Nueva.

 

El deporte amateur está lleno de innumerables historias que muchas veces no salen a la luz. Pero lo que vivió la bahiense Guadalupe Mancini vale la pena contarla. La actual jugadora de handball de Universitario fue a jugar por primera vez un torneo de beach en enero de este año y jamás se imaginó que sería convocada para la mismísima selección argentina.

La zurda le contó a La Nueva como cambió su vida deportiva desde enero, cuando por primera vez entró a una cancha con arena y otras dimensiones.

“Siempre que lo cuento me río. Es una historia muy corta, pero muy loca. En Bahía no se juega beach handball, pero en Uni tenemos varios jugadores y jugadoras que vienen del valle, de Viedma y de otras partes de Río Negro. Y allá se juega muchísimo, y más en los veranos. Mis compañeras juegan allá en el verano y surgió la idea con el equipo de Primera de Uni que debíamos mantenernos en forma en el verano para poder afrontar de la mejora manera el Nacional B. Y también era una buena chance para vernos y pasarla bien como grupo y seguir forjando una identidad en el equipo”, contó.

“Surgió la idea de jugar el circuito patagónico, que se disputa en distintas sedes, y nos anotamos con un grupo de amigas. El objetivo fue pasarla bien, disfrutar y seguir ejercitándonos. En enero jugué beach por primera vez. El torneo se hizo en el balneario El Cóndor y, sinceramente, nos fue espantosamente mal, ja, ja. De cuatro equipos, quedamos cuartas y apenas ganamos un partido. Pero la pasamos genial, nos encantó y un poco fuimos con esa idea”, continuó su particular historia.

“Y cuando estaba pegando la vuelta, en la ruta, me llegó un mensaje de una compañera que se quedó en Viedma. Me empezó a pedir datos raros, mi altura, mi edad, mi fecha de nacimiento. No entendía nada. Y me dijo que una amiga de ella la había contactado porque la entrenadora argentina de beach handball Leticia Lunati me había visto en uno de los partidos que se transmitió por Youtube”, amplió Guada.

--Y no lo podías creer.

--Sinceramente, no le di tanta importancia. Seguramente fue porque anteriormente me habían contactado con historias similares en el indoor y luego no se concretaba.

Pero unos 20 minutos más tarde me volvió a escribir y me dijo que la DT estaba interesada en serio y me contó que le pidió el contacto de mi entrenador, que estaba manejando el auto, ja, ja. Eso fue un domingo y el lunes me contó que lo habían llamado y que me iban a contactar.

--¿Y empezaste a convencerte?

--El martes me escribió la entrenadora y me dijo que me iba a convocar a un campus en el Cenard. Lamentablemente, no pude ir al de enero porque ya tenía un viaje programado, pero me dijo que no me preocupara. Sí fui en febrero y sigo viajando casi todos los meses. Trato de ir una semana por mes, pero como en Bahía no cancha de beach handball pierdo ese contacto con la arena. Con lo que puedo, hago el esfuerzo para ir y no perder la técnica.

--¿Ya te pusiste la celeste y blanca?

--En una competencia oficial todavía no. En julio tuvimos una concentración y, a modo de preparación de las chicas que después jugarían el certamen que es una especie de Juegos Olímpicos para los deportes que no lo son y en la que fueron campeonas, jugamos una serie de amistosos contra Paraguay. Y la vestí por primera vez.

--¿Sensaciones?

--No lo podía creer, ni entendía como había pasado todo esto en tan poco tiempo. En el momento que me puse la camiseta, sentí que era como una armadura y que, por más que sea un amistoso, tenía que estar preparada para la batalla para representar de la mejor manera a la camiseta.

 

Entre los mejores

Guadalupe disputó recientemente con Universitario el Nacional B en Comodoro Rivadavia y terminaron entre los seis mejores.

“Sinceramente hicimos un gran torneo. Es una competencia es más que difícil y estuvimos a la altura. Haber peleado los puestos de arriba realmente fue una locura para nosotras”, destacó.

“Para los pocos recursos que tenemos, creo que dimos un buen show, para no decir otra palabra, ja, ja. Nos pudimos comparar con Platense, que juega en la segunda división del mejor handball del país. Juegan 30 o más partidos en todo el año y nosotras, con mucha suerte, jugamos unos 15”, amplió.

“Fue una experiencia única, más allá que hace algunos años pude jugar el Nacional A cuando vestí la camiseta de River. El año pasado volví a Bahía con Uni, jugamos el Nacional C y ascendimos. Y ahora lo disfrutamos mucho”, agregó.

--¿Cómo fue eso de jugar en River?

-- En el 2022 terminé el colegio y en esto de no saber qué hacer me fui a vivir a Buenos Aires en el 2023. Contacté algunos clubes para probarme allá, fui y uno de los que me invitaron a quedarme fue River Plate. No lo dudé y me con lo poco que tenía me fui para allá.

“Fue una experiencia increíble. En ese momento estaba en mi último año de la categoría juveniles. Y jugué en mi división, en Junior –que acá no hay— y en Primera en la Liga de Honor. Tuve la suerte de ser convocada el Nacional A con River. Fue increíble lo que viví en un año”, dijo con orgullo.

Claro que no todo fue handball en su estadía por la city porteña.

“Aproveché e hice el cbc de quinesiología en la UBA y, si bien no me fue como lo esperaba, disfruté mucho todo lo deportivo, ja, ja. Una vez que volví, cambié la carrera y desde el año pasado estoy estudiando el profesorado de educación física”, confesó.

--¿Quedaron las puertas abiertas?

--Todavía estoy en contacto con las chicas de River y siempre está la posibilidad de volver en algún momento. Y si no es en ese club, puedo probar en otro porque me quedaron amigas en otros clubes. Nunca descarto volver, pero ahora estoy disfrutando mucho el hecho de jugar con Universitario, con el beach y con la carrera, que me gusta mucho.

--¿Cómo llegas al handball?

--Es un deporte entretenido y dinámico para poder hacer las escuelas. Allí fueron mis inicios y, en una clase de educación física, un profesor de otro grado (Miguel Sotelo), que ni siquiera era el de mi curso, pasó, me vio que era zurda, que tenía bastante altura para la edad y me dijo si quería ir a probar al Club Universitario. Y como me gustan mucho los deportes y probar cosas nuevas, ya que en ese momento estaba haciendo danza y gimnasia deportiva, me gustó la idea de moverme un poco. A mediados de 2016 me fui a probar a Uni, entré a la cancha y no salí más.

“Hoy en día ya estoy jugando en primera división y también trabajo como profe del club en categorías cadetas, que es entre 15 y 17 años, y como ayudante en la categoría de juveniles masculinos, que es entre 17 y 18, y 19 años. Y, actualmente, paso bastante tiempo en el club”, concluyó.