Watu Cilleruelo: asesinato en la UNS
Los asesinos eran parte de la custodia del rector de la UNS e integrantes de la AAA
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Hace 50 años, en abril de 1975, fue asesinado, en los pasillos de la Universidad Nacional del Sur (UNS), el estudiante David Cilleruelo, de 23 años de edad.
Era jueves y día de inscripciones en la universidad, con mucho movimiento de alumnos y docentes. Habían pasado minutos de las 9 cuando Cilleruelo, oriundo de Río Negro y estudiante de ingeniería industrial, charlaba cerca de la puerta de ingreso al aula de dibujo. Algunos testigos señalaron que el joven estaba consultando unas fechas de exámenes, otros indicaron que repartía volantes anunciando la próxima asamblea de la Federación Universitaria.
En esas circunstancias, sin nada que anticipara semejante hecho, se acercó un hombre y le disparó a la cabeza. El estudiante cayó mortalmente herido. El agresor se alejó de inmediato y subió a un vehículo que lo esperaba en el estacionamiento de avenida Alem.
Cilleruelo fue llevado de inmediato al hospital Municipal, donde fue atendido en la sala 11 de neurología. Dos horas después, a las 11.15, dejó de existir. Un escueto informe de la policía federal confirmó el hecho, indicando que “investigaba el suceso”.
Cilleruelo fue una víctima más de un caótico momento del país, en democracia, y su crimen se mantuvo impune durante décadas. Se juzgó a algunos de sus autores recién en 2021, siendo condenado Raúl Aceituno con la pena de cadena perpetua. Jorge Argibay, identificado como el autor del disparo, ya había fallecido. Los dos eran parte de la Alianza Anticomunista Argentina, la tenebrosa triple A, y custodios del rector de la UNS, el oscuro Remus Tetus.
Cilleruelo fue declarado en 2021 Doctor Honoris Causa post morten de la UNS, desde 2016 el aula 1 del edificio de 12 de octubre y San Juan lleva su nombre, así como la calle principal del campus de esa casa en Altos del Palihue. Un mural ocupa el lugar donde fue asesinado.