Bahía Blanca | Domingo, 24 de agosto

Bahía Blanca | Domingo, 24 de agosto

Bahía Blanca | Domingo, 24 de agosto

Los primeros pasos del edificio Pizá Roca

Uno de los primeros edificios destinados a oficinas comenzó siendo mucho menos ambicioso

Hace 86 años, en agosto de 1939, se dio a conocer el proyecto para construir un edificio de viviendas y oficinas en la flamante esquina de avenida Colón y Luis María Drago.

La apertura en 1935 de la nueva cortada Drago, entre Moreno y O’Higgins, dio lugar a la generación de cuatro nuevas esquinas, las cuales rápidamente fueron ocupadas por edificios de renta, destinados a locales comerciales, oficinas y departamentos.

En particular sobre la avenida Colón recién en 1939 se presentó una propuesta edilicia, en el terreno propiedad de Carmen Costa de Pizá, un edificio en planta baja y dos pisos, que contendría cuatro casas de familia y dependencias para profesionales. La mujer ya había concretado una construcción similar en Drago y O’Higgins, cuya planta baja fue ocupada por Casa Muñoz.

En este caso, la obra respondía a un diseño del arquitecto Manuel Mayer Méndez y seguía lineamientos más relacionados con la arquitectura moderna, con muros carentes de ornamentación, más austeros. Como constructora participaría la firma E. Y P. Cabré.

“El emprendimiento pone de manifiesto la confianza de los inversores en el porvenir de la ciudad”, comentó este diario.

Lo cierto es que este emprendimiento finalmente no se concretó y pasaron 20 años hasta que, en 1958, se dio inicio a un edificio mucho más ambicioso bautizado Pizá Roca, con varios locales comerciales en planta baja y el resto destinado a contener 140 oficinas.

El edificio fue financiado por Rafael Pizá Roca y Juan Villa Ferrán, dos profesionales radicados en Barcelona pero con lazos familiares en Bahía Blanca. Se mantuvieron el mismo proyectista y constructor.

El edificio, de 60 metros de frente y líneas art decó, fue inaugurado el 11 de abril de 1961.