Estafas con tarjetas: reclamos y consejos frente a un delito que sigue en alza
Casi el 30% de los reclamos ante la OMIC en el primer semestre del año tienen relación con estos hechos. Los pasos a seguir en caso de resultar afectado.
Técnico Superior en Comunicación Social, con 26 años de experiencia en la redacción del diario La Nueva. Trabajó en las secciones Deportes y La Región. Desde hace más de una década se desempeña en la sección Seguridad. Distinguido en 2017 con el Premio Adepa en la categoría Periodismo Judicial.
La inundación del pasado 7 de marzo tuvo consecuencias de todo tipo. Desde la pérdida de vidas humanas hasta la destrucción de viviendas, comercios e instituciones.
En medio del caos muchas personas mostraron su costado solidario y colaboraron de la manera en que podían, pero la inundación también dejó expuestas algunas miserias.
Esto último le sucedió a una jubilada bahiense, quien vive en cercanías del canal Maldonado y su casa fue literalmente arrasada por el agua.
Cuando el tiempo se lo permitió, comenzó a acomodar lo que quedaba, seleccionando lo que servía y tirando todo aquello que fue dañado.
Entre estas últimas cosas, y sin que lo advirtiera, se encontraba un sobre de una entidad bancaria que contenía una tarjeta de crédito.
Al momento de cobrar sus haberes la mujer descubrió que no tenía dinero en su cuenta.
Preguntó y supo que alguien tomó ese plástico y realizó compras en distintos comercios, algunas de ellas en cuotas, por lo que su jubilación fue afectada al pago del resumen mensual.
La damnificada concurrió a la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC), cuyo personal la asesoró y trabaja para encontrar una solución.
Las estafas con tarjetas de crédito es un tipo de delito que creció en el último tiempo, a la par de otros tipos de maniobras en el ámbito digital.
Casi el 30% de las 3.431 consultas recibidas en el primer semestre de este año en la OMIC estuvieron directamente vinculadas a este tipo de situaciones por cobros indebidos, duplicación de cargos, consumos no autorizados y posibles fraudes o estafas virtuales.
“Esto evidencia que las prácticas fraudulentas en entornos digitales siguen en aumento y que la gente necesita cada vez más orientación para enfrentarlas. Esto se da a la par del incremento y la creciente utilización de las compras en línea”, dijo Morena Rosello, directora de la repartición bahiense.
Qué se debe hacer
Frente al temor y la impotencia que genera descubrir la presencia de gastos no realizados es necesario seguir una serie de pasos para notificar la situación.
“La mayoría de las personas lo advierte cuando revisa el resumen o al recibir alertas automáticas de consumos no habituales que realizan los bancos. También pasa que, al intentar realizar una compra, el damnificado se encuentra con la tarjeta bloqueada o con el límite agotado sin haber hecho esas operaciones”, sostuvo.
Agregó que “lo primero es bloquear o pausar la tarjeta de inmediato, algo que hoy puede hacerse de manera rápida a través de la aplicación del banco, el homebanking o por teléfono”.
Rosello recomendó que el titular realice el reclamo formal por escrito ante la entidad emisora, conservando el número de gestión o comprobante.
“También es clave revisar los movimientos recientes, por si hubo otros consumos no autorizados. Y si se sospecha de un delito más amplio o sistemático, es un paso aconsejable efectuar la denuncia penal”.
Cómo actúan
Más adelante agregó que desde la OMIC “lo que hacemos es gestionar la mediación administrativa ante el banco o la entidad financiera emisora de la tarjeta. Buscamos que la empresa reconozca la operación no autorizada y reintegre el dinero al consumidor”.
“Si la situación no se resuelve directamente, convocamos a audiencias de conciliación, que permiten cerrar el conflicto sin llegar a la vía judicial”, siguió diciendo.
Sostuvo que los fraudes y problemas vinculados a tarjetas de crédito y débito representan alrededor del 26% de los casos que tramitan.
“Esto refleja el volumen creciente de esta problemática. Estaríamos hablando que prácticamente una de cada 3 consultas se vincula con alguna situación de gastos o contrataciones no reconocidas por los consumidores”.
Para llevar adelante los reclamos es necesario que el damnificado conserve el resumen de cuenta con el consumo no reconocido y los comprobantes del reclamo realizado ante la entidad.
Rosello detalló que también es importante resguardar capturas de comunicaciones por chat, correo o redes sociales mantenidas con el banco o la empresa.
“Lo mismo ocurre con comprobantes de transferencias o movimientos, en caso de billeteras virtuales. También la denuncia policial o judicial, en caso de haber sido realizada. Tener toda esta documentación a disposición facilita que el reclamo sea más rápido y efectivo”.
Las maniobras
Uno de los métodos más habituales utilizados por los estafadores para apoderarse de la información de las tarjetas es a través de correos electrónicos, mensajes o llamadas que simulan ser del banco para engañar al usuario y obtener sus datos.
“En otros casos montan sitios web falsos que imitan tiendas online o servicios de pago. También se utilizan dispositivos para realizar la clonación de tarjetas en cajeros automáticos o dispositivos POS inseguros”, refirió la responsable de la OMIC.
La OMIC, en colaboración con la Comisión de Defensa del Consumidor del HCD, realizará en agosto (con fecha a confirmar) una charla sobre Inteligencia Artificial, derecho y estafas virtuales.
De la misma forma, explicó que se pueden producir filtraciones de información en los comercios o en plataformas digitales que no la protegen de manera adecuada.
“Por esa razón es fundamental no compartir datos sensibles ni bancarios por teléfono o redes sociales, además de no entregar el plástico al pagar en un local. Hay que asegurarse de que las compras online se realicen en sitios oficiales y con protocolos de seguridad, y activar las notificaciones automáticas que ofrecen los bancos para controlar cada movimiento”, finalizó Rosello.
Un flagelo que sigue en alza
Estadística. La Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), que depende del Ministerio Fiscal Federal y se encarga de investigar los delitos y contravenciones cometidos a través de medios digitales, indicó en su informe anual que en 2024 recibieron 34.468 denuncias por ciberdelitos, lo que representa un 21% de aumento respecto del período anterior.
Maniobras. El 73% de las denuncias se engloba en la categoría de fraude en línea. Más de la mitad de ese número (56%) corresponden a operaciones de compra y venta de bienes o servicios a través de Internet. El 18% son fraudes en plataformas de homebanking, un 10% corresponde a esquemas Ponzi o estafas piramidales y el 16 restante a otras modalidades.