Papa Francisco

El miércoles 6 de mayo de 2015, tuvimos una de las vivencias más importantes denuestras vidas; participar de una audiencia con el Papa Francisco. Llegamos muy temprano; la Plaza San Pedro se colmó de personas con banderas de distintos países; dos bandas de músicos interpretaban tangos y un par de horas después llegó Su Santidad, saludó, y se acercó como siempre parta recibir infinitas muestras de cariño.

Dio una misa en homenaje a el rol de la mujer en el mundo, “La mujer es la Iglesia”, transforma una casa en hogar… Fue tan emocionante tenerlo a pocos metros, y escucharlo con su calma hablar “un italiano tan argentino”.

Más tarde en ese recorrido llegó a nuestra hija, Victoria, la besó en la frente, ella llevaba su muñeco y le pregunto si quería que le diera un beso también; ella asintió, nos dio su bendición y en la breve charla con mi marido Rubén (Baltián) le dejó saludos para su amigo Monseñor Néstor Navarro, con quien compartió el seminario y la pasión por el Club San Lorenzo.

Atesoramos ese día como uno de los más importantes de nuestras vidas; conocer en persona a un líder transformador que con austeridad, sencillez y sabiduría transmitió el evangelio, el amor, el cuidado a la vida, al planeta, a los más desprotegidos, a los migrantes; le dio visibilidad y entidad a muchas causas sociales.

Agradecemos a Dios, haber tenido a este pastor entre nosotros, que buscó conciliar, acordar y dar muestras de amor y humildad a su paso.